Cómo la casa de ensueño de Barbie cuestionó los roles tradicionales de género
En Radio Pauta, Valentina Rozas-Krause, doctora en arquitectura y académica UAI, explicó el impacto sociocultural de la muñeca y cómo el producto de Mattel se fue adaptando a los cambios en la ciudad.
La primera casa de ensueño de Barbie era modesta. Un hogar hecho de cartón que contaba con una televisión, un tocadiscos y un clóset. Un producto lanzado en 1962, tres años después de la primera muñeca que revolucionó el mercado y contravino con muchos de los estereotipos de la época.
“Barbie era la dueña de casa”, explicó Valentina Rozas-Krause, doctora en arquitectura y académica UAI, en conversación con Ciudad Pauta, de Radio Pauta. “Es bien radical la idea porque, en ese entonces, las mujeres no tenían acceso a créditos hipotecarios para comprar casas […], que salga este juguete al mercado donde, no solo es una mujer dueña de casa, sino que vive sola y es soltera”, agregó.
Este 20 de julio llega a los cines “Barbie”, la cinta dirigida por Greta Gerwig, protagonizada por Margot Robbie (quien interpreta al icónico juguete) y Ryan Gosling (Ken). A propósito del estreno, Rozas-Krause analizó el impacto sociocultural del producto de Mattel y cómo las casas de ensueño se fueron adaptando a los cambios en la ciudad.
La columnista explicó que la primera casa de Barbie no contaba con una cocina, sólo un living y un clóset. Esto era contrario a muchas casas de muñecas que tenían la función de enseñarle a las niñas tareas domésticas: “Es otro modelo de mujer que no existía en muñecas. Es soltera, lo pasa bien y tiene su propio departamento”.
La experta señaló que existen estudios que ahondan en la relación inconsciente que tienen los juguetes de los niños y cómo estos afectan la forma de pensar cuando son adultos. “Al ser niños, y ver a una mujer soltera, empoderada, que es dueña de su casa, […] eso también incentiva luego a mujeres a ser propietarias de una casa”. Además, añadió que “tiene un montón de consecuencias tanto urbanas como sociales. Sabemos que la violencia intrafamiliar baja radicalmente cuando la mujer es propietaria de una casa”.
En este sentido, la arquitecta declaró que “Barbie sí es parte de una cierta liberación de los roles tradicionales de género“.
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