Sello verde y renovación del parque automotriz: ¿Necesitamos actualizar la restricción vehicular?
A partir de este año, la restricción vehicular (que se aplicó de mayo hasta el 31 de agosto) se extendió más allá del anillo de la Avenida Américo Vespucio. Sobre esto, conversamos en Radio Pauta con Juan Pablo Montero, investigador del Instituto de Economía UC.
Investigadores del Instituto de Economía de la Pontificia Universidad Católica realizaron un estudio para entender cómo impactó la política de restricción vehicular de este año y cuáles son los principales desafíos para mejorar los niveles de la calidad del aire a partir de esta medida.
Conversamos esta tarde en Ciudad Pauta, con uno de ellos, Juan Pablo Montero, investigador del Instituto de Economía UC.
La restricción vehicular por contaminación que se aplica en la Región Metropolitana desde 2017 sobre los vehículos registrados antes del 1 de septiembre de 2011. Los autos más nuevos a esta fecha quedan eximidos de la restricción vehicular.
Ante esto, el investigador, mencionó que esta restricción apunta a que haya autos más nuevos y más limpios, no que haya menos contaminación.
“Ahora, si me preguntan si logró o no logró tener menos contaminación, efectivamente, si lo logró. El parque está más limpio, el parque en Santiago comparado con otras regiones del país”, sostuvo Juan Pablo Moreno.
“Lo que hicimos para evaluar eso fue mirar los permisos de circulación, efectivamente las comunas de Santiago, especialmente las de medianos y más bajos ingresos, se limpiaron. Las de más altos ingresos no se limpiaron, esas comunas ya tenían 2 o 3 autos, se acomodaron a la restricción, entonces no influyó mucho”.
Este es el mecanismo por el cual opera esta restricción vehicular, no es menos autos sino que autos más limpios.
Políticas públicas y restricción vehicular
Una pregunta importante que se cuestionaron en el estudio, fue a dónde se van estos autos más antiguos, ya que si se quedaran en la periferia, podrían seguir contaminando y “sabemos que igual termina en Santiago“.
Ante esto, el Montero explicó que “en el estudio, vimos que una parte importante se quedaba en la periferia, efectivamente, por lo que el impacto de la iniciativa no fue tan grande, pero igualmente fue positiva”.
Agregó que “el otro punto importante, es que lamentablemente esta política fue mal diseñada, porque dejó fijo el año en que te eximías, en el 2012, y a medida que avanza el tiempo autos del 2012 van quedando menos. En el 2030, cuántos autos del 2012 quedarán, ese umbral no debe quedar fijo”.
El investigador explicó que el estudio apuntó a usar las políticas de las formas correctas, por ejemplo, “combinar las políticas de restricción a los autos más antiguos, yo creo que es una manera correcta de acelerar esa transición”.
Finalizó mencionando que “hoy día la política se quedó corta y se tiene que ir actualizando cada cierto tiempo. Son políticas que funcionan en ese margen, no en el de congestión. Tenemos que complementar los instrumentos, con restricciones de autos más limpios y otras medidas para la congestión, pero es con otros instrumentos.
Revisa la entrevista completa acá: