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El crimen que cambió el barrio cívico: la muerte de Rebeca Larraín y la demolición parcial del antiguo edificio de La Nación

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Enterreno y Biblioteca Nacional
POR Equipo Radio Pauta |

¿Qué tenía que ver el asesinato de Rebeca con el edificio? ¿Por qué Inés Echeverría se empeña en demoler parte de él? Felipe Bengolea, arquitecto y co-fundador de Enterreno, aclaró la razón.

El 30 de junio de 1933, el arquitecto Roberto Barceló Lira asesinó de un tiro en la espalda, en el baño de su casa, a su esposa Rebeca Larraín Echeverría, de 37 años, en presencia de su hijo, Roberto de 6 años.

Inmediatamente después del disparo, el propio Barceló alerta a Carabineros y a la asistencia médica para que fueran en socorro de su esposa. No pudieron hacer nada. La policía detiene inmediatamente a Barceló como principal inculpado.

Durante el juicio, que duró casi tres años, el acusado cambia varias veces de versión, una más inverosímil que la otra. Barceló finalmente es condenado con pena de muerte y con él se va parte de su obra arquitectónica más reconocida: el edificio del barrio cívico en Santiago.

En conversación con Ciudad Pauta de Radio Pauta, Felipe Bengoa, arquitecto y co-fundador de Enterreno, habló acerca de este crimen y reveló archivos y fotografías de la época.

El crimen que cambió el barrio cívico: la muerte de Rebeca Larraín y la demolición parcial del antiguo edificio de La Nación

Para poner en contexto, explica Felipe Bengoa, la historia del edificio del barrio cívico nace con el diario La Nación en 1917, creado por Eliodoro Yáñez. “Le va súper bien hasta el año 1927 cuando se le expropia por Carlos Ibáñez del Campo”, expresó.

“Carlos Ibáñez del Campo estatiza este diario y en 1930 se envía a hacer este edificio que está frente a La Moneda por la plaza de la Constitución. Le adjudican el proyecto a Roberto Barceló Lira, que tenía como referente al The New York Times”.

La historia continúa en 1933, en la calle Holanda en la comuna de Providencia, cuando Roberto Barceló asesina a su esposa Rebeca con un tiro por la espalda.

Bengoa de Enterreno relató que Inés Echeverría, madre de Rebeca, no descansó hasta que se hiciera justicia con su hija.

“Ella (Inés) en 1934 escribe un libro y los diarios la dejaron de pescar porque ella estaba haciendo campaña para que hubiera pena de muerte inmediata a Barceló“, acotó.

Durante 20 meses, la corte revisa una y otra vez el proceso sin dictar sentencia. Por las circunstancias sociales del caso y cercanías de las familias con las esferas políticas, era probable que el presidente Alessandri otorgara un indulto a Barceló.

“La decisión la tenía el presidente Alessandri. Era primera vez que un aristócrata estaba sometido a una posible pena de muerte por fusilamiento. Y dependía de él dar o no un indulto, y eso se esperaba”, añadió el arquitecto y co-fundador de Enterreno.

Pena de muerte y un legado olvidado

Pero un día, la madre de Rebeca llega hasta la oficina de Alessandri con una pistola.

“Y dice: ‘Si estoy frente a un cobarde, sepa usted que no dudaré un instante en matarlo. Será olvidado y la historia recordará a un hombre que fue intimado por una mujer’. Finalmente, se niega el indulto, y en 1936 se ejecuta la pena de muerte“, contó Felipe Bengoa.

Pero Iris (seudónimo de Inés Echeverría), no quedando satisfecha con la sentencia, aprovecha el plan del barrio cívico para intentar demoler el edificio entero. “Ella no se venía con cosas chicas“, dijo Bengoa.

“Se logra demoler los últimos tres pisos, y este edificio referente del The New York Times queda muy distinto”, explicó.

¿Qué tenía que ver el asesinato de Rebeca con el edificio? ¿Por qué Inés Echeverría se empeña en demoler parte de él? Felipe Bengoa aclaró la razón.

No quería generar un legado de este hombre que había asesinado a su hija“, concluyó.