Pablo Allard sobre su pasión por la ciudad y su carrera: “Yo como arquitectura, duermo arquitectura y respiro arquitectura”

En este capítulo de Para Ayer, Sebastián Bowen conversa con el arquitecto y urbanista Pablo Allard, sobre cómo las ciudades son un reflejo de las sociedades que las habitan.

Para Ayer explora, a través de las experiencias de distintas personas, la vida en sociedad y la vivienda digna. Un espacio de Radio Pauta y Déficit Cero en el que todos los sábados a las 10:00 horas Sebastián Bowen, director ejecutivo de Déficit Cero, conversa con representantes de la sociedad chilena sobre barrios y la construcción de comunidad.

En este capítulo de Para Ayer, Sebastián Bowen conversa con el decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la UDD, Pablo Allard, sobre su pasión: las ciudades, la arquitectura y el urbanismo.

Allard, se crio en Venezuela los primeros 12 años de su vida. Sin embargo, gracias a su abuelo, que vivía en Chile, se mantenía constantemente informado sobre nuestro país. El ahora arquitecto contó que la pasión por la ciudad “llegó un poco tarde a mi vida”.

Pablo Allard sobre su pasión por la ciudad y su carrera: “Yo como arquitectura, duermo arquitectura y respiro arquitectura”

“Desde muy niño podía pasar una tarde entera dibujando, haciendo maquetas, armando aviones de papel miniatura y  con los legos”, que se volvieron esenciales en su infancia, junto a sus hermanos. “Siempre el tema de lo manual y creativo me fueron llevando a esto de hacer cosas”, comentó.

Sin embargo, explicó que “como era muy estético en las cosas que me atraían, en algún momento cuando estaba buscando mi vocación pensé en publicidad. Un día estando en el preuniversitario, una vez un profesor me hizo esas preguntas que te despeinan: ‘¿Oye Pablo, con todos los intereses que tienes, con ese talento, estay pensando en dedicar el resto de tu vida a inducir a la gente, al consumo, por qué no te dedicas a la arquitectura o algo que construya mejores futuros?'”, contó Allard.

Aquí comienza su rumbo hacia la arquitectura. “Empecé a averiguar y me enamoré desde el primer día. La arquitectura no es solo mi vocación, mi pega, sino que es mi hobby, es mi estrés; yo como arquitectura, duermo arquitectura y respiro arquitectura, no puedo parar, es muy potente”, sostuvo.

Sin embargo, el arquitecto explicó que siempre vio su carrera desde la perspectiva de que hacer edificios y casas “y esa fue mi trayectoria, de hecho en la universidad miraba con cierto desdén a los cursos de urbanismo y a los compañeros que se iban por el lado urbano, porque yo era muy buen diseñador”.

“La llegada al urbanismo fue muy tardíamente. Cuando yo egreso y me voy a trabajar a una oficina de arquitectos de casas de lujo. Estuve dos años ahí y ahí empecé con el bicho de irme a estudiar algo afuera y de repente, me di cuenta de que no tenía idea de urbanismo y conversando con mentores míos, me instaron a explorar otro campo”, explicó Allard.

“Ahí me fui a estudiar diseño urbano a Harvard, y se me abrió un mundo enorme, fértil, maravilloso. El tema de la ciudad, el diseño urbano, la inserción urbana y territorial, el paisaje, etc., me enamoraron. Así, me fui por dos años y me terminé quedando seis”, comentó.

Desde esta experiencia, Allard entregó su mirada respecto a la situación actual de las ciudades en Chile. “Tiendo a ver el vaso medio lleno. Nuestras ciudades alarmantes son segregadas, generan dinámicas de exclusión, hay mucha inequidad, pero si de algo me sirvió vivir 12 años en Venezuela es entender un poco el contexto en el que estamos”.

“Chile es un país que en los últimos 40 años ha logrado niveles de urbanización y de población urbana de países desarrollados”, agregó.

Asimismo, el arquitecto explicó que siente que cuesta darse cuenta de lo bien que estamos. “La mayoría de los chilenos vivimos en ciudades y que estas efectivamente en su gran mayoría tienen buenas estructuras sanitarias”.

Sin embargo, sostuvo que “lo que sí comienza a preocupar es que hay muchas fallas evidentes y el diagnóstico es clarísimo. Hemos crecido y garantizado ciertos bienes y servicios, pero el acceso y distribución no es igual para todos, y tenemos grandes brechas que se han ido acrecentando”.

“Me preocupa que no vemos que se resuelvan esas brechas urbanas y de calidad de vida. Por otro lado, vemos que el déficit habitacional, cuando tenemos la capacidad y como país de garantizar el acceso a la vivienda, se nos está alejando cada vez más”, sentenció.

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