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Barrio Patronato: una muy buena síntesis multicultural y comercial

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POR María Alejandra Gallardo Contreras |

Parte de la riqueza de las ciudades son sus barrios icónicos o emblemáticos que concentran historia, arquitectura. Pero también lo son los grupos de inmigrantes, que aportan con su cultura, forma de vida, trabajo y gastronomía.

Uno de esos barrios es el Barrio Patronato, ubicado entre las calles Recoleta y Loreto al oriente; y entre Dominica y Santa María, hacia el sur. Fue fundado por un grupo de inmigrantes árabes, especialmente palestinos, sirios y libaneses quienes instalaron sus negocios textiles en el lugar.

En Ciudad Pauta, de Radio Pauta, conversamos con Ulises Riquelme, presidente de la Cámara de Comercio de Patronato, sobre la realidad del sector, las medias que han adoptado en seguridad y los planes que proyectan a futuro.

Barrio Patronato: una muy buena síntesis multicultural y comercial

El dirigente destacó la diversidad cultural que concentra el barrio y la presencia de la comunidad coreana desde hace unos 25 años aproximadamente, lo que se ha traducido en un crecimiento de restaurantes de esta nacionalidad, que se suman a los árabes ya existentes.

En este sentido, relevó el festival gastronómico que realizan desde hace cuatro años en el mes de septiembre: Patronato a Mil. Este permite al público degustar distintos platos gastronómicos de los distintos restaurantes del sector.

Evolución del barrio

Respecto de la evolución que ha tenido el sector, Riquelme afirmó que “se sigue manteniendo la fabricación a menor escala, por supuesto, con lo que era la década del 80, pero se sigue fabricando“, y  las pequeñas fábricas siguen manteniendo stock permanente, las producciones son más pequeñas, por lo tanto, los modelos van cambiando más rápidamente para tener cosas distintas a muy corto plazo.

“La cualidad que tiene, por ejemplo, fabricar, es que tú puedes reaccionar rápidamente al mercado y cambiar la temporada en dos o tres semanas. No toda tu colección, pero sí parte de lo que tienen”, puntualizó.

En relación a los flujos de clientes, expresó que “si bien es cierto, ha bajado el flujo los últimos 10 o 15 años, nosotros, como marca Patronato, estamos prácticamente en el ADN de toda la gente; todo el mundo sabe dónde queda Patronato”.

“Es un sector comercial abierto, antiguo y muy tradicional, que por muchos años, sirvió para que pequeños locales compraran su mercadería a nivel nacional. Entonces es muy difícil que alguien no conozca Patronato. Por lo tanto, desde esa perspectiva, nosotros cuidamos nuestra marca“, acotó.

La seguridad en Patronato

Asimismo, y respecto de las mayores preocupaciones de los chilenos, explicó que “nos preocupamos que sea un barrio tranquilo, asequible al público, donde te puedas sentar tranquilamente a tomar un café, y puedas disfrutar de una tarde, e ir a comprar tranquilo“.

Para garantizar niveles de seguridad adecuados se basaron en lo que se denomina en urbanismo, “el síndrome de la ventana rota, y nosotros llevamos siete años aplicándolo”.

Síndrome de la ventana rota

Y en efecto, el síndrome de la ventana rota consiste en que cuando hay una pieza que se rompe en un determinado lugar, se debe reparar de inmediato para no instalar una sensación de decadencia, porque “la gente se desmotiva y da una sensación de inseguridad”.

“Entonces, en base a eso, nosotros tratamos de corregir todo lo negativo que es intangible, que solamente tiene que ver con algo que la gente no lo percibe. Nosotros hemos pintado y hemos sacado todos los graffitis de  los pilares, de los postes, de los tarros de  basura y la gente no se da cuenta de eso”.

Revisa la entrevista completa aquí: