Una ley ambigua y falta de educación vial: los desafíos ante el creciente uso de scooters en Santiago
A pesar de la implementación de la Ley de Convivencia Vial en 2018, la falta de claridad en la normativa y una educación vial insuficiente han dejado a muchos problemas de convivencia entre peatones, ciclistas y usuarios de scooters eléctricos. En Radio Pauta, Ariel López abordó los desafíos que presenta la ley.
El uso de scooters eléctricos en Santiago ha generado un debate sobre la seguridad y la convivencia vial, especialmente en lo que respecta a peatones y ciclistas. En 2023, se reportaron más de 500 accidentes relacionados con estos vehículos a nivel nacional, lo que ha llevado a la imposición de multas en comunas como Las Condes por infracciones a la ley de convivencia vial.
De hecho, recientemente, la Municipalidad de Ñuñoa decidió no renovar el permiso a una empresa de scooters debido a preocupaciones de seguridad y denuncias sobre el uso delictivo de estos vehículos en la comuna.
Ariel López, ingeniero en transporte y consejero del Consejo Nacional de Desarrollo Territorial (CNDT), abordó esta problemática en conversación con Ciudad Pauta. López destacó que la Ley de Convivencia Vial, promulgada en 2018, no está siendo efectiva principalmente por la falta de conocimiento entre los ciudadanos.
Según el experto, “el problema de la ley es que no es conocida. Al no ser conocida, al no haber la educación vial, la gente no sabe cómo debe compartirse”.
Esto significa que, aunque la normativa establece que los ciclos deben circular a un máximo de 25 km/h y utilizar ciclovías si están disponibles, muchos usuarios simplemente desconocen estas reglas, según el experto.
El también ingeniero en transporte subrayó que esta falta de conocimiento no se limita a los usuarios de scooters o bicicletas, sino que incluso afecta a personas con licencia de conducir. “Ni siquiera las personas que tienen licencia de conducir conocen la ley, menos aún los que no tienen licencia de conducir”, afirmó.
Una ley ambigua y falta de educación vial: los desafíos ante el creciente uso de scooters en Santiago
Otro punto crítico señalado por López es que la ley, tal como está escrita, presenta ambigüedades y omisiones. “Por ejemplo, aunque se exige el uso de casco para motocicletas y bicicletas, no se menciona explícitamente a los scooters, lo que deja a los usuarios sin una guía clara sobre las normas de seguridad que deben seguir”.
Además, según comentó, la normativa permite a los usuarios de ciclos circular por la acera en caso de que la calzada o la ciclovía sean inseguras, siempre y cuando respeten la prioridad del peatón. Sin embargo, López considera que este concepto de “respeto al peatón” es demasiado ambiguo, ya que no define claramente cómo deben comportarse los usuarios de scooters en estas situaciones.
Otro punto importante que destacó el consejero del CNDT fue la falta de campañas educativas eficaces por parte del Ministerio de Transporte. Según López, “falta fiscalización. El problema de la fiscalización es que puede fiscalizar solo lo que la ley dejó en escrito, pero como la ley no está bien armada, la fiscalización es más compleja”.
Esto sugiere que, además de una educación vial deficiente, hay una falta de claridad y rigor en la aplicación de las normas existentes.
Finalmente, el experto en urbanismo mencionó que, aunque los scooters pueden ser una opción de transporte viable, todavía están muy asociados a un uso recreacional. Esta percepción puede influir en la manera en que se utilizan y se regulan, lo que exacerba los problemas de seguridad y convivencia en las calles.
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