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Varinia Brodsky hace una evaluación de su trabajo, a un año de haber asumido la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes

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POR María Alejandra Gallardo Contreras |

La directora del MNBA destacó la cantidad de jóvenes que están recibiendo como público y “son voces que a nosotros nos ayudan a hacer crecer esas mismas audiencias”.

En 1879, El escultor José Miguel Blanco publicó un artículo en la Revista Chilena en el que planteaba la necesidad de crear un Museo de Bellas Artes en Chile, con el propósito de recopilar distintas obras que estaban repartidas en distintos edificios institucionales.

En 1880 bajo la presidencia de Aníbal Pinto, se fundó el Museo Nacional de Pinturas ubicado en los altos del Congreso Nacional.

Debieron pasar varios años y lugares, para que finalmente el MNBA se instalara en el majestuoso edificio ubicado en pleno Parque Forestal.

Varinia Brodsky hace una evaluación del trabajo, a un año de haber asumido la dirección del Museo Nacional de Bellas Artes

En conversación con Ciudad Pauta, su directora Varinia Brodsky, hace un balance de su gestión a un año de haber asumido y aborda las exposiciones y actividades que alberga el Museo y cómo este espacio de arte se relaciona con la ciudad y la cultura.

Al respecto, Brodsky comentó que “en este corto plazo hemos logrado generar muchos avances en distintas dimensiones, en el ámbito de la infraestructura, de las relaciones internacionales, y también en generar un programa de exposiciones bien potente“.

Asimismo explicó que el haber sido parte del equipo del Museo antes de asumir la dirección, le ha entregado otra perspectiva para hacer las cosas.

“El museo había realizado algunas itinerancias de sus colecciones, sobre todo a Buenos Aires, pero a partir de la exposición de Cecilia Vicuña, quien acababa de recibir el León de Oro de la Bienal de Venecia, y que tiene una repercusión internacional muy potente, armamos una itinerancia al Malba de Buenos Aires, a la Pinacoteca de Sao Paulo, que de hecho todavía está expuesta, y empezamos a generar una red de colaboración”, dijo Brodsky.

Del mismo modo, agregó que “hicimos otra muestra de Lotty Rosenfeld el año pasado, y  la llevamos al Parque de la Memoria de Buenos Aires. Se hizo otra también relacionada con Carlos Arias en México. Y también desde el punto de vista de generar redes entre las direcciones de museos, curadores, encuentros, fui invitada a Arco a un encuentro que organizó el  Museo Reina Sofía en marzo”.

En relación al tipo de público que recibe el MNBA, su directora explicó que después de la pandemia, “ha habido un aumento progresivo de audiencias, sobre todo, y es lo más maravilloso, de personas jóvenes y de muchos grupos de escolares también, lo que es hermoso ver cómo día a día ingresan grupos; son voces que a nosotros nos ayudan a hacer crecer esas mismas audiencias“.

Sobre la programación disponible y la fuerte presencia femenina en el catálogo, Brodsky dijo que “el Bellas Artes, como otros museos, entramos en ese debate, y no solo con las exposiciones, sino también con las políticas de adquisición de obras, que muchas veces la gente no sabe que la brecha es gigantesca. La colección de mujeres del Bellas Artes no supera el 12%”.

Respecto de los criterios que se utilizan para seleccionar las exposiciones que serán parte del MNBA,  la artista a cargo del museo explicó que “tiene que ver con establecer miradas desde las curadoras, desde las investigaciones, y también hay personas desde lo internacional, como el caso de Andrea Giunta (argentina) dentro de las cuales hay personas colegiadas, que están respaldando las trayectorias o las obras de aquellas artistas poco conocidas.

“Evidentemente, llegar al Bellas Artes tiene una connotación distinta, pero también nos abrimos, por supuesto, a producciones contemporáneas y donde el límite, tal vez, sobre todo en la academia, es difuso, como es el caso de Marcela Trujillo, “Maliki”“, con su exposición Vanity Fauna actualmente en exhibición.

Revisa la entrevista completa acá: