Últimas investigaciones sobre la falla de San Ramón: Mide 50 km. de largo y está activa hasta Pirque
En Radio Pauta, el académico de la Universidad de Chile explicó que los estudios sobre la falla de San Ramón se remontan al año 1950, y afirmó que “lo importante es que en este caso sobre todo en las zonas que ya están construidas, la información esté disponible para la ciudadanía para que se tomen decisiones informadas”.
Hace algunas semanas la Universidad de Chile confirmó evidencias físicas de que la falla de San Ramón también está presente en la comuna de Pirque, eso luego de una investigación de cinco años encabezada por el Departamento de Geología de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, en especial por el investigador de ese departamento, doctor Gabriel Easton.
Últimas investigaciones sobre la falla de San Ramón: Mide 50 km. de largo y está activa hasta Pirque
En Ciudad Pauta el investigador, académico y Doctor en Oceanografía y Paleoceanografía Gabriel Easton abordó los puntos más relevantes de su investigación y explicó la historia detrás del descubrimiento de la falla de San Ramón.
La historia del nombre de esta falla, explicó Easton, “se remonta a los tiempos de Juan Bruggen, un geólogo alemán invitado por el gobierno de Diego Barros Arana quien alertó de la posibilidad de una falla a los pies del cerro San Ramón”.
“Durante su trayectoria él notó que el frente de montaña, que se encuentra justo acá al lado de Santiago, era un frente muy rectilíneo y denominó entonces la posibilidad de una falla a los pies del cerro San Ramón”, indicó el especialista.
El académico explicó que “la regularidad del frente de montaña es muy regular en los 50 kilómetros que se extienden entre el río Mapocho, la comuna de Lo Barnechea hasta el sur de la comuna de Pirque; al notar eso, levantó sospechas desde el punto de vista geológico ya que en geología se sabe que cuando tenemos ese tipo de contactos tan regulares y rectilíneos, es bien probable que haya una estructura que lo controle”.
“Son fallas que rompen la corteza superior que es la placa sudamericana donde nos encontramos hoy día, y todo esto está ligado al encuentro de las dos placas tectónicas, que son la placa de Nazca, que converge con la placa sudamericana”, afirmó.
Las dudas en torno a la existencia de la falla de San Ramón
Easton agregó que posteriormente no estaba muy claro en la comunidad geológica si había o no falla, mucho menos qué tipo de falla era y menos aún si estaba activa o no; de hecho se consideraba que podía ser otro tipo de falla”.
“Y recién a partir del 2000, este tema fue tomado con la perspectiva de la tectónica activa, de las fallas activas, es decir, se consideró la posibilidad de que las fallas generen sus propios terremotos y también generen relieve”, añadió.
El académico explicó que “a partir de entonces consideramos que la falla San Ramón es una falla inversa. Esto quiere decir que monta el bloque de la cordillera sobre el bloque de la depresión central ;y activa quiere decir que es capaz de generar sus propios terremotos”.
Además señaló que “el año 2011 y 2012 realizamos un estudio que fue solicitado por el Minvu y la Seremi Minvu RM, que tenía por objetivo dilucidar si esta era una falla activa y para eso excavamos trincheras que son zanjas o excavaciones para ver la falla directamente en el subsuelo”.
“El subsuelo está conformado por capas, capas geológicas, capas de sedimento de naturaleza similar, pero distintas en sus composiciones y entonces esas capas cuando están cortadas por falla son muy evidentes en algunos casos y eso es lo que vimos en este caso en las trincheras”, dijo.
Los hallazgos en Pirque
El profesor Easton explicó que “la falla San Ramón llega a la superficie en el sector oriente de Santiago donde hay mucha urbanización, sobre todo en la parte norte, entonces es muy difícil verla en forma directa y por lo tanto, excavar es muy difícil porque está todo urbanizado”,pero agregó que “en algunas partes todavía es posible hacerlo como en Peñalolén, donde vimos la falla directamente y también ahora último en Pirque, donde no hay tanta urbanización y afortunadamente tuvimos los permisos para realizarlo y pudimos excavar y ver la falla también en forma directa”.
La investigación geológica en el sector de Pirque demoró cinco años y tenía como objetivo poder dilucidar si la falla se manifestaba en 50 kilómetros de largo o solo estaba circunscrita a 25-30 km.
Al respecto, Easton explicó que “tuvimos que tener una base de datos LIDAR que es un tipo de datos topográficos de muy alta resolución que permite entonces mirar muy bien, estudiar muy bien la deformación que tiene el suelo, la superficie y en función de eso trazar estas anomalías geomorfológicas que son producto en muchos casos de la actividad de fallas”.
Pero vino la pandemia y retrasó la investigación que recién pudo ser retomada el 2021. Con los permisos en mano, el 2023 pudieron excavar los terrenos en Pirque.
“Encontramos capas que están cortadas por la falla hasta la superficie y eso es muy importante porque demuestra que la falla tiene capacidad de ruptura en superficie nuevamente y hasta Pirque; además el largo de la falla apoya el planteamiento científico que efectivamente la falla tiene 50 kilómetros de largo”, acotó.
Finalmente destacó que “es una gran noticia en todo sentido porque mientras más certezas tenemos de la naturaleza, mejor podemos prepararnos ante los fenómenos que la naturaleza genera”.
Revisa la entrevista completa acá: