Scooter y Peatones: el problema de la convivencia vial que puede solucionarse con tecnología
Franco Basso, ingeniero civil y académico de la Universidad Católica de Valparaíso explicó que el problema que están generando los scooter se puede solucionar con desarrollo de tecnología y un poco de voluntad de las partes”.
La convivencia vial entre peatones y scooters se está volviendo un problema cada vez más presente y más desagradable. Los scooters quedan tirados en las veredas, obstruyendo el tránsito de peatones, circulan por las veredas y se transforman en verdaderos proyectiles que pueden afectar especialmente a los niños y a la tercera edad.
Scooter y Peatones: el problema de la convivencia vial que puede solucionarse con tecnología
En Ciudad Pauta, Franco Basso, académico de la Escuela de Ingeniería Industrial de la Universidad Católica de Valparaíso ha estudiado este tema y propone una serie de soluciones que podrían hacer más amena la convivencia social entre todos quienes circulan por la ciudad, independiente del medio de transporte que decidan usar.
Al respecto, Basso explicó ” hace unos 15 años la micromovilidad que tiene un impacto mucho más local con con cero emisiones partió con la bicicleta, pero rápidamente se fue extendiendo a otros modos como el scooter, los patines y las bicicletas eléctricas”.
“Han ido ganando terreno y a medida que hay una mayor participación de este tipo de transporte, las fricciones que se van generando entre las distintas opciones va generando problemas. Inicialmente con las bicicletas que circulan por sectores que no son adecuados y ahora nuevamente se pone el tema en la palestra con los scooter”, señaló el académico.
El problema, explicó Basso es que “los scooters operan a través de un motor eléctrico que legalmente no debe sobrepasar los 25 kilómetros por hora, si es que quieren ser utilizados a través de las ciclovías; el problema es que hay muchos scooters que sobrepasan largamente esa velocidad y, por lo tanto, en ese caso deben ser tratados como vehículo mayor y circular por el centro de la calle”.
“Esto no lo cumplen y es un riesgo tremendo para las personas que tienen una posición más desaventajada en comparación a un scooter como puede ser una persona y particularmente niños y personas mayores y esto se ha ido exacerbando a medida que ha ido creciendo esta cantidad de scooter y lamentablemente no ha tenido digamos la atención que se requiere por parte de las personas”, afirmó.
Lo anterior, en opinión de Basso, se traduce en “una serie de malas prácticas que se han ido socializando y finalmente termina con una convivencia que es muy pobre y generando fricciones y dañando a los peatones que son los más vulnerables”.
Asimismo Basso señaló que “muchas de las personas que utilizan scooter creen que es diversión cuando en realidad es un sistema de transporte, y el problema que tienen los scooter y las bicicletas es que son intrínsecamente inestables, por lo que tienden a protegerse andando por las veredas”.
“El problema es que ponen en riesgo a los peatones que también son vulnerables y no se genera esta correcta separación de los distintos modos de transporte.”, dijo.
El académico explicó que “hubo un intento por tratar de resolver esto fue la ley de convivencia vial del 2018. Lo principal tiene relación con la fiscalización, ya que nadie está cerca de fiscalizar. Por ejemplo, cuando uno adelanta una bicicleta tiene que hacerlo a más de 1.5 metros de distancia, y yo no he conocido a nadie que haya sido multado por esta situación”.
“Se supone que esta fiscalización la lleva adelante Carabineros, pero ellos tienen otras preocupaciones como la seguridad pública, por lo tanto, es muy difícil pedirle que adopte una fiscalización mayor en este sentido”, añadió.
Franco Basso ha podido estudiar este tema en profundidad y además, a partir de lo que ha obervado en otros países, cree que la clave tiene que ver con dos aspectos centrales. “El primero tiene que ver con el uso de la tecnología; cuando hemos visto que la fiscalización funciona es cuando existe tecnología que va a permitir pasar multas a los automovilistas, a través de fotorradares con la llamada Ley Cati”.
“Cada vez más avanza tecnología como la videoanalítica que permite detectar y capturar situaciones como cuando alguien en scooter va sin casco. Si avanzamos en tecnología y por otra parte, le quitamos el control exclusivo a Carabineros, vamos a avanzar”, enfatizó Basso.
Finalmente hizo una crítica a las empresas que proveen este tipo de servicios. “No se han hecho cargo del problema y muchas veces deslindan en los usuarios la dificultad, pero acá los principales encargados de verificar que los scooters que estacionados en lugares correctos, son las empresas”.
“En Alemania no permiten que se apague la sesión si es que el scooter no queda estacionado en un espacio delimitado para estacionamientos, y si tú lo dejas en cualquier lado, te seguirán cobrando a tu tarjeta de crédito por horas y horas. La solución no es tan compleja, requiere tecnología y un poco de voluntad de las personas”, detalló.
Revisa la entrevista completa acá: