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Lomos de toro en la polémica ¿Es la mejor solución vial para reducir la velocidad?

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POR María Alejandra Gallardo Contreras |

En Radio Pauta, el especialista en Transporte y seguridad vial, Francisco Fresard explicó que si bien “es la forma más fácil, los lomos de toro son la peor forma de resolver el problema”.

Los últimos días se ha producido un intercambio de opiniones en las Cartas al Director de algunos medios escritos, en torno a la utilidad de los “lomos de toro” y a la excesiva presencia de ellos en algunas calles, en las que cada 50 metros, aparece este tipo de reductor de velocidad.

Para conocer la verdadera utilidad y las razones de su excesiva presencia en las calles, en Ciudad Pauta, conversamos con Francisco Fresard, ingeniero e investigador en transporte y especialista en seguridad vial.

Lomos de toro en la polémica ¿Es la mejor solución vial para reducir la velocidad?

Al respecto, el especialista explicó que la principal función de los lomos de toro es reducir la velocidad, cuyo origen se remonta al Imperio Romano.

“Los romanos ya lo usaban. De hecho, Roma también reguló las vías. De ahí el dicho ‘todos los caminos llegan a Roma’. Ellos fueron los primeros en hacer caminos y los primeros en utilizar piedras como reductores de velocidad”, explicó.

Respecto de la realidad nacional, el especialista explicó que “las calles, avenidas y carreteras son regidas por el Ministerio de Transporte, sin embargo la jurisdicción de la infraestructura, el mantenimiento y la construcción dependen del Ministerio de Obras Públicas”.

En relación a la cantidad de lomos de toro que hay en una calle, señaló que responde a dos criterios. “Uno técnico y otro vinculado a los votos” que el alcalde pretende obtener a partir de la promesa de la instalación de un lomo de toro solicitado por un grupo de vecinos.

“Los vecinos piden lomos de toro, paso de cebra, y no necesariamente existe un riesgo objetivo. Es la subjetividad de los vecinos”, afirmó.

Por eso, señaló que es “insólito que a veces, cada 30 metros en vías residenciales, que no están en la red vial básica, uno  encuentra cada 30 metros un lomo de los extendidos, que es un lomo de toro, que no debería estar”.

Además “hay  vías estructurantes que pertenecen a la red vial básica, que tienen lomo de toro cada 50 metros. O sea, en 6 cuadras hay muchísimos lomos de toros”.

Respecto de ciertos barrios como San Carlos de Apoquindo, que inicialmente fueron residenciales, pero que con el tiempo han ido mutando a barrios mixtos, con mucha presencia comercial, universidades y mucho desplazamiento vehicular, dijo que efectivamente “la red vial básica de Santiago se hizo por los años 90”.

“Entonces ahí es donde se debe revisar nuevamente e incorporar vías a la red vial básica y lomos de toro de ser necesarios porque hay criterios técnicos y hay distintos tipos de diseño”, afirmó.

En opinión de Fresard, es ineficiente e inoperante un lomo de toro cada 30 metros en vías estructurantes, porque ocurren dos cosas que explicó desde un punto de vista técnico.

“Una, que efectivamente baja la velocidad, pero aumenta el deterioro de los vehículos y aumentan las emisiones contaminantes, porque los vehículos bajan su velocidad para luego acelerar, que se traduce en un problema ambiental y en un desgaste de los neumáticos”, advirtió.

Y por otro lado “muchos conductores se reasignan, es decir, si voy pasando por una calle en que en dos cuadras, hay  tres lomos de toro y en seis cuadras llevo diez y hay taco, me voy por otra vía y me meto en los barrios locales“.

Y en eso fue enfático en afirmar que pese a que “es la forma más fácil, los lomos de toro son la peor forma de resolver el problema“, y agregó que poner un lomo de toro es más barato, pero a la larga, “no es tan barato porque es ineficiente“.

Finalmente, dijo que “la mejor solución son las cámaras de velocidad. Poner muchas cámaras y que la persona  que pasa no puede ir acelerando porque le toman la velocidad en todos los puntos, entonces su velocidad media deberá ser inferior. Y la única forma de cumplir el límite de velocidad es que vaya despacio, no es que pase un lomo de toro y luego acelere”.

Revisa la entrevista completa acá: