Ciudad

Economía urbana: la disciplina que piensa la ciudad para mejorar la calidad de vida y generar nuevas conexiones humanas

Imagen principal
Facultad de Economía y Administración U. de Chile
POR María Alejandra Gallardo Contreras |

En Radio Pauta, Santiago Truffa, ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y PHD en Business and Administration de la Universidad de Berkeley explicó el impacto que provoca una ciudad bien pensada gracias a la economía urbana, y cómo afecta positivamente el crecimiento y las conexiones humanas.

Pensar una ciudad es, entre muchas cosas,  preguntarse cómo gestionar mejor las áreas urbanas para disponer de ciudades más seguras, inclusivas, sostenibles y resilientes.

Pero también es reflexionar acerca de cómo lograr ciudades que concentren un capital humano capaz de innovar, y de maximizar el potencial de una ciudad para que ofrezca una amplia gama de servicios y empleos con diferentes niveles de sofisticación.

La economía urbana justamente intenta responder estas preguntas a través del estudio de los fenómenos económicos que ocurren en los entornos urbanos.

Economía urbana: la disciplina que piensa la ciudad para mejorar la calidad de vida y generar nuevas conexiones humanas

En conversación con Ciudad Pauta, Santiago Truffa, ingeniero civil industrial de la Universidad de Chile y PHD en Business and Administration de la Universidad de Berkeley, explicó los alcances de la economía urbana y cómo impacta en la ciudad.

Truffa explicó que “la economía urbana se dedica a pensar las ciudades, y si esas ciudades son mejores, las personas viven mejor”, y agregó que “lo que a nosotros nos interesan son las personas y las firmas que habitan esas ciudades”.

“Nos interesan los networks productivos que estas personas y estas empresas pueden eventualmente generar. Y también nos interesa cómo las personas consumen en las ciudades, cómo consumen educación, salud, enfermedades.  Hay muchos fenómenos  que ocurren en el espacio”, indicó.

Por eso aclaró que lo que caracteriza además a la economía urbana, “no es solo el foco en las personas y en las firmas, sino que también el espacio es muy importante siempre”.

Por eso señaló que las personas que estudian el desarrollo económico se dieron cuenta “que la revolución industrial ocurre cuando la gente vive en urbes y empieza a conectarse. Y por lo tanto hay mucha evidencia de que una buena urbanización y densificación, genera crecimiento”.

El valor de vivir en la ciudad

Si bien la mitad de la población mundial vive en ciudades, todavía falta la otra mitad y muchas de las ciudades no cuentan con el espacio ni están preparadas o derechamente todavía no existen, por lo tanto, para Truffa constituye una oportunidad la posibilidad de “construir esas ciudades de la mejor manera posible para recibir a las personas”.

El valor de la ciudad radica, en palabras del experto en que “las ciudades nos permiten conocernos, salir a bailar, a comer, producir, trabajar, y todas esas cosas como seres sociales que hacemos las necesitamos hacer con otros seres humanos”.

“Mientras el mundo se vuelve más complejo y necesitamos conectar con muchos más seres humanos, necesitamos necesariamente ir generando estas densidades, estos espacios de aprendizaje, donde también el cara a cara es súper importante, es súper irreemplazable”, dijo.

Lo relevante es que la economía urbana se aprecia en elementos muy concretos gracias a la cantidad de información de la que se dispone en la actualidad. “Hoy en día tenemos datos que antes no teníamos; datos geolocalizados que dan cuenta de los lugares donde las personas realizan las actividades”.

La tecnología, en tanto, procesa dicha información y a través de modelos computacionales “nos pueden decir cómo mejor normar las ciudades; cómo distribuir la densidad y los planes reguladores; cuánto debiese crecer o no; qué problemas de transporte puede tener o qué efectos puede haber sobre los mercados laborales la construcción de una linea de metro”.

Berlin y la conexión de las personas

Santiago Truffa quiso tomar el ejemplo de Berlín, que en su opinión es la ciudad de la creatividad. Explicó que esta ciudad alemana “es un triste accidente” y que la guerra influyó a la larga en su desarrollo.

“Le cae una guerra mundial encima. Ahí vivía el Führer. La ciudad ya había sido destrozada, y la dividen.  Se produce un éxodo  muy grande de personas y quieres tener la capital ahí, pero no hay gente y se les ocurre dar free housing (casa gratis) a las personas que quisieran vivir en la ciudad”, explicó.

Ante esas condiciones quienes llegaron mayoritariamente fue gente joven y artistas. “Así como en Silicon Valley se generó una densidad de científicos e ingenieros, aquí llegó David Bowie, llegaron cantantes, pintores, y empezaron, al igual que los ingenieros, a conectarse entre ellos y a crear nuevos movimientos, nuevas cosas”.

“Entonces la creatividad nace en la densidad no solo en lo que es ingeniería, sino que en todo lo que podríamos considerar artes humanas“, afirmó.

Como consecuencia de lo anterior, se produjo un florecimiento económico y turístico. “Porque empieza a haber una cantidad de personas que demandan distintos tipos de servicios y vivienda, y por otro lado, esa identidad genera una curiosidad que también gatilló turismo”.

Revisa la entrevista completa acá: