Experto en planificación urbana por guetos verticales: “Fue responsabilidad de todos los alcaldes”
En Ciudad Pauta, el director de asesoría estratégica de AGS Visión Inmobiliaria, Esteban González, se refirió a los desactualizados planes de regulación urbana de las comunas de la Región Metropolitana y cómo esto se traduce en problemas como los guetos verticales de Estación Central.
El 62% de las comunas de Santiago no ha actualizado sus planes reguladores. Algunas de ellas mantienen vigente el mismo plan desde hace más de 40 años, a pesar de que la ley establece que deben revisarse cada diez años.
En Radio Pauta, el director de asesoría estratégica de AGS Visión Inmobiliaria aseguró que el problema de los “guetos verticales” en Estación Central fue responsabilidad “de todos los alcaldes que fueron pasando la responsabilidad de actualizar su plan regulador al siguiente, hasta que explotó la bomba“.
Según González, los planes reguladores “son las cartas de navegación que tiene una comuna para poder desarrollarse en el ámbito urbano. Es decir, guían y orientan la inversión por un lado, pero también protegen o resguardan ciertos sectores que requieren protección”.
“Desde esa perspectiva, muchas veces los planes reguladores crean riqueza o pobreza en la ciudad“, aseguró el arquitecto.
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La falta de actualización de estos planes afecta la calidad de vida de las personas, el acceso a los servicios, la planificación del transporte y, además, genera una visión fragmentada del desarrollo metropolitano.
Por esta razón, la normativa establece que deben ser revisados cada diez años. Sin embargo, muchas veces se posterga para dar prioridad a otras necesidades de la ciudadanía, como temas de seguridad, salud, educación, y también debido a cuestiones de presupuesto y lo burocrático que puede llegar a ser el proceso.
Este tipo de proyectos debe ser impulsado por el alcalde de la comuna, y los encargados de votarlo son los concejales. Además, en el proceso “hay dos grandes instancias de participación urbana”, lo cual el arquitecto destacó como positivo; sin embargo, aseguró que contribuye a la demora en los tiempos.
Su costo es otro factor, y varía según el área territorial en la que se trabaje, además de si son modificaciones puntuales o a un nivel más macro. Generalmente, los recursos provienen de “presupuestos regionales que se piden a la Subdere (…) y puede salir entre medio millón de dólares y un millón de dólares”, según González.
En la Región Metropolitana, se mantiene vigente el mismo plan regulador desde 1994. González asegura que el gran problema es que cada comuna hace lo que quiere. “Hoy es un mosaico, un collage de planes reguladores comunales que hacen lo que quieren”.
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En cosas fundamentales como las vías de transporte o el transporte en sí mismo, a diferencia de otros países del primer mundo como Estados Unidos, Europa y Australia, en los que primero se generan las infraestructuras y después la ciudad, el arquitecto aseguró que “acá es totalmente al revés. Llega la ciudad y después vemos cómo solucionamos, cómo metemos una línea de metro, una autopista”.
“Estamos totalmente al revés, Metro toma sus propias decisiones, el MOP toma sus propias decisiones respecto a la autopista urbana, (…) y el plan regulador solamente se limita a fijar y grabar fajas afectas a utilidad pública, que es por donde van a ir esos futuros caminos”, agregó el director de asesoría estratégica de AGS Visión Inmobiliaria.
En relación a esa problemática de la planificación urbana, González aseguró que si Estación Central hubiese tenido un plan regulador acorde a la realidad, se habrían evitado los guetos verticales.
“Aquí hay una omisión pública. Muchas veces se le echan la culpa a las inmobiliarias, que pueden tener una culpa por haber tratado de estrujar el limón al máximo, pero las normativas eran totalmente laxas y, por lo tanto, permitían, y las responsabilidades fueron de todos los alcaldes que fueron pasando la responsabilidad de actualizar su plan regulador (…) hasta que explotó la bomba”, concluyó el arquitecto.
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