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Representante de La Piojera no descarta la posibilidad de mantener el local y abrir otra sucursal

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POR Isidora Fontánez Núñez |

En Ciudad Pauta, Mauricio Gajardo, representante de La Piojera, se refirió a la posibilidad de mantener el histórico local en el centro de Santiago, que lleva más de 100 años, bajo ciertas condiciones, y de abrir una nueva sucursal como parte de una estrategia de expansión.

A raíz de la crisis de seguridad que afecta al país, el emblemático bar La Piojera está evaluando la posibilidad de abandonar el local que lo ha albergado desde sus inicios, debido a las pérdidas económicas que esta situación le ha generado.

Sin embargo, en conversación con Radio Pauta, el representante de La Piojera, Mauricio Gajardo, señaló que, si las condiciones en Santiago Centro mejoran, no sería necesario cerrar. “A lo mejor podemos poner una sucursal que, en el fondo, supla y ayude acá. Pero si el centro no cambia, lamentablemente tengo que cerrar”, afirmó.

El icónico bar, reconocido por su tradicional “terremoto”, se ha visto afectado por la disminución de público en el centro de Santiago.

Disminución de clientes en La Piojera

Antiguamente, muchas personas acudían a esta zona para trabajar, realizar trámites bancarios y, en el intermedio, detenerse a almorzar. Sin embargo, con el traslado de oficinas y servicios a otros sectores de la capital, ya no hay un fuerte incentivo para visitar el centro.

“No hay interés en el centro de Santiago”, afirmó Gajardo. Además, señaló que a los turistas se les recomienda visitar otros barrios, como Las Condes y Providencia, por ser más seguros. “Entonces, ¿dónde tengo que moverme? A Las Condes o Providencia“, agregó.

El representante del bar aseguró que no es una decisión que les agrade: “Son 110 años, pero como sociedad, este es un negocio y tenemos que vivir. Hay familias, tenemos socios, es un negocio”.

Según Gajardo, la crisis comenzó con el estallido social y la posterior pandemia, y se ha agravado en los últimos años debido a la sensación de inseguridad, el “descontrol que hay con los ambulantes” y otro factor clave: “el mal olor” en ciertos sectores del centro de la capital.

Actualmente, ni los jóvenes universitarios quieren acudir a la zona, aseguró el empresario. “Tengo hijos que van a la universidad y les digo: ‘Hijos, díganle a sus compañeros que vengan’, y me responden: ‘No, papá, mis amigos no quieren ir al centro’”.

Reducción de personal y otras medidas para la crisis

Para subsistir en los últimos años, el bar ha debido reducir su personal de 35 a 16 trabajadores y acortar su horario de atención.

Antes cerraba a la una o dos de la mañana. Ahora, si son las siete de la tarde y hay dos o tres mesas, mando a cerrar el negocio porque no me conviene mantenerlo abierto. Hago más gasto en luz y agua, y no se justifica, también por la seguridad de los trabajadores”, explicó Gajardo.

No obstante, con la llegada del nuevo alcalde de Santiago, Mario Desbordes, el empresario destacó que se han tomado medidas en seguridad y limpieza, lo que podría hacerlos reconsiderar su decisión.

“Podemos revertir la situación“, afirmó, sin descartar la posibilidad de abrir otro local que les permita ampliar el negocio. “A lo mejor podemos poner una sucursal que, en el fondo, supla y ayude acá. Pero si el centro no cambia, lamentablemente tengo que cerrar”, concluyó.

Revisa la entrevista completa aquí:


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