El apagón masivo en Chile no es un caso aislado a nivel mundial

En Ciudad Pauta, Claudio Seebach, decano de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez, se refirió a los apagones que han afectado a distintos países del mundo, en el contexto del reciente corte de suministro que impactó a 14 regiones de Chile.
Desde Arica y Parinacota hasta Los Lagos, los usuarios permanecieron sin luz por al menos 6 horas, lo que generó la inquietud de varios respecto de si este fenómeno se trató de un hecho aislado o de un evento recurrente a nivel global.
En Radio Pauta, el ingeniero industrial eléctrico, Claudio Seebach, aseguró que la complejidad de este tipo de eventos radica en que, al tratarse de sistemas tan complejos y que transmiten mucho voltaje, es necesario verificar que las centrales y sus componentes, como los molinos rotatorios, estén en condiciones óptimas antes de restablecer el suministro.
A lo largo de la historia, se han registrado numerosos apagones masivos, también conocidos como blackouts, que no solo han afectado amplias regiones dentro de un país, como ocurrió en Chile, sino que en algunos casos han trascendido fronteras.
Entre los más recordados, se encuentra el de Argentina en 2019, que dejó sin electricidad a 50 millones de personas; el de Estados Unidos, que afectó a ocho estados y generó cerca de 800 rescates en ascensores, como también el de Brasil en 1999, que impactó a 60 millones de habitantes debido a la escasez hídrica y la limitada capacidad energética.
Según el experto, si bien estos eventos no son aislados, su escala, impacto y duración pueden variar considerablemente.
En el caso de Chile, su sistema eléctrico interconectado lo hace más propenso a este tipo de fallas, pero a la vez, es preferido, ya que “permite balancear la disponibilidad de energía de una parte con la de otra” y trasladarla “a la velocidad de la luz (…) con menos pérdidas” señaló el ingeniero industrial eléctrico.
A diferencia del corte de luz ocurrido en invierno de 2023, provocado por fuertes vientos que afectaron algunos barrios, “lo que ocurrió ayer fue un fallo a nivel de la transmisión troncal”, es decir, en “la principal columna vertebral de energía“, explicó Seebach.
La complejidad de este tipo de eventos radica en que, al tratarse de sistemas tan complejos y que transmiten mucho voltaje, es necesario verificar que las centrales y sus componentes, como los molinos rotatorios, estén en condiciones óptimas antes de restablecer el suministro.
Por lo mismo, hizo un llamado a la prevención, ya que si bien los sistemas siempre fallan, ya sea “por VGE, por algún efecto climático, un error de software, una pieza mecánica que se quema”. El desafío es establecer estrategias para reducir la ocurrencia de estos eventos, lo que requiere inversión y la fijación de estándares adecuados.
En conversación con Radio Pauta, el experto criticó la respuesta del Gobierno, señalando que “se ha puesto primero el esfuerzo en apuntar a responsabilidades antes de que siquiera haya vuelto la luz”.
Según su visión, lo primordial en una emergencia de este tipo es la coordinación entre el sector público y privado para la rápida recuperación del servicio.
“Lo primero que le importa a las personas es que vuelva la luz. Entonces, lo primero que tiene que hacer la autoridad es trabajar codo a codo con la empresa y con todos los sectores disponibles para restablecer los servicios”, afirmó Seebach.
Añadiendo que una vez repuesto el suministro, añadió, corresponde investigar, identificar responsabilidades y aplicar sanciones, un proceso “superclaro y súper normado en Chile”.
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