El juicio del siglo de EE. UU.: el icónico caso que cambió la vida de O. J. Simpson
El caso de O.J. Simpson, es uno de los juicios más mediáticos y controvertidos en la historia de Estados Unidos.
El exjugador de fútbol americano, O. J. Simpson, ha fallecido a los 76 años tras una larga batalla contra el cáncer. Conocido por su destacada carrera como running back con los Buffalo Bills, Simpson también se vio envuelto en uno de los casos judiciales más polémicos de Estados Unidos.
A pesar de su reconocimiento en el ámbito deportivo, su vida estuvo marcada por la acusación del asesinato de su exesposa, Nicole Brown Simpson, y a Ronald Goldman. Este caso judicial acaparó la atención de todo el mundo.
¿Qué hizo O. J. Simpson y por qué fue condenado?
Hace casi tres décadas, el caso de O.J. Simpson emergió no solo como un juicio por doble homicidio, sino también como un fenómeno cultural que encapsuló las tensiones raciales, la obsesión por la celebridad y las disyuntivas del sistema judicial estadounidense.
La unión matrimonial de Nicole Brown y O.J. Simpson se inició en 1985 y se extendió durante siete años. Durante este tiempo, el exjugador enfrentó múltiples investigaciones policiales por acusaciones de violencia doméstica. En 1992, Nicole Brown optó por pedir el divorcio.
El 13 de junio de 1994, Nicole fue encontrada sin vida en un dúplex en Los Ángeles, junto a Ronald Goldman, quien se presume era su compañero sentimental. La estrella del fútbol americano, actor y personalidad televisiva, se convirtió rápidamente en el principal sospechoso.
El juicio del siglo de EE. UU.: el icónico caso que cambió la vida de O. J. Simpson
Lo que siguió fue una persecución vehicular televisada en vivo, con Simpson en una Ford Bronco blanca, captando la atención de millones de espectadores y marcando el inicio de un drama judicial sin precedentes.
Iniciado en enero de 1995, el juicio de O.J. Simpson se convirtió en un circo mediático. Las audiencias estaban repletas de tácticas legales, giros dramáticos y emotivos testimonios. La defensa, liderada por Johnnie Cochran, planteó dudas sobre la integridad de la escena del crimen y la posible contaminación de las pruebas, incluyendo un guante ensangrentado encontrado en la propiedad de Simpson, que se convirtió en uno de los momentos más icónicos del juicio.
El juicio también profundizó en las divisiones raciales en Estados Unidos. La defensa de Simpson sugirió que había sido víctima de un montaje policial, aprovechando el escepticismo existente hacia el Departamento de Policía de Los Ángeles, especialmente entre la comunidad afroamericana.
En octubre de 1995, tras un juicio que mantuvo pendiente al país, Simpson fue declarado no culpable. La reacción fue polarizada: mientras algunos celebraban la decisión como una victoria contra un sistema judicial sesgado, otros veían en el veredicto un grave fallo de justicia, influenciado por la fama y la raza.
Aunque fue exonerado en el proceso penal, solo transcurridos dos años, O. J. Simpson fue encontrado culpable en un juicio civil por los homicidios de Nicole Brown Simpson y Ronald Goldman. Como resultado, se le impuso el pago de una compensación de 33,5 millones de dólares a los parientes de las víctimas.
Su figura sigue siendo objeto de debates, documentales y producciones cinematográficas que intentan desentrañar los muchos enigmas de su caso.