La evolución de la seguridad biométrica en los teléfonos inteligentes
Los teléfonos inteligentes se han convertido en mucho más que un dispositivo de comunicación, a través de ellos se pueden realizar operaciones bancarias, compras, almacenar documentos y tantas otras funciones más que, muchas veces, requieren estar protegidas para la tranquilidad del usuario.
En este sentido, en los últimos años se avanzó largamente y, gracias a los sistemas de seguridad biométrica, en la actualidad los teléfonos inteligentes son dispositivos más seguros para cada usuario.
Hoy estamos familiarizados a desbloquear nuestro teléfono o confirmar una compra con tan solo posicionar uno de nuestros dedos sobre el lector de huellas dactilares, sin embargo, este es sólo el comienzo de la seguridad biométrica.
Conozcamos un poco más sobre esta tecnología: cómo ha evolucionado desde sus inicios, qué ventajas ofrece y cuál es su futuro.
¿Cómo inició todo?
Aunque las huellas dactilares se utilizan hace más de 100 años en materia de seguridad, en cuanto a los teléfonos móviles esta tecnología comenzó a popularizarse en la década de 2010. Fue Motorola con su modelo Atrix lanzado al mercado en 2011 el primero e integrar un lector de huellas dactilares para poder desbloquear el teléfono.
Sin embargo, pese a la existencia de este primer modelo, fue Apple con su iPhone 5s lanzado al mercado en 2013 el que logró un verdadero cambio de paradigma en lo que a seguridad biométrica respecta.
Este modelo fue el primero en contar con el sensor Touch ID. A través de un escáner de huellas dactilares colocado en el botón de inicio los usuarios podían desbloquear su teléfono o realizar compras a través de la App Store. Este avance, además de significativo en materia de seguridad, también representó para los usuarios una forma más cómoda, rápida y eficiente de desbloquear el dispositivo.
De la huella dactilar al reconocimiento facial
El Touch ID fue el sistema pionero de la seguridad biométrica, sin embargo, desde su presentación los avances en la materia no se han hecho esperar.
Su evolución vino dada por el sistema de reconocimiento facial. Nuevamente fue Apple, con su modelo de iPhone X lanzado en 2017, el primero en utilizar este sistema al cual denominó Face ID.
Hasta entonces, los métodos de reconocimiento facial dependían de la utilización de cámaras en 2D. Con su Face ID, Apple introdujo el sistema de cámaras TrueDepth el cual se encargaba de proyectar y analizar más de 30 mil puntos infrarrojos del rostro del usuario para realizar un mapeo 3D detallado del mismo.
Fue tal el avance en materia de seguridad y precisión que trajo aparejado este sistema que, inmediatamente, las demás compañías fabricantes de smartphones comenzaron a aplicar esta tecnología en sus dispositivos.
De hecho, el propio sistema operativo Android incursionó en el tema para brindarle a los fabricantes más herramientas en materia de reconocimiento facial.
También por esos años, algunas empresas trabajaron en el desarrollo de otros sistemas de autenticación biométrica. El uso de la voz o el escaneo del iris ocular fueron algunas alternativas.
Samsung, por ejemplo, incluyó en 2016 el sistema de escaneo de iris en su modelo Galaxy Note 7. Sin embargo, aunque en materia de seguridad era altamente recomendable, lo cierto es que era poco preciso y cómodo, motivo por el cual no logró escalar en popularidad.
Estas son las ventajas de la seguridad biométrica
Los teléfonos son, en la actualidad, los dispositivos electrónicos con los que más tiempo pasamos a diario y esto se debe, en buena parte, a la cantidad de actividades que realizamos o podemos realizar a través de ellos.
Por lo tanto, un uso más práctico y seguro siempre será bienvenido y, en este sentido, los sistemas de autenticación biométrica han traído aparejado múltiples ventajas:
La principal ventaja de la autenticación biométrica es su mayor seguridad. El gran problema de las contraseñas tradicionales era la facilidad para olvidarlas, la necesidad de cambiarlas a menudo o, peor aún, la posibilidad de que sean robadas o hackeadas.
Esto ya no es un problema gracias ya que cada individuo tiene características biométricas distintas a otro siendo sumamente difícil burlarse del sistema. Tan importante es este avance que ha tenido un impacto muy significativo para reducir los ataques de phishing y otro tipo de delitos cibernéticos.
En un segundo lugar, cabe destacar que la autenticación biométrica brinda mayor comodidad para el uso de múltiples aplicaciones. Con tan solo ubicar el dedo en un sensor o mirar hacia la cámara es posible desbloquear el teléfono, ingresar a una aplicación o realizar una compra.
En tiempos donde queremos que todo sea más simple, rápido y cómodo, la autenticación biométrica se vuelve una excelente aliada.
Retomando uno de los aspectos antes mencionados, la integración con otros servicios es otra de las ventajas de la autenticación biométrica. La posibilidad de utilizar los datos biométricos para el acceso a billeteras virtuales, aplicaciones bancarias o de seguridad e, incluso, dentro de ellas para confirmar una acción u operación.
Más allá de la practicidad para no tener que recordar distintas contraseñas de ingreso, está claro que esto les brinda a los usuarios mayor seguridad sobre una cuestión tan sensible como son sus datos financieros.
Por último, un aspecto ventajoso de estos sistemas de seguridad es que están en constante evolución. Tanto en lo que hace al software como el hardware de los dispositivos, hay un avance continuo en pos de lograr dispositivos más seguros como es el caso del iphone 14, por ejemplo.
¿Cuál es el futuro inmediato?
Teniendo en cuenta la constante evolución antes mencionada, hay algunas novedades que se están comenzando a probar o están en vías de desarrollo en materia de seguridad biométrica para teléfonos móviles.
Una de ellas es la biometría multimodal que consiste en la combinación de múltiples tipos de autenticación biométrica, como las huellas dactilares, el reconocimiento facial y el escaneo de iris ocular. Este sistema ya está en uso en algunos dispositivos y es la que, probablemente, pronto se vuelva más popular debido a la practicidad y seguridad que brinda.
En un futuro, una de las opciones que se está barajando en cuanto a la autenticación biométrica es a base de la conducta del usuario. El patrón de escritura, la geolocalización, la forma en que se sostiene el teléfono son algunas de las conductas que podrían ser motivo para brindar una mayor seguridad al usuario sin que este, necesariamente, sea consciente.
Además, está claro que los sistemas que ya consideramos tradicionales continuarán desarrollándose de la mano de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático para brindar más seguridad, una mayor precisión y un uso más práctico para todos los usuarios.
A su vez, se espera que este tipo de tecnología trascienda a los teléfonos inteligentes para llegar a smartwatches, tablets e, incluso, sistemas para hogares inteligentes. Así como el avance en la última década ha ido en continuo ascenso, los años venideros no prometen ser menos en materia de seguridad de los usuarios de los dispositivos electrónicos.