¿Cómo jugarán los tres grandes este semestre?
Los sistemas de juegos, las virtudes, debilidades y capacidades de cada uno de los entrenadores son puntos importantes para entender cómo funcionarán los equipos más importantes de Chile.
Mucho se habla de que equipo será favorito para el Torneo Nacional de Chile 2019. Unos dicen que Colo Colo tendría que quedarse con el título porque fichó a Mario Salas, otros apuestan por Universidad de Chile por la gran cantidad de jugadores que contrató, mientras que hay quienes apuestan por Universidad Católica por mejorar el plantel.
El equipo de PAUTA entrevistó a Francisco Pérez, entrenador de fútbol y fundador de Concepto Táctica, medio especialista en análisis futboleros, sobre cómo juegan los tres grandes, las ventajas y desventajas que pueden tener cada uno de los equipos y cuáles van a ser los sistemas de juego empleados por cada equipo.
¿Quién es favorito al título? Con los antecedentes entregados en esta nota, el lector es libre de tomar una decisión.
Colo Colo
De la mano de Mario Salas, los albos mantendrán el esquema favorito del entrenador a lo largo de su carrera: 4-2-3-1. Este esquema lo ha utilizado en Barnechea (al borde del ascenso a Primera), Selección Sub 20 (cuartofinalista en Turquía 2013), Huachipato (clasificación a Copa Sudamericana), Universidad Católica (dos títulos nacionales y una Supercopa) y Sporting Cristal (tres títulos nacionales). Es evidente que la fórmula le ha dado resultados positivos y la ha ido perfeccionando con el correr de los años. Sin ir más lejos, tanto en la UC como en Perú logró que su equipo fuese el menos goleado y el más goleador de la competencia.
Para Francisco Pérez, en Blanco y Negro tienen todas sus cartas depositadas en el entrenador. “Colo Colo contrató un técnico y tres jugadores. Seguramente están apostando a la experiencia que tiene Salas en cuanto al funcionamiento colectivo sobre las individualidades que tiene; el plus se lo tiene que dar el entrenador”, indicó.
Los albos mantienen la base del plantel 2018 más la variante en algunos puestos propuesta por Salas: Ronald de la Fuente por Damián Pérez, Gabriel Suazo en el mediocampo sobre las opciones de Carlos Carmona y Jaime Valdés (además de la salida de Claudio Baeza), Gabriel Costa por derecha (nadie se consolidó cuando Héctor Tapia jugó con extremos) y Pablo Mouche por la banda izquierda.
Una dificultad que tendrá Mario Salas en su arranque serán las bajas: Matías Zaldivia y Agustín Orión estarán tres meses fuera, mientras que Jorge Valdivia y Esteban Paredes se ausentarán por tres semanas de las canchas. Para Francisco Pérez, uno de los problemas radica en que “aún sus jugadores están tratando de insertarse dentro de una organización de juego”. Ese escollo ha quedado de manifiesto en estos primeros cuatro partidos, dado que Salas aún no encuentra el once ideal ni se ve a los jugadores totalmente adaptados al funcionamiento que busca.
Otro desafío para el “Comandante” será sostener el ritmo de juego que él pretende durante todo un partido. Para Francisco Pérez, un importante desafío para Salas será “darle sustento a sus concepciones de juego, especialmente al momento de su trabajo defensivo, donde deberíamos ver a una línea defensiva más expuesta ya qué hay más espacios por la idea de querer ir al frente de Salas y por ende existirán mayores recorridos por parte de todos sus jugadores”.
El tiempo será clave en este ítem, ya que los entrenamientos y partidos deberían ir mejorando sus coordinaciones ofensivas, los movimientos de generación de espacios y las variantes necesarias para llegar a zona de finalización. Aunque Pérez complementa que, para que el trabajo rinda frutos, “necesita de la individualidad para finalizar aquellos movimientos”. La ausencia de la columna vertebral del equipo podría jugar en contra en este ítem.
Universidad de Chile
Los azules tendrán una renovada cara este 2019. Frank Darío Kudelka probó varias fórmulas en su primer año al mando de los azules con lo que tenía, que básicamente no se ajustaba a su forma de ver y plantear el fútbol. Este verano, cuando tuvo la posibilidad de traer a los jugadores que interpretaran de mejor forma su idea de juego, fichó al por mayor y ya se ven las primeras mejorías respecto a lo exhibido en 2018.
A diferencia de lo hecho la temporada pasada, cuando probó distintas variantes del 4-4-2 y el 4-2-3-1, ya quedó claro que utilizará este último esquema y trajo jugadores pensados en el fútbol que quiere que exhiba su Universidad de Chile.
Entre los refuerzos pensados en el once titular, trajo centrales como Lucas Aveldaño y Sergio Vittor, en reemplazo de Christian Vilches, Rafael Vaz y Gonzalo Jara; contrató a Jimmy Martínez para que complementara en el centro con Rafael Caroca, el primero como volante mixto con llegada y el segundo como tapón y primera salida limpia; Sebastián Ubilla renació como puntero derecho, Nicolás Oroz será el volante creativo que alimentará a los extremos y al “9”; Pablo Parra se adueñó de la banda izquierda para marcar diferencias desde ese sector. Quien juegue de nueve (Ángelo Henríquez, Gabriel Torres o Matías Campos López) tendrá la misión de terminar las jugadas de gol que el equipo genere.
Para Francisco Pérez, “Universidad de Chile muestra o respeta una idea dentro de lo que quiere Kudelka o lo que era su idea base cuando llegó a Chile. En los amistosos se ha visto parte de esas concepciones de juego, pero quizás careciendo de mayor peso específico en la zona finalización de jugada”. La llegada de Gabriel Torres está pensada en suplir ese déficit exhibido por los azules.
Dentro de las ideas ofensivas, lo que buscará este equipo es ganar desde la mayor generación desde la posesión, pero eso dejará espacios. Pérez explica que el funcionamiento en ataque de los azules se basará en “sumar mucha gente en ofensiva, en la posesión de balón, en el inicio de juego, salir jugando, tener a los dos laterales adelantados, no jugadores improvisados, como le ocurrió el año pasado, que decantó en que tuviese laterales más preocupados de marcar”. Será clave para los azules que las transiciones de ataque a defensa estén bien trabajadas, si no, los rivales podrían aprovechar ataques directos para anotarles goles.
Universidad Católica
Los cruzados llegan con la gran ventaja de mantener un equipo que viene de ser campeón. Gustavo Quinteros tiene claros los defectos y virtudes del trabajo hecho por Beñat San José. Según ha declarado en reiteradas oportunidades, buscará sumarle algunas cosas a la solidez defensiva mostrada por el equipo en 2018. Su idea principal es generar mayores variantes ofensivas, algo de lo que careció la UC durante la temporada pasada. De todas formas, mantendrá el 4-2-3-1 que tan buenos resultados entregó a San José.
Francisco Pérez comparte el análisis de Quinteros y asegura que “le puede dar mayor cantidad de variantes cuando tenga el balón, eso es lo que le tiene que sumar al equipo. El año pasado ganó varios partidos por individualidades. Por lo mismo, tiene que mejorar en la elaboración o en la construcción de jugadas”.
Como no ocurría desde hace muchos años, tal vez desde la época de los “Pirulácticos”, la dirigencia del club se echó la mano al bolsillo e hizo una gran inversión en jugadores, en una clara muestra de que están armando un plantel para pasar a la siguiente ronda de Copa Libertadores.
Lograron mantener a Matías Dituro, además de sumarle a Cristopher Toselli; sumaron dos centrales como Benjamín Vidal y Valber Huerta como alternativas a los titulares (Germán Lanaro y Benjamín Kuscevic); contrataron a Juan Cornejo, un jugador con mucha más llegada y técinca con el balón que Germán Voboril; en ofensiva, César Pinares y Edson Puch le dieron un plus a una zona ofensiva que posee a nombres que destacan en el medio chileno (José Pedro Fuenzalida y Diego Buonanotte). La posible llegada de Jeisson Vargas y de un centrodelantero terminarían por conformar a un plantel con el nivel para competir en Copa Libertadores.
Estos fichajes le permiten a Gustavo Quinteros contar con individualidades superiores de las que tenía Beñat San José a disposición. Francisco Pérez asegura que ahora “se ve un equipo con mayores opciones al momento de generar y con algo que quizás aún no se aprecia tanto en sus rivales, que es el desequilibrio que puede presentar en zona de generación y llegada. Jugadores como Puch, Pinares o Cornejo se suman a lo bueno que ya venían haciendo Fuenzalida, Luciano Aued o Buonanotte. Si le agregamos a ello la presencia de Jaime Carreño, César Munder, posiblemente Jeisson Vargas y un centrodelantero, conlleva a tener un equipo más completo”.
En Emelec y la Selección de Ecuador se vieron los mejores momentos de los equipos dirigidos por Gustavo Quinteros. Haciendo una comparación con ellos, Pérez cree que, “a diferencia de lo que hacía en Quito, donde salía a ahogar a los equipos rivales en los primeros minutos, acá veremos variantes como la pasada de los laterales, haciendo un dos contra uno en la banda. Te quita un poco de orden defensivo esta alternativa, algo que destacaba con Beñat San José, pero si logra explotar las bandas acá, como lo hacía en Ecuador, puede generar algo muy interesante. Sebastián Sáez o el nueve que llegue, serán los grandes beneficiados con esto”.
Los cruzados tendrán duros compromisos en la Copa Libertadores. Las visitas al Arena do Gremio y al Gigante de Arroyito serán todo un desafío para Gustavo Quinteros, ya que enfrentará a equipos superiores en plantel y con planteamientos que podrían complicar a la UC. Una buena forma de subsanar esto será con un buen orden defensivo, algo que es tradicional de Quinteros en sus equipos. A diferencia de Beñat San José, Quinteros plantea una defensa más intensa, de mayor marcaje y de presión en espacios reducidos.
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