Los cinco frentes que hicieron caer a Sebastián Moreno de la presidencia de la ANFP
La cuestionada gestión económica y deportiva, falta de liderazgo y la polémica negociación con Turner explican su próxima salida.
Formalmente, sigue como presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP). Pero su cargo está en cuenta regresiva. Luego de la dura derrota política sufrida en los últimos días, Sebastián Moreno debió pactar su salida con la cada vez mayor oposición que tenía al frente. De hecho, el fin de su mandato podría producirse a fines de julio o de agosto de este año.
PAUTA agrupó las cinco principales razones por las que el mandamás del fútbol chileno deberá dejar su cargo en los próximos meses.
Gobierno débil
Sebastián Moreno debió asumir en emergencia la candidatura a la presidencia de la ANFP, luego que sorpresivamente Arturo Salah declinara la opción de la reelección.
El bloque oficialista se quedó intempestivamente sin un candidato fuerte para enfrentar el proceso electoral en noviembre de 2018, por lo que el nombre del entonces secretario general irrumpió por descarte. No hubo mucho más donde echar mano. Su triunfo en las urnas se produjo luego de cuatro vueltas en las votaciones, las más reñidas de la historia, imponiéndose por el cuórum mínimo exigido por los estatutos (25 votos contra 21 de Jorge Uauy, el candidato opositor).
Moreno asumió entendiendo que su gestión no sería fácil, por lo que debería utilizar mucha capacidad de negociación. Ese papel lo asumió el hombre fuerte de la administración de Salah, el vicepresidente Andrés Fazio. Sin embargo, a poco andar, la relación entre ambos se deterioró.
En febrero de 2019, Fazio renunció al cargo sin explicaciones públicas. Pero todos en Quilín sabían las razones. Apartado de las decisiones más importantes, el exdirigente de la Universidad Católica prefirió dar un paso al costado, por lo que Moreno quedó sin la espalda de quien manejaba al revés y al derecho las operaciones en la ANFP. Conocido es también el distanciamiento con quienes fueron sus compañeros en el directorio de Salah, como Gaspar Goycoolea y Hugo Muñoz, a quienes -luego de asumir la presidencia- no solo no consideró en su equipo, sino que además dejó de llamar.
Falta de liderazgo
La salida de Andrés Fazio de la vicepresidencia dejó a Sebastián Moreno sin un hombre de confianza en el directorio. Privado de la capacidad de negociación de su compañero de lista, el presidente de la ANFP perdió el diálogo con muchos clubes. Los opositores dicen que durante su gestión el fútbol chileno perdió representatividad en la industria.
La incapacidad de liderar quedó expuesta con el estallido social de octubre, donde se vio sometido a las presiones de aquellas instituciones y grupos de hinchas organizados que forzaron el fin anticipado del torneo. El Sindicato de Futbolistas (Sifup) no tuvo contrapeso en la discusión pública y finalmente la ANFP no hizo mucho por agotar todas las instancias para la continuidad del campeonato.
En noviembre de 2019 fueron los propios seleccionados los que tomaron la decisión de suspender un partido amistoso con Perú, en Lima. Lo hicieron estando ya en Chile, argumentando que los futbolistas tenían que estar en sintonía con el sufrimiento de la gente. La voz de Moreno ni se escuchó, señalan sus críticos.
La disputa del Chile 3 para acceder a la Copa Libertadores lo privó también de un importante aliado. Unión Española se cambió al bando opositor, ganándose un enemigo poderoso: Jorge Segovia.
La crisis del Covid-19 ratificó las debilidades de la conducción del presidente. Mientras varios clubes entraron en una batalla frontal con sus planteles por la reducción de salarios y la aplicación de la ley de protección del empleo, Moreno brilló por su ausencia al no entregar una directriz clara que fijara una política institucional.
Gestión deportiva
Un viejo dicho que se conoce en la ANFP asegura que la selección es el equipo del presidente. Si a la “Roja” le va bien, le irá bien a la administración.
El mejor ejemplo es Sergio Jadue; las críticas en su contra fueron muchas veces acalladas por los éxitos deportivos. Pero Sebastián Moreno tuvo poco que mostrar.
La Copa América de Brasil fue apenas un respiro, ya que el alicaído juego de la selección no alcanzó a tapar las voces de los detractores. Para peor, las selecciones menores quedaron a la deriva. La Sub 23 jugó el preolímpico prácticamente sin preparación. La Sub 20 estuvo más de un año sin un entrenador. El técnico de la Sub 17, Hernán Caputto, fue levantado por la Universidad de Chile, club al que aceptó la oferta ante el escaso interés de la ANFP por un plan a largo plazo. Y con la crisis social, el torneo del fútbol joven quedó prácticamente arruinado, sin competencias desde octubre de 2019 hasta por lo menos septiembre de 2020.
Administración económica
Este es sin duda el principal motivo de la salida de Sebastián Moreno. El factor que activó la furia opositora en los últimos días fue el compromiso asumido por el presidente de la ANFP ante el CDF, en orden a indemnizar al dueño de los derechos televisivos por los partidos pendientes de la competencia, debido a la crisis social y a la emergencia sanitaria. La disidencia lo acusa de una “ruinosa” negociación, sin consulta al consejo de presidentes, la que incluso podría poner en riesgo la continuidad económica de varias instituciones.
Pero además se le ha criticado la falta de transparencia en la información de la gestión económica. Pese a que su administración goza del mejor contrato de la historia, tras la firma con Turner en 2018, la ANFP mostró un déficit operativo durante el año pasado. Según la oposición, hay $8.294 millones en cuentas por pagar a entidades relacionadas al 31 de diciembre de 2019, desconociéndose por parte de los clubes los montos actualizados.
Según los datos que ha hecho circular la disidencia, durante la administración de Sebastián Moreno la ANFP ha aumentado los costos de administración en más de $2.500 millones, lo que representa un incremento de 34% de los gastos, mientras que sus ingresos disminuyeron 27%.
Problemas judiciales
En noviembre de 2018, la cadena FOX Sports Chile cuestionó a Sebastián Moreno en el denominado Caso Codelco. Se le acusó de no actuar diligentemente en el robo de concentrado de cobre por más de $45 mil millones mientras él era el abogado de la empresa estatal.
La denuncia periodística expuso las voces de testigos que aseguraron haber sido presionados por el actual presidente de la ANFP al momento de declarar ante la comisión investigadora de la Cámara de Diputados.
El parlamentario Andrés Celis (RN) presentó una querella en contra de Moreno. Varios clubes sostienen que debió marginarse de la presidencia hasta aclarar su situación judicial.
A esto se sumó un problema heredado por la gestión Jadue: una querella por apropiación indebida presentada por la empresa de factoring Factorplus por una deuda impaga asumida por la concesionaria de Deportes Concepción, Fuerza Garra y Corazón, en septiembre de 2015 (préstamo a cambio de ingresos por derechos de CDF).
Según los demandantes, esta debió comenzar a saldarse en enero de 2016, cuando Moreno ejercía el cargo de secretario general de la ANFP. El presidente fue citado a declarar próximamente ante la Bridec de la PDI en calidad de testigo.