Historias de interrupciones: los presidentes de la ANFP que no completaron su mandato
A poco de que los se elija una nueva directiva, recordamos los nombres que, al igual que Moreno, dejaron Quilín antes de tiempo.
Lunes 25 de mayo de 2020. El primer Consejo de Presidentes virtual se realizaba para escoger a cuatro nuevos integrantes del directorio de la ANFP, que hasta ese entonces solo contaba con Sebastián Moreno y Marcos Kaplún (insuficientes para sesionar). Jorge Aguilar y Arturo Guzmán (ambos con 28 votos); Raúl Jofré, con 26, y Jorge Yunge, con 25, alcanzaron el apoyo necesario para incorporarse a la directiva.
En la instancia, Moreno formalizaba su salida. “Renuncio para generar nuevos caminos de entendimiento, pensando en el futuro de la actividad y para que de una vez por todas existan señales y acciones concretas para que algunos dejen sus intereses particulares y piensen en la importancia del fútbol en nuestra sociedad”. No obstante, los motivos que propiciaron su derrota van más allá de la conflictiva relación con algunos clubes.
Para reemplazarlo, en los casi dos meses que quedan para una nueva elección, serán Pablo Milad (expresidente de Curicó Unido) y Lorenzo Antillo (presidente de Audax Italiano) quienes tomarán protagonismo en la disputa por el cargo más alto en la ANFP. Y es ahí donde la voz de los clubes tanto de Primera A como de Primera B será decisiva.
El camino a Quilín 5635
El Consejo de Presidentes es la autoridad máxima de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) y de este dependen las decisiones que se toman en torno a los clubes. Según el artículo nº10 del reglamento institucional, son facultades de esta instancia: censurar al Presidente, al Vicepresidente, al Directorio, a uno o más Directores, a los miembros del Tribunal de Disciplina, del Tribunal de Asuntos Patrimoniales, del Tribunal de Honor, y al Directorio del Cuerpo Arbitral.
Cualquier votación del ente rector del balompié nacional debe ser aprobada por mayoría absoluta por los consejeros (presidentes o representantes de los equipos de Primera A y Primera B), cuyos votos cuentan con un peso distinto: en el caso de los primeros su postura vale doble, mientras que los segundos se ven representados por la fórmula de un club un voto.
Bajo esa norma, actualmente se distribuirían así los sufragios:
Santiago Wanderers y Deportes La Serena, a pesar de ser parte de la máxima categoría del fútbol profesional, cuentan hoy solo con un voto.
Para la elección del próximo directorio, los clubes deberán inclinarse por una lista completa, que contendrá además los nombres de los seis directores que completarán la estructura organizacional de Quilín 5635.
De acuerdo con el artículo nº24, letra g de los estatutos, si ninguna de las listas obtiene mayoría absoluta, la elección se repetirá hasta que se establezcan diferencias. Si el empate persiste, las preferencias de los equipos de Primera A definirán la directiva.
Salieron en mitad de ruta
La renuncia de Moreno es un hito más dentro de los tormentosos últimos años de gobernabilidad en la ANFP. Al igual que él, existen otros personeros que dejaron el cargo antes de tiempo.
Ya sea por polémicas dentro de la cancha o dentro de la sede, desde que en 1987 el ente rector dejó de ser la Asociación Central de Fútbol de Chile (ACF) para llamarse Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) hay varios nombres que han extendido la lista de presidentes que no han terminado su período.
Sergio Stoppel
Comenzó en el mundo del fútbol ejerciendo su profesión de médico, en 1977, cuando se integró a Cobreloa en el año de fundación del club. Una temporada después alcanzó la presidencia del club ante la renuncia de José Gorrini (presidente) y Mario Puente (vicepresidente). Estuvo dos períodos en el cargo, hasta que asumió la labor que lo terminaría marginando de toda actividad relacionada con el deporte: la presidencia de la ANFP.
Llegó a ese puesto en 1989, en las elecciones del 10 de abril. No obstante, duraría poco. Bastaron cinco meses y uno de los mayores bochornos en la historia del fútbol chileno para marginarlo de la institución. El “escándalo del Maracaná” lo llevó a renunciar el 14 de septiembre.
Las sanciones se hicieron caer sobre varios miembros del equipo, además de Stoppel, quienes quedaron con la imposibilidad perpetua de participar en actividades relacionadas con el fútbol. Recién en 2007 el castigo les fue levantado.
Sergio Jadue
Luego de triunfar por 27 votos contra 21 ante Ernesto Corona en las elecciones por la presidencia de la ANFP, Jadue completó sin problemas su primer período. Pero no así el segundo, a pesar de ser reelecto con lista única y 46 votos favorables, en las elecciones del 3 de noviembre de 2014.
Esos resultados le entregaban la presidencia hasta 2019, pero esta solo se extendió por un año.
En este directorio serían Jaime Baeza, Jorge Fistonic, Nibaldo Jaque, Álex Kiblisky, Antonio Martínez y Cristián Varela quienes lo acompañarían en la mesa, la cual comenzó a desmoronarse en 2015 en medio del estallido del FIFA Gate.
El 17 de noviembre de ese año, a las 22:35 horas, el vuelo LA 0500 despegó rumbo a Miami con Jadue a bordo, para unas “vacaciones familiares” del presiente de la ANFP. La renuncia aún no se materializaba, y fue al día siguiente que el entonces timonel interino, Jaime Baeza, explicó que la decisión fue tomada un día después.
A pesar de que, según sus palabras, se le pidió que diera un paso al costado, Jadue presentó un permiso de 30 días para ir a Estados Unidos. “El directorio, no conforme con el permiso presentado, le reiteró que presentara su renuncia a más tardar el día posterior al partido de Chile en Uruguay, lo cual finalmente se materializó hoy”, dijo.
Sebastián Moreno
“El desarrollo de nuestra actividad necesita que todos estemos juntos. Las puertas de la ANFP están abiertas para los clubes”. La frase fue dicha el 7 de enero de 2019. En ese momento comenzó una gestión que se debía extender hasta fines de 2022, pero que al perder esa unidad de que hablaba (entre otros) su entonces presidente, Sebastián Moreno, solo pudo cumplir la mitad del periodo.
Moreno dejó de ser secretario general del directorio encabezado por Arturo Salah para pasar a ser presidente con 25 votos sobre los 21 de Jorge Uauy. Pero actualmente, y a pesar de continuar con el cargo de manera formal, su administración no goza del apoyo transversal de los clubes. Con la salida de Andrés Fazio, el 28 de febrero de 2019, su gestión comenzó a derrumbarse.
A eso se suman las polémicas con el Canal del Fútbol (CDF), la gestión deportiva y la falta de liderazgo en momentos claves. Lo que realmente necesita el fútbol, dijo en su momento, “es gobernabilidad para avanzar, pero cuando más se necesitaba unión, se nos negó la sal y el agua”. Desde el 31 de julio de este año, esa unión dejará de existir.