El Real Madrid de Zidane: 1.373 días, 11 títulos y 141 victorias
Con el triunfo 2-1 ante el Villarreal, el francés sumó su segunda Liga con los madrileños, engrosando una historia de éxitos como técnico que supera sus hitos como jugador.
“La historia del Real Madrid y de Zinedine Zidane van de la mano. Héroe de la Novena (Champions League) con su inolvidable gol en Glasgow, siguió vinculado al Real Madrid tras su retirada. Segundo entrenador del equipo de la Décima, pasó después a dirigir al Castilla hasta que el 4 de enero de 2016 fue nombrado entrenador del primer equipo, cargo que desempeñó hasta el 31 de mayo de 2018″.
Así anunciaba un club con una de sus peores crisis en la década, con Florentino Pérez cuestionado en el vestuario y tras cuatro paredes, el retorno del entrenador más exitoso de los últimos 50 años. Su salida en 2018 fue para el mismo presidente del club “uno de los mayores disgustos de mi vida”. Pero cuando cinco días antes de la confirmación, el 6 de marzo de 2019, el teléfono del campeón del mundo sonó, lo único posible fue contestar la llamada con un automático sí.
Pasaron 29 meses desde que después de ganar todas las finales alcanzadas, Zizou dejaba el banquillo de los merengues. Cerca de nueve meses de la transición entre el desconcierto y la esperanza para la hinchada del club más exitoso de España, de Europa y del mundo. “Vuelvo porque el presidente me llamó. Y como quiero mucho a este club, aquí estoy. No podía decir que no”, aseguró en su primera conferencia como el nuevo entrenador del club.
Iniciaba así su segunda etapa para reemplazar la pobre campaña de otro que se hizo con un doblete en la historia de la institución (jugador y técnico): Santiago Solari. El formado como entrenador en las inferiores del equipo, fue cesado de su cargo tras dirigir 32 partidos, con un saldo de 22 triunfos, dos empates, ocho derrotas (68,8% de rendimiento), y el Mundial de Clubes como único título.
Pero si todo iba mal en casa, la llegada del que dicen no sabe perder podría dejar todo atrás.
Frente al Villarreal, en el Alfredo Di Stéfano, coronaron una temporada a lo menos compleja. Triunfo de 2-1 (dos goles de Benzema) y fin de la historia. La pelea con el Barcelona parecía desfavorable hasta antes del receso obligado, pero una vez retomada la acción los merengues no perdieron ningún partido. Así, luego de 37 fechas, alcanzaron 87 puntos (imposibles de igualar por los catalanes) y arrebataron, luego de dos temporadas, el dominio de su archirrival en la liga local.
Los 209 partidos en que ha mirado desde el banquillo al equipo (144 en La Liga, 40 en Champions, 15 en Copa del Rey, 4 en el Mundial de Clubes, 4 en la Supercopa de España y 2 en la Supercopa de Europa) se traducen en que cada 19 encuentros, alguna copa (solo él sabe cuál será la próxima) cae. En total, son 141 victorias, 42 empates y 26 caídas que le permiten cumplir con una regla que quedó establecida de manera tácita en su primer paso por Madrid: ganar no es opción, sino exigencia.
La 33º para ellos, el 1º para él
No lo logró el primer año, y por eso en el segundo la frase era: ¡A por la 33!. Ganar La Liga siempre fue su objetivo prioritario, y para eso debió esperar a su segundo año en el club (temporada 2016-2017). A lo menos destacada, aunque no completamente regulares. Y hasta eso se queda corto para definir la campaña del Real Madrid en el torneo local: cerraron la temporada con 93 unidades (29 victorias, seis empates y tres derrotas) y una diferencia de gol de +65.
Pero de fácil, nada. Así lo demostraron con las remontadas ante el Deportivo de La Coruña y el Betis, y al terminar solo con tres puntos de ventaja sobre el Barcelona. Pero Zidane sabe lo que es mantenerse en los primeros puestos y así lo demostró. Nunca bajó del podio: si en la primera fecha quedaba segundo, en la segunda quedaba tercero. ¿Que qué pasó de ahí en adelante? Las restantes 36 fechas se mantuvo sólido en el liderato de la tabla general.
Y cómo no, si Cristiano Ronaldo fue goleador absoluto de los merengues. Con 34 tantos en 38 partidos ninguno de sus compañeros pudo batir más veces un pórtico. Ni Karim Benzema (18 goles), ni Gareth Bale (15).
Tres veces “orejones”
Una carrera que no la empezó él, cuesta arriba y con cambios históricos. Rafa Benítez entraba por Carlo Ancelotti, y Keylor Navas por Iker Casillas. Pero ya en la segunda fase hubo un nuevo enroque en el banquillo: Zidane dentro, Benítez fuera. Un doble 2-0 ante la Roma por octavos de la Champions League. Caída 0-2 y victoria 3-0 ante el Wolfsburgo. Empate sin goles y saldo positivo por la cuenta mínima ante el Manchester City: Así llegaban a la final contra el Atlético de Madrid. A lo menos infartante, la igualdad 1-1 en tiempo reglamentario, los merengues anotaron todos sus penales.
Al año siguiente la historia se repetía. Doble 3-1 ante el Nápoli en octavos. Un 6-3 global a favor de los de Zizou ante el Bayern Munich en la ronda de los ocho mejores. Y en semifinales parecía historia conocida: Simeone buscaba redimirse, pero el Madrid se anotó con un 4-2 en el marcador final y sacaba pasajes al duelo con la Juventus en el encuentro decisivo. Categórico, y con doblete incluido de Cristiano, se impusieron 4-1 obteniendo el título en Cardiff.
Con esto, además, se convirtieron en los primeros bicampeones de Europa en la era Champions.
La décimotercera tenía que llegar. El rival a superar en octavos era el PSG, con Neymar y Mbappé como objetivos a neutralizar, y con un 5-2 pasaron a cuartos. Nuevamente se repetía la historia de rivales en semis y finales: esta vez, la Juve estuvo a punto de amargarles de la fiesta con el 3-1 en la vuelta, pero el global decía 4-3 para los merengues. El mismo marcador se repitió ante el Munich en semifinales, y un gigante en crecimiento los esperaba en Kiev. Jürgen Klopp por una parte y Zidane por la otra. Pero como es lógico, el 3-1 le permitió solo a uno recordar su objetivo: la 13º tenía que llegar y llegó.
De Supercopas sabe
Décima Supercopa de España. En 2017, ante el Barcelona. ¿Qué si vale más el trofeo o el rival? Eso lo responden los que llevan al Madrid desde siempre con ellos. Un 3-1 en el Camp Nou seguido del 2-0 definitivo en el Santiago Bernabéu (con Asensio y Benzema), les permitieron encumbrarse nuevamente como los mejores de España.
Y tres años después, desenlace parecido. En Arabia Saudita se hizo con la undécima en un encuentro, a lo menos, extenuante. No hubo goles en los 90 minutos. Tampoco los hubo en la prórroga. Pero estos aparecieron de manera desbalanceada en la tanda de penales: cuatro tantos anotados por Dani Carvajal, Rodrygo, Luka Modric y Sergio Ramos, y el único tanto para el Atlético de Madrid por parte de Kieran Trippier.
Pero si de Supercopas se trata, es imposible pasar por alto la de Europa. En la edición 2016, Noruega fue casa de la final entre el Real Madrid y el Sevilla de Jorge Luis Sampaoli (tercera instancia consecutiva en dos equipos españoles, con los sevillanos presentes en todas). Un 2-2 en tiempo reglamentario y una prórroga para el Madrid por 3-2 cimentaban la historia.
Al año siguiente, Zidane buscaba repetir el trofeo y anotarse con un doblete, esta vez, ante el Manchester United (campeón de la Europa League), y con el 2-1 (tantos de Casemiro e Isco, y Romelu Lukaku), logró entregarle al equipo la cuarta desde que comenzaron a disputar el torneo.
Por si fuera poco, ¡bicampeones del mundo!
Año 2016. Domingo, en Japón, contra el Kashima Antlers. Si bien el resultado final indicó un 4-2 final, que les entregaba a los dirigidos por el francés su segundo título bajo el nombre de Mundial de Clubes (y el quinto intercontinental), el doblete de Gaku Shibasaki para dejar todo 2-1 (Karim Benzema para la apertura de la cuenta) los dejó por varios minutos congelados. Hasta que apareció CR7 para igualar todo. Ya en la prórroga el portugués completó su triplete en el Estadio Internacional de Yokohama, al minuto 104’.
Aunque al leerlo parezca un cuento repetido, si hay algo que el equipo de Zizou supo hacer desde que llegó al banco es ganar. Después de haber obtenido el Mundial de Clubes en Asia, repitió la hazaña en Abu Dabi. La influencia de Cristiano: marca el único tanto que les dio la victoria y el sexto título del mundo. MVP de la final contra Gremio.
Otro que logró levantar un trofeo adicional fue Sergio Ramos, quien se quedó con el premio Fair Play de la FIFA.
En aquel partido decisivo los equipos salieron a la cancha así:
Real Madrid: Navas, Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo, Isco (Lucas Vázquez, 73’), Casemiro, Modric, Kroos, Benzema (Bale, 79’) y Cristiano Ronaldo.
Gremio: Marcelo, Edilson, Geromel, Kanneman, Michel (Maicon, 84’), Luan, Cortez, Ramiro (Everton, 71’), Lucas (Jael, 63’), Fernandinho y Jailson.