La agenda de los próximos 90 días del nuevo presidente de la ANFP
El reinicio del torneo local aparece como la tarea más urgente de Pablo Milad. También definir el futuro de Reinaldo Rueda, recomponer relaciones con el CDF y resolver la separación con la Federación.
Cuando todavía no se descarta que la lista perdedora en las elecciones de la ANFP, encabezada por el presidente de Audax Italiano, Lorenzo Antillo, recurra al tribunal calificador de elecciones del fútbol (Tricel) debido a supuestas irregularidades en el proceso electoral, el nuevo presidente Pablo Milad está obligado a concentrarse en las urgencias que presenta la industria y que, en gran medida, provocaron el fin prematuro del gobierno de su antecesor, Sebastián Moreno.
El expresidente de Curicó Unido y exintendente del Maule asume una vez más en medio de disputas directivas y con la obligación de encontrar un rápida solución a varios problemas urgentes. ¿Cuáles son esas prioridades? En PAUTA describimos los cinco temas que aparecen en los primeros lugares de la lista del nuevo presidente del fútbol chileno.
El retorno del fútbol
El 16 de marzo pasado la ANFP anunció la suspensión temporal del torneo producto de la pandemia de Covid-19, cuando en el país había solo 155 casos confirmados. En una primera instancia se dijo que el campeonato, que apenas sumaba ocho fechas de un total de 34, iba a paralizar por dos semanas, a la espera de que mejorasen las condiciones sanitarias.
Transcurridos casi cinco meses, la competencia sigue detenida y ha provocado desastrosas consecuencias en las finanzas de los clubes. La mayoría debió recurrir a la Ley de Protección del Empleo y a suspender la relación laboral con los jugadores. Y aunque se logró regresar a los entrenamientos bajo estrictas medidas, la situación no da para mucho más.
Milad se comprometió a intentar que el fútbol vuelva el 15 de agosto, aun cuando la última palabra la tiene el Ministerio de Salud. Si el nuevo presidente de la ANFP logra dar garantías a la autoridad y consigue el retorno a la actividad en la fecha prevista, habrá conseguido el primer éxito de su gestión.
Rueda y la Selección
Primero fue el estallido social de 2019 y después la pandemia de Covid-19. Los dos fenómenos han afectado duramente el trabajo de la Selección, que no juega un partido oficial desde octubre de 2019.
La Federación de Fútbol ha debido reducir sus costos, entre los que se incluyó un acuerdo con el seleccionador Reinaldo Rueda para que disminuyera en 50% su salario, sin devolución, en el período entre marzo y junio.
Pablo Milad heredó la negociación pendiente con el técnico colombiano ya que, sin actividad, la ANFP pretende prolongar el contrato por al menos tres meses más. No será fácil. Según se ha conocido, el entrenador pretende que esta vez la dirigencia se comprometa a la devolución del porcentaje que no percibiría en el período.
Por ahora la FIFA programó el inicio de las clasificatorias para octubre, incluso con la idea planteada en la Conmebol de llevar la competencia a Europa. Como sea, el tema urge, ya que tiene la presión de CHV, el canal dueño de los derechos televisivos de La Roja, que comprometió un pago de US$ 120 millones por los partidos de la selección.
La paz con el CDF
Otro tema urgente es también recomponer las relaciones con el principal socio comercial de la ANFP, el Canal de Fútbol (CDF). Luego del estallido social y la decisión del consejo de presidentes de dar por terminado el torneo –con el que Universidad Católica ganó el bicampeonato-, el contrato quedó en entredicho.
El expresidente Sebastián Moreno se comprometió a indemnizar a Turner (conglomerado dueño del CDF) por los partidos no emitidos al final de la temporada pasada, pero lo hizo sin consultar a los presidentes, lo que causó la molestia en varios clubes, que finalmente se organizaron para apartar del poder a Moreno.
Jorge Carey, presidente ejecutivo de Turner Chile, calificó de “poco serio” el actuar directivo. La pandemia y la consecuente suspensión del torneo vino a profundizar la crisis. Sin partidos cada vez es más difícil cumplir con el contrato y por ende, dar seguridad que los pagos por concepto de TV sigan llegando a los clubes. Pablo Milad ha planteado la posibilidad de modificar las bases del campeonato, como por ejemplo incluir una liguilla al finalizar la temporada, para compensar en parte los meses de inactividad. También ha dicho que es probable que la competencia se prolongue hasta enero de 2021.
La segunda división profesional
Surgida durante la época de Sergio Jadue, la Segunda División Profesional (tercera división) solo ha traído dolores de cabeza a la ANFP. Sin apoyo económico, ni representación en el consejo de presidentes, los clubes de esta categoría exigen una respuesta clara del nuevo presidente de la ANFP.
Quieren recibir al menos un porcentaje de los ingresos provenientes del CDF, lo que choca con los intereses de las instituciones de Primera A y Primera B. En su campaña, Pablo Milad únicamente se comprometió a “buscar auspiciadores” para la división. Para peor, el nuevo presidente de la ANFP deberá enfrentar la sentencia del Tribunal de la Libre Competencia (TLDC), que calificó como ilegal el cobro de US$ 1 millón a las instituciones que ascienden a la Primera B, como cuota de incorporación, una barrera económica establecida por votación el 2011, y en la que Milad participó siendo vicepresidente de Curicó Unido.
El dictamen obliga a la ANFP a pagar una multa de US$ 2,3 millones, aunque fue apelado ante la Corte Suprema.
La separación ANFP-FFCH
Foco del conflicto que hace 10 años provocó la salida de Harold Mayne-Nicholls de la presidencia del fútbol chileno, y que fue postergado por las administraciones de Sergio Jadue, Arturo Salah y Sebastián Moreno, la separación de la ANFP de la Federación del Fútbol de Chile (FFCH) esta vez deberá ser enfrentado sin posibilidad de dilaciones por Pablo Milad, tras una exigencia perentoria de la FIFA.
El ente rector del fútbol mundial busca homologar las estructuras directivas de las federaciones asociadas, separando la organización de las ligas profesionales de las respectivas selecciones nacionales.
En Chile, el presidente de la ANFP y de la Federación son una misma persona. Pablo Milad está en una difícil encrucijada, ya que ningún club está dispuesto a dejar de participar de las ganancias que produce la Selección. A ello se suma que el cargo de presidente de la ANFP no es remunerado, dado que es una corporación privada sin fines de lucro. Pero Milad sí recibirá un salario en su calidad de presidente de la FFCH, equivalente a US$ 20.000 mensuales, provenientes de la Confederación Sudamericana de Fútbol, pero al que tendría que renunciar si se produce la separación de ambas entidades.