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El jaduismo vive

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POR Cristián Rodríguez |

¿Se abrirá la caja de pandora? ¿Reaccionará la ANFP ante esto? Es lo que se pregunta Fernando Tapia frente a las irregularidades que se destaparon con los pagos en Lautaro de Buin.

Por estos días, la jueza de la corte Este de Nueva York, Pamela K. Chen, accedió por undécima vez en poco más de cinco años a la petición del abogado de Sergio Jadue para conocer la sentencia de su caso por corrupción en el marco del FifaGate.

Nada nuevo si consideramos que el caso se sigue investigando y que es en definitiva el FBI el que sugiere que el expresidente de la ANFP se mantenga colaborando con la justicia en tanto no se agoten los procesamientos de otros implicados. Jadue sigue siendo muy útil como “soplón” de las autoridades norteamericanas y es probable que su sentencia, ahora fijada para el 29 de octubre de 2021, siga siendo aplazada más adelante.

Por eso, a no engañarse. No es que el exdirigente tenga tantas influencias como para escapar de una sentencia que tarde o temprano llegará, sino que más bien su figura es la de una marioneta, manipulada por los investigadores, que lo utilizarán hasta cuando deje de ser servible. La justicia de Estados Unidos ha demostrado ser muy eficiente para desmontar, al menos en una parte importante, la enorme maquinaria de corrupción construida en cuatro décadas de impunidad. Lo preocupante es que en Chile no hayamos sido capaces de haber aprendido la lección.

Las andanzas en nuestro país de Sergio Jadue y su séquito de confianza se han mantenido en las sombras. A nadie del fútbol le interesó seguir indagando cuán profundas fueron las acciones ilegales que cometió. Ni siquiera el Consejo de Presidentes de la ANFP fue capaz de hacer un mea culpa por su responsabilidad como cómplice pasivo de sus acciones. Nada. Se optó por echar la basura debajo de la alfombra. Lo mismo corre para las instituciones con prerrogativas de haber fiscalizado tan oscura época de la dirigencia chilena. El Ministerio de Justicia, el Servicio de Impuestos Internos, la propia Fiscalía, vinieron a reaccionar recién cuando Jadue ya se había entregado al FBI en Estados Unidos.

En jerga futbolística llegaron tarde y mal. La falta de control marcó esa época, posibilitando que el fútbol se manejara por si solo con nefastas consecuencias. Por desidia, desinterés o conveniencia, lo cierto es que el panorama no ha cambiado tanto. Esta semana el periodista Víctor Gómez de La Red aseguró tener pruebas que demostrarían gravísimos casos de corrupción, amaños de partidos con la complicidad de dirigentes, árbitros y jugadores. El desafío será poder probar algo de lo que se suele hablar, pero que choca con la imposibilidad de conseguir respaldos.

Ocurrió al mismo tiempo en que una filtración de un audio de WhatsApp en que el técnico y propietario del club Lautaro de Buin, Carlos Encinas, sugiere pagar el finiquito de un jugador (Hans Martínez) a través de una boleta ideológicamente falsa, con el objetivo de ocultar un doble contrato. En la Segunda División existe un límite salarial de $15 millones brutos para la planilla de jugadores. Exiguo, a decir verdad, para cualquier equipo que se diga profesional. Pero para cumplir con esta norma se recurre a la trampa, en la que se informa un salario menor aunque pagando de forma paralela una cifra más generosa, que se mantiene en una contabilidad secreta, lo que permite satisfacer el requerimiento del futbolista. 

Entrevistado en el programa Pauta de Juego, de Radio PAUTA, Encinas se defendió señalando que esa es una práctica habitual. Y tiró el mantel a señalar que tenía información que Jaime “Pajarito” Valdés había sido contratado por el club San Antonio Unido con un sueldo formal por $1 millón, más $7 millones “por fuera”.

¿Se abrirá la caja de pandora? ¿Reaccionará la ANFP ante esto? Me temo que no se debe esperar mucho de un organismo que seguramente buscará una respuesta institucional que resguarde su condición de intocable. Si es verdad lo que dice Encinas que es una práctica común, ¿qué ha hecho la famosa Unidad de Control Financiero del fútbol chileno? ¿Cómo son realmente las estructuras de pago en los diversos clubes? Porque no hay que ser un especialista para darse cuenta que todo el sistema se pone en duda. Me pregunto si instituciones como San Luis de Quillota y Unión La Calera, que tiene un controlador común, poseen un sistema  de costos  y de tributación paralelo o integrado. ¿Puede haber algún mecanismo similar con clubes que comparten intereses, como los asociados a los factoring? ¿O los que son manejados en los hechos por un mismo representante? Muchas preguntas y pocas respuestas, porque en definitiva hay muchos interesados en que todo siga igual.

Podrá no estar Sergio Jadue, pero su impronta se mantiene. Peor aún, muchos de sus principales colaboradores siguen vigentes y activos, como su secretario ejecutivo, Oscar Fuentes, el mismo que lo acompañó a contratar abogados con platas de la ANFP para su defensa personal en el FifaGate, y que hoy aparece defendiendo a diversos clubes ante el tribunal de disciplina, entre ellos Colo Colo, que tiene a Harold Mayne Nicholls como vicepresidente. Ni hablar del propio presidente actual de la Asociación, Pablo Milad, quien no dudó a decirle al propio Jadue: “Primo, tú eres el mejor presidente de la historia”, cuando el auto declarado culpable por corrupción ya se había entregado en Estados Unidos.

Ante este panorama no veo otra solución que no sea la intervención. Los hechos le dan una nueva posibilidad al SII, al Ministerio de Justicia y hasta el Consejo de Defensa del Estado, considerando la posibilidad de delitos tributarios. O incluso a la propia FIFA, que sé de buena fuente, sigue muy de cerca el lento y poco entusiasta proceso chileno de separación de la ANFP y la Federación. ¡No vuelvan a llegar tarde!.

Fernando A. Tapia participa en Pauta de Juego, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 12:30 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en www.PAUTA.cl.