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El otro planeta de Tiane Endler

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FIFA
POR Eduardo Olivares |

“Cualquier hombre que haya ganado el The Best con seguridad es ya millonario”, señala Fernando A. Tapia: “No es el caso que Endler, que anualmente recibe un sueldo cercano a los US$ 168.000”.

Ha sido la gran noticia del año que recién comienza: Christiane Endler ganó el premio The Best a la mejor portera del mundo. Es sin duda el reconocimiento individual más importante en la historia del fútbol chileno, incluyendo los conseguidos por los hombres. Para muchos, simplemente la ratificación de algo que hace rato era más que evidente.

La capitana de la Selección Chilena venía de varias temporadas extraordinarias, demostrando su enorme calidad y talento, además de su liderazgo para sobresalir en el primer mundo del fútbol femenino. Junto con una muy buena generación con la Roja, obtuvo logros jamás antes alcanzados, como una primera clasificación a un mundial adulto al igual que a una histórica presencia en unos juegos olímpicos.

La carrera de Endler está plagada de éxitos. Uno tras otro. Parece estar tocada con una varita mágica, aunque nada para ella ha sido casualidad. Sus logros no son más que consecuencia del trabajo y profesionalismo. Es tomarse realmente en serio el fútbol, en un país donde seguimos en pañales con la rama femenina. Esta es su victoria más importante. Llegar a ser lo que es pese a surgir desde Chile, siempre persiguiendo sus sueños. Tiane supo escuchar consejos, como el del preparador de arqueros de la selección femenina de 2007, donde llegó a integrarse como delantera. El exportero Marco Antonio Cornez vio en ella las condiciones para destacar bajo los tres palos, especialmente su estatura, poco común entre sus pares. De ahí en más el puesto fue de ella. En Chile y en todos los clubes en los que ha estado. Siempre titular. En Unión La Calera, en Everton, en Colo Colo –donde consiguió la Copa Libertadores de América, único título internacional de un equipo femenino chileno–, en el South Florida de Estados Unidos, y en los cuatro clubes europeos donde hasta ahora ha jugado: Chelsea, Valencia –donde ganó el premio Zamora como la portera menos batida de la liga-, el PSG y actualmente en el Olympique de Lyon.

Endler es hoy el símbolo de una nueva etapa del fútbol femenino, que en el mundo lleva varias décadas de atraso en su desarrollo respecto del masculino. La primera fase, la del prejuicio con las mujeres practicando fútbol, ya ha quedado en el pasado. Hoy la tarea es emparejar más la cancha. Por eso es muy importante valorar en toda su dimensión el reconocimiento que acaba de recibir, porque ella ha demostrado que, en similares condiciones de trabajo en relación con los hombres, las futbolistas chilenas pueden ser capaces de alcanzar grandes metas. No se trata solo de la brecha salarial, vergonzosa a mi juicio, aunque comprensible por la ventaja que la industria del fútbol masculino le lleva a la femenina, sino que especialmente por las condiciones en las que deben entrenar y competir.

La capitana de la Selección chilena está hoy en un estatus muy lejano en relación con sus colegas en Chile. Su último contrato con el Olympique de Lyon, firmado con 29 años, es el primero que en rigor le puede dar cierta tranquilidad económica. Cualquier hombre que haya ganado el The Best con seguridad es ya millonario. No es el caso que Endler, que anualmente recibe un sueldo cercano a los US$ 168.000, es decir, unos 10 millones de pesos mensuales. Aún así, con las abismantes diferencias con el fútbol masculino, Tiane vive en otro planeta respecto a las futbolistas que se desempeñan en el campeonato chileno.  Basta revisar el estudio realizado por el observatorio de gestión de personas de la Universidad de Chile junto a la Asociación Nacional de Jugadoras de Fútbol Femenino (Anjuff) en octubre del año pasado, que estableció que en nuestro país el 83% de las futbolistas no recibe remuneración alguna. Indignante. Y de las que cobran un sueldo cada mes, el 8,5% gana apenas entre 100 mil y 500 mil pesos. Según el informe, apenas el 1% tiene un salario de 1 millón de pesos o un poco más. Lo peor: apenas el 4,4% de ellas tiene un contrato laboral.

Haber surgido hace 15 años desde el fútbol chileno para llegar a ser la mejor arquera del mundo puede ser considerado un milagro en estas condiciones. Es cierto que se ha avanzado, especialmente en el trato que desde hace unos cinco años la Federación de Fútbol de Chile les ofrece a las seleccionadas. Este es un mérito poco reconocido a las administraciones en la ANFP de Arturo Salah y especialmente de su sucesor, Sebastián Moreno. Este mismo mes, la Cámara de Diputados despachó el proyecto de ley que obligará a las Sociedades Anónimas Deportivas a tener, en un plazo de tres años, contratos labores para todas sus futbolistas. Es una esperanza que esperemos se haga realidad pronto, y que cuya implementación está ahora en manos del Senado. Ojalá que la ley no se quede entrampada allí, como muchas otras iniciativas relativas al fútbol que se han paralizado en la Cámara Alta (como el de la reforma a las SADP que, entre otras cosas, prohíbe a los representantes ser dueños de clubes). Por ahora es momento de aplaudir a Christiane Endler, que con su ejemplo tira el carro para exigir un mejor trato para todas nuestras futbolistas.

Fernando A. Tapia participa en Pauta de Juego, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 12:30 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en PAUTA.cl.