Ídolo del “Ballet” y referente de la Roja: Leonel Sánchez muere a los 85 años
El puntero izquierdo es uno de los jugadores más importantes de la historia de Universidad de Chile, club en el que marcó 167 goles y ganó seis títulos.
“La única instrucción que me dieron fue que jugara tal como lo hacía en las inferiores. Pienso que lo hice bien, porque después empecé a entrenar con el plantel adulto”, recordaba Leonel.
El exjugador, historia viva del fútbol chileno -por ser uno de los referentes históricos de Universidad de Chile y, para muchos, el mejor puntero izquierdo del fútbol nacional- murió este sábado 2 de abril a los 85 años.
La leyenda de Leonel comenzó a escribirse el 13 de septiembre de 1953 en el Estadio Santa Laura. El recinto de Unión Española se preparaba para albergar un nuevo encuentro entre Everton de Viña del Mar y la U. Los azules, dirigidos por Jorge Ormos, darían para el puntapié inicial ante 3.490 personas, con jugadores como José Silva y Mario Ibáñez. Pero al margen de las figuras, pocos sabían que en un juvenil de 17 años, que a los 11 llegó a cadetes, estarían descubriendo parte fundamental de su historia.
Como puntero izquierdo, la posición que defendió toda su vida, Leonel Guillermo Sánchez Lineros se estrenó ese día como profesional en un partido que terminó 1-1. Aquel, el primero de los 412 compromisos jugados con el “Romántico viajero” quedó para siempre grabado en la memoria de quien, entre 1959 y 1969, convirtió 167 tantos y alcanzó seis títulos, formando parte fundamental del “Ballet Azul”.
“Centro de Leonel, gol de Campos” se convirtió en una frase repetida hasta el cansancio en esa época en que hizo dupla con Carlos Campos (fallecido en noviembre de 2020), su mejor compañero de ataque. Un tándem que se grabó a fuego para los azules en aquella final ante Colo Colo por el Torneo Nacional de 1959. En la instancia, ese 11 de noviembre, Leonel fue uno de los encargados de marcar en el 2-1 (el otro fue Ernesto Álvarez) que dio fin a una temporada de 10 triunfos y un empate en las últimas 11 fechas.
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A esos títulos lo siguieron otros cinco en 1962, 1964, 1965, 1967 y 1969. Sin embargo, no sería este último la corona final para su carrera. Tras su salida del club de sus amores, y con el pase en su poder, el histórico azul fichó en Colo Colo, equipo con el que conquistó el título en 1970. Una excepción que confirma la regla: ni siquiera haber jugado por un breve periodo en el archirrival de los azules empañó su leyenda.
En paralelo, Sánchez se consagró también como una de las figuras del tercer lugar de Chile en el Mundial de 1962, convirtiendo cuatro tantos y quedando como uno de los goleadores de la cita planetaria. Un rendimiento total dentro de la cancha, incluida la recordada agresión al italiano David en el Nacional.
Cerca de 17 mil personas fueron testigos del tanto que abrió el marcador ante la Unión Soviética de Lev Yashin, el gol que inmortalizó Julio Martínez Prádanos con su relato de “justicia divina” (fue de un tiro libre que debió ser penal). A ese recuerdo, se suma su participación en el Mundial de Inglaterra 1966. Con la Roja, Leonel alcanzó un total de 24 conquistas.
Pasos posteriores por Ferroviarios y Palestino culminaron su carrera como futbolista profesional, pero comenzaron a cimentar el retorno al origen. 12 años después de haber dejado la actividad, y con 49 años, concretó su vuelta a la U como técnico interino entre 1985-1986 y 1987, para luego ser ayudante de Luis Ibarra en 1989.
Ese año, terminó alzándose como pieza sin la cual no se entendería la historia del club: no solo había sido uno de los miembros consulares del “Ballet”, figura de los Mundiales y goleador histórico; ahora era también base del resurgimiento de un club que retornaba a la máxima categoría del fútbol chileno tras una campaña en la B.
“Mi corazón es de la U. Llegué a este club a los 11 años y me quedé porque es el mejor lugar donde podía estar”, dijo Leonel en 2019.