La suerte está echada
“Si el veredicto del tribunal disciplinario es adverso, habrá una instancia de apelación interna. Y si allí se vuelve a perder, Chile ya notificó que irá al TAS”, dice Fernando A. Tapia.
Para este viernes 10 de junio se espera que el tribunal de disciplina de la FIFA entregue su veredicto tras la reclamación interpuesta por la Federación de Fútbol de Chile por el denominado caso Byron Castillo, el jugador de la selección de Ecuador y que, según la dirigencia de nuestro país, participó de manera irregular en las clasificatorias sudamericanas para el próximo mundial de Catar.
Sorpresivamente, y fuera de la lógica aplicada en disputadas legales de esta envergadura, a sólo horas de conocerse el fallo, el abogado contratado por Chile, el experimentado brasileño Eduardo Carlezzo, entregó en detalle los argumentos presentados por Chile ante el máximo organismo mundial en una conferencia de prensa transmitida en vivo y en directo por varios medios de comunicación, avivando las expectativas de un resultado favorable, especialmente por la contundencia de las pruebas que confirmarían que en realidad Castillo nació en Colombia y que la Federación Ecuatoriana, pese a estar en conocimiento de ello, igual permitió que fuera alineado por su selección.
Nada de lo que dijo Carlezzo ante los periodistas sorprendió a los miembros del tribunal en la FIFA, puesto que simplemente lo que hizo fue divulgar la postura de Chile de manera pública, en un acto de evidente carácter comunicacional que con seguridad no fue visto con buenos ojos por quienes tendrán que resolver el caso. En otras palabras Chile resolvió desafiar a la FIFA con la advertencia de que el caso, eventualmente, seguirá en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). Porque más allá de la seguridad con la que se mostró el abogado brasileño en su exposición, terminó reconociendo que un fallo favorable no se ve tan fácil, básicamente porque el mundial está a la vuelta de la esquina.
Carlezzo pareció suplicar que los jueces fallen en virtud de los argumentos técnicos, reconociendo implícitamente que en esto la FIFA muchas veces resuelve los conflictos con otros criterios, que no son otros que los políticos o de conveniencia para la industria, como sería no provocar inconvenientes a la organización de un mundial cuya logística no admite improvisaciones de última hora.
Surgen acá algunas preguntas que debería contestar el presidente de la Federación Chilena, Pablo Milad: ¿Por qué el reclamo se elevó recién en abril, cuando la selección ya había quedado eliminada? ¿Qué organismo rechazó las observaciones que según el exentrenador de la Roja Martín Lasarte, Chile hizo de esta misma situación antes del enfrentamiento del 5 de septiembre contra Ecuador en Quito?. El técnico uruguayo dio luces hace algunas semanas en un medio de comunicación de su país, señalando que de éste tema nuestra dirigencia estuvo al tanto hace mucho rato. Y que resolvió no profundizar ni menos hacer una denuncia formal y oportuna, seguramente porque utilizó un criterio político, es decir, de no querer provocar un clima adverso hacia Chile en medio de la competencia sudamericana.
Pero se perdió tiempo precioso en opinión del propio abogado Carlezzo. En su exposición el defensor de la postura chilena entregó contundentes pruebas de que en efecto Byron Castillo nació en Colombia, y que a lo largo de su vida profesional ha tenido que convivir con dificultades legales para desarrollar su carrera en Ecuador por esta misma razón. Sin embargo, parece inverosímil que la FIFA pueda desestimar dos fallos de la propia justicia ecuatoriana, que le reconoció al futbolista sus derechos ciudadanos en ese país, que se suma al respaldo de las actuales autoridades políticas y administrativas que, era que no, se han cuadrado con la postura de su Federación.
Sobre el final de su presentación el abogado de Chile ocupó varios minutos para explicar el alcance de la resolución judicial en la que se basa la defensa ecuatoriana: el “Habeas Data”, una decisión que en la que la Corte Provincial de Justicia del Guayas resolvió en favor del futbolista y que, si bien no se pronunció sobre el fondo del caso (la nacionalidad), si le restituyó derechos, como la cédula de identidad, obligando a su reconocimiento a todo organismo público y privado del Ecuador. Carlezzo no aclaró porqué la Federación de Fútbol de ese país no tendría que actuar en consecuencia. De hecho Byron Castillo recién fue convocado en septiembre de 2021 por la selección de su país, y disputó los últimos 8 partidos de las clasificatorias, incluyendo los partidos con Chile en Quito y Santiago, sólo después de ese fallo que hoy la federación chilena pone en tela de juicio. Cuando Julio César decidió marchar con sus hombres a Roma para enfrentarse a la república dijo “la suerte está echada”.
Tras la conferencia de prensa del abogado Carlezzo no hay espacio para una marcha atrás. Si el veredicto del tribunal disciplinario es adverso, habrá una instancia de apelación interna. Y si allí se vuelve a perder, Chile ya notificó que irá al TAS. Pero no le pidamos peras al olmo. La FIFA es un organismo político. Las consideraciones económicas y comerciales están por sobre cualquier otro criterio. Y ya sabemos cómo actúa cuando una de sus federaciones asociadas se pone demasiado rebelde. A tenerlo en cuenta.
Fernando A. Tapia participa en Pauta de Juego, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 12:30 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en PAUTA.cl.