Empecemos de nuevo
“La selección chilena necesita que todas las energías y el foco estén puestos en el siguiente objetivo lógico. Que empecemos de nuevo y nos pongamos a trabajar”, dice Fernando A. Tapia.
Un pálido debut al frente de la selección completó en la gira por Asia el nuevo técnico de la Roja, el argentino Eduardo Berizzo. En tres partidos no sumó victorias y, peor aún, el equipo no marcó goles, alargando una sequía en la que se deben sumar los dos últimos compromisos por las clasificatorias, con lo que el equipo igualó el triste récord de 455 minutos sin marcar, vigente desde hace 100 años.
Ciertamente no se puede ser lapidario con el entrenador que debió asumir apenas días antes de embarcarse a Oriente, especialmente porque la nómina ni siquiera fue confeccionada por él. El director deportivo de la Federación, el español y cazatalentos Francis Cagigao, fue el responsable de definir la lista de convocados para los partidos amistosos ante Corea del Sur, Túnez y Ghana, todas selecciones clasificadas para la próxima Copa del Mundo. Berizzo apenas pudo hacer algunos retoques ante la decisión de jugadores como Mauricio Isla y Erick Pulgar, que optaron por bajarse del viaje, además de lesiones y otras deserciones obligadas por el Covid.
El técnico apenas pudo trabajar con el plantel completo y decidió darle minutos a todos, de tal manera de hacerse una primera idea. Al final de la gira dijo sentirse satisfecho con la disposición y actitud de los futbolistas, aunque ciertamente esto debe ser el desde en cualquier plantel profesional.
Lo cierto es que la selección mostró apenas pasajes de buenos momentos, porque en general no fue capaz de sacudirse de la inercia que arrastra desde la Copa Confederaciones de Rusia 2017, en rigor la última actuación destacada.
De ahí en adelante ha sido un constante declive en el rendimiento, ratificado por dos eliminaciones consecutivas de las copas del mundo (Rusia 2018 y Catar 2022) y pálidas actuaciones en las Copas América disputadas consecutivamente en Brasil (2019 y 2021). En efecto, hemos vivido los últimos cinco años de la expectativa que provocan los futbolistas de la generación dorada, de la idea de que con sólo la jerarquía de la columna vertebral histórica, en algún momento, volverán los días de gloria. Pero ese tiempo ya pasó, y es la hora de iniciar un nuevo proceso asumiendo que el aporte de los Bicampeones de América se irá apagando poco a poco, tal como ya lo hemos comprobado.
Formalmente Eduardo Berizzo inició su proceso en esta última gira asiática, pero en propiedad podremos exigir de él que le dé una cara nueva al equipo en la próxima fecha FIFA, prevista para septiembre, donde la selección tendrá dos nuevos partidos para mostrarse, con una lista de convocados confeccionada íntegramente por el nuevo seleccionador nacional. Ha sido lamentable no haber podido aprovechar los últimos tres amistosos, pero los plazos no dieron y además la dirigencia de la Federación destinó todas sus energías en montar una acusación contra Ecuador para intentar meterse por la ventana al mundial de Catar.
El fallo de primera instancia del tribunal de disciplina de la FIFA fue lapidario, ya que no aceptó ninguno de los argumentos de Chile y, objetivamente, es muy improbable que ello se revierta en el comité de apelaciones del organismo máximo del fútbol como tampoco en el TAS. Berizzo asume que ello no sólo es casi imposible, sino que además entiende que desvía el foco de lo importante, que es iniciar de una buena vez la nueva etapa, y desde Japón expresó su deseo de dejar este tema atrás.
El problema es que para el presidente de la Federación, Pablo Milad, el reclamo contra los ecuatorianos es a esta altura una cuestión de supervivencia, porque precisamente se embarcó en la denuncia contra Ecuador con el objetivo de elevar una cortina de humo que tape los graves problemas que arrastra su gestión, y aprovechar el tiempo que se prolongará el litigio para completar su campaña de reelección en la ANFP. Cuenta a su favor con una opinión pública en general seducida por la falsa ilusión de estar en el mundial, alimentada por el experimentado abogado brasileño Eduardo Carlezzo, que si bien pudo reunir contundentes pruebas de que el futbolista Byron Castillo nació en Colombia, no ha sido capaz de demostrar porqué el jugador no podría ser elegible para la selección de Ecuador, habiendo dos fallos judiciales en los que organismos estatales de ese país le reconocieron ciudadanía y nacionalidad. Ni la FIFA ni el TAS tienen la prerrogativa para invalidar esto.
Lo grave es que Milad es consciente de lo improbable que es ganar el juicio, pero ha optado por colocar sus intereses personales por delante de los de la Federación Chilena y el seleccionado, y ya anunció que llevará el caso hasta la última instancia, provocando máxima irritación en la FIFA.
Es momento de reflexionar en las consecuencias que está teniendo el llevar la política interna al terreno internacional. La selección chilena necesita que todas las energías y el foco estén puestos en el siguiente objetivo lógico. Que empecemos de nuevo y nos pongamos a trabajar seriamente para clasificar en cancha al próximo mundial de EE.UU., México y Canadá en 2026.
Fernando A. Tapia participa en Pauta de Juego, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 12:30 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en PAUTA.cl.