Columna de Fernando Tapia: ¿Qué pasó con Bravo?
“Según se dice desde la ANFP, habría provocado una profunda molestia en el seleccionador nacional”, dice Fernando A. Tapia: “Podría tener consecuencias en el futuro, es decir, una posible marginación permanente”.
La selección chilena enfrentará en los próximos días tres partidos con los cuales finalizará su preparación antes del inicio de las clasificatorios. Cuba, República Dominicana y Bolivia serán los últimos examinadores.
Rivales de poca monta, a decir verdad, de donde difícilmente se podrán sacar conclusiones definitivas. El técnico Eduardo Berizzo hizo una convocatoria amplia, en la que además de los ya consagrados, incluyó a varios que con seguridad veremos en los juegos Panamericanos. Pero siempre asumiendo que lo relevante es lo que sucederá en septiembre, cuando comiencen los partidos que darán pasajes a la próxima Copa del Mundo. Por eso era importante que estuvieran todos, sin excepciones. El entrenador tendrá que tener una muy buena razón para justificar la ausencia del Capitán Claudio Bravo.
Su nombre no apareció en la lista y, hasta ahora, sólo hemos conocido parte de la historia a través de trascendidos. Desde Juan Pinto Durán se dice que el portero del Betis pidió no ser considerado, para privilegiar las vacaciones junto a su familia. La postura del arquero, según se dice desde la ANFP, habría provocado una profunda molestia en el seleccionador nacional, e incluso ponen en alerta que la supuesta falta de compromiso con la selección que podría tener consecuencias en el futuro, es decir, una posible marginación permanente.
Bravo, que con sus 40 años terminó demostrando su vigencia en la Liga Española, no se ha referido directamente al hecho, salvo una desafortunada intervención en redes sociales para contradecir una opinión periodística en la que deslizó que hay otra verdad hasta ahora oculta, o al menos dando cuenta que él tiene su propia versión que podría contradecir los trascendidos que provienen desde el entorno del cuerpo técnico.
Lo que es concreto es que su nombre, extrañamente, no apareció en la lista, y sí están los otros tres jugadores aún vigentes de la llamada generación dorada: Alexis Sánchez, Arturo Vidal y Gary Medel. Escuchar al técnico es fundamental, y aunque muchas veces los entrenadores eluden la polémica con el argumento de que hablan sólo de los que están, este caso, dada la relevancia del futbolista en cuestión, debe ser aclarado. Es muy probable que se intente bajarle el perfil a la polémica con alguna versión oficial que tire la pelota al córner.
En ese supuesto, si el argumento para no considerar al Capitán es que el entrenador quiere brindar oportunidades a otros arqueros, la pregunta es porqué no corre el mismo criterio para los otros a los que ya conocemos de sobra. Si la razón es que Bravo merece un trato especial dada su larga trayectoria y edad, puede ser entendible, aunque las excepciones suelen generar señales confusas hacia el propio plantel. Y claramente no es la mejor manera de cerrar la preparación para las clasificatorias. La imagen que queda es de improvisación y de poca seriedad. Y, por cierto, habrá que escuchar al propio Bravo, ojalá con argumentos a la altura de su trayectoria y no de una pelea en el barro. Alguna razón poderosa tendrá que tener para no acudir al llamado de la Selección. En una de esas el llamado llegó tarde, cuando ya había organizado sus vacaciones familiares. Y entre ir a Dubai a cruzar el mundo para jugar con los débiles rivales que tendrá Chile, eligió lo primero.