Columna de Fernando Tapia: “La crisis permanente”
“De ripley. Tobar pasó de acusador a acusado, y su rol como presidente de los jueces quedará cuestionado en tanto no haya una resolución del caso”, dice Fernando Tapia.
Hablar de crisis en el fútbol chileno ya no constituye novedad. Es pan de cada día. Cuando las llamas se reducen en un lado, aparece rápidamente el foco en otro. Pero nada se extingue de manera definitiva, porque el problema es estructural.
En los últimos días, el fuego resurgió en el seno del comité de árbitros, con un nuevo escándalo y acusaciones que ponen en tela de juicio a los hombres y mujeres de negro como garantes de la justicia deportiva.
Y al final siempre el tema es el dinero. La plata y la disputa por ella tienen la culpa. Las juezas Cindy Nahuelcoy y Loreto Toloza enfrentan hoy un juicio por faltas a la ética luego de funar a través del envío de 450 correos electrónicos al miembro del comité de árbitros Julio Bascuñán, quien a partir de una supuesta relación amorosa con la jueza Leslie Vázquez, favorecería a esta última en las designaciones de partidos locales e internacionales. El guión de esta teleserie cambió dramáticamente cuando Nahuelcoy y Toloza, junto con reconocer la autoría en los envíos masivos del correo inicialmente anónimo, declararon ante el Tribunal de Disciplina que Roberto Tobar, nada menos que el Presidente de los Árbitros, habría sido el instigador de esta acción.
La razón, según dijeron, saltarse la resolución que la oficina de cumplimiento de la ANFP que, semanas antes y luego de una investigación reservada, había descartado elementos de juicio para sancionar a Bascuñán y a Vásquez. De ripley. Tobar pasó de acusador a acusado, y su rol como presidente de los jueces quedará cuestionado en tanto no haya una resolución del caso. ¿Cuál podría ser la razón de querer involucrar a un miembro de su propia directiva? ¿Será que sabe que Nahuelcoy y Toloza dicen la verdad? O ¿está buscando sacar del camino a Bascuñán?.
Es un enredo monumental, y sin todos los elementos sobre la mesa, no es aconsejable levantar teorías de lo que esconde este nuevo escándalo. Lo que sí son objetivos son los datos. El archivo no muerde, dicen. Nahuelcoy no fue considerada para dirigir el mundial femenino adulto. Si Leslie Vázquez. No son pocos los que piensan que es una historia de envidia y celos profesionales.
Bascuñán fue uno de los 14 árbitros exonerados por el expresidente del comité, Javier Castrilli, y reincorporado al referato por la directiva de Milad luego de la salida del argentino y la amenaza de paro de los jueces que el año pasado pusieron en tela de juicio la continuidad del campeonato.
Tobar, en tanto, que llegó a ser considerado uno de los mejores árbitros de Sudamérica, tuvo también su mancha en el inicio de su carrera, al ser mencionado en 2012 como uno de los asistentes al famoso club del póker. Un antro que funcionaba en el departamento del ex juez Mario Sánchez y en el que, al calor del juego, las apuestas y el alcohol, se resolvían las designaciones de los partidos del campeonato, siempre teniendo presente que el sueldo de los árbitros varía según la cantidad de encuentros dirigidos. La ruta del dinero siempre da pistas.
Los personajes se repiten en esta trama. Porque precisamente Mario Sánchez es apuntado como el responsable de la escandalosa ausencia de jueces que han marcado los partidos del fútbol femenino y joven en regiones. El exlíder del club del póker ha seguido vinculado a la actividad a través del fútbol amateur, de donde provienen los jueces que brindan el servicio fuera de la capital.
La ANFP ha iniciado un proceso de licitación para renovar la planta arbitral de los colegios regionales, y la vergonzosa carencia de jueces no sería otra cosa que un complot que tendría por objeto rebelarse ante un supuesto conflicto de interés en este concurso público. La empresa que estaría a punto de adjudicarse el servicio pertenece al ex árbitro Claudio Fuenzalida, muy cercano a Carlos Ulloa, jefe técnico del comité que dirige Roberto Tobar. El dinero, siempre es el dinero. El presente y futuro se ve negro, muy negro.