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Columna de Fernando Agustín Tapia: “El estilo inglés”

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Radio Pauta / Agencia Uno
POR Equipo Radio Pauta |

“El fútbol chileno no sólo sufre con el mediocre nivel que vemos en la cancha, sino que además, se hace cada vez más difícil de seguir”, nos dice Fernando Tapia.

En Chile se juega poco. Cuando se puede, habría que decir. Porque las postergaciones, suspensiones, cambios de horario, son pan de cada día. Todo esto, que semana a semana sufren los hinchas, es parte de la crisis. La ANFP ha sido incapaz de programar eficientemente la competencia, y este año cometió el garrafal error de mantener paralizado el campeonato de la primera división por más de 40 días.

De manera insólita, las últimas diez fechas del torneo no tendrán la continuidad normal, entre otras cosas, porque en octubre los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, obligarán a una nueva detención de más de un mes, dejando la definición en ascuas. En otras palabras, el fútbol chileno no sólo sufre con el mediocre nivel que vemos en la cancha, sino que además, se hace cada vez más difícil de seguir.

El hecho no sólo genera molestia e incomodidad al hincha, sino que especialmente al socio comercial más importante de la ANFP, que es la televisión y la cadena TNT. El estallido social, primero, y la pandemia, después, llevó a que quedaran un gran número de partidos pendientes, y que por contrato debían ser televisados.

Un perjuicio evidente, que los dueños de los derechos han querido reclamar a través de algún tipo de compensación. Quizás por ahí se puede entender la idea esbozada por el presidente de la ANFP, Pablo Milad, de crear un nuevo torneo para el próximo año. Una competencia que se sume al campeonato oficial y a la Copa Chile. Algo así como la Copa de la Liga, que en Inglaterra disputan los equipos de todas las divisiones profesionales, que aquí incorporaría a los cuadros de Primera División, Primera B y Segunda División. No es mala idea en el papel. Pero en los hechos, con una dirigencia incapaz de planificar con eficiencia, y en un escenario donde escasean los estadios, parece impracticable. Difícil de creer.

Mejor sería que los señores dirigentes se concentraran en organizar mejor lo que hay. Si quieren, hagan uno, pero bueno. Para partir, comprometerse en serio con el combate a la violencia en los estadios, y evitar que cada año los ascensos y descensos se terminen definiendo en los escritorios, como lamentablemente ha ocurrido persistentemente en el último tiempo. Si de imitar a Inglaterra se trata, podrían empezar con separar definitivamente la Federación con la ANFP, como ocurre en Gran Bretaña.

O, también, estudiar un cambio en el sistema de repartición de los ingresos por derechos televisivos, que en nuestro país no incorpora criterios deportivos. En vez de una Copa de la Liga al estilo inglés, sano sería que imitásemos algunas de las cosas que bien podrían ayudar a una mejor competencia.

En la Liga Premier, por ejemplo, el 50% de los cientos de millones de dólares que provienen de la televisión, se reparten en partes iguales. Un 25% se distribuye según la posición en la tabla y el otro 25% según un sistema de méritos en el que se incorpora incluso el estado de los campos de juego. La plata hay que ganársela en la cancha y con una gestión eficiente. La voz del hincha es escuchada y respetada, y los dueños de clubes son conocidos y deben probar de dónde sacan los recursos económicos. Está claro, aunque nos vendan la pomada, estamos a años luz del estilo inglés.