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Columna de Fernando Tapia: “La Roja por sobre todo”

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Agencia Uno
POR Equipo Radio Pauta |

“La crítica es válida, porque el momento es preocupante. Pero todos queremos que a la Selección le vaya bien, porque el país necesita también de alegrías. En esto no hay que perderse: La Roja está primero y por sobre todo”, nos dice Fernando Tapia.

Han pasado más de nueve años del último partido de la Selección Chilena en un Mundial. Fue aquella dolorosa tarde del 28 de junio de 2014 ante Brasil, el del empate y el palo de Pinilla en el minuto 119, en el último suspiro del alargue, y la derrota en la tanda de penales. Luego de eso, La Roja ha convivido con las alegrías más importantes de la historia, con los dos títulos de América, pero también con los rotundos fracasos que significaron las eliminaciones consecutivas de las Copas del Mundo siguientes: la de Rusia 2018 y Qatar 2022.

Ahora estamos a un paso de comenzar un nuevo camino. Una nueva historia que esta vez lucha contra la incertidumbre que plantea el momento del equipo de todos, y que no puede disociarse de la profunda crisis por la que atraviesa toda la actividad. No ha sido fácil entusiasmar al público.

Como no había ocurrido en los últimos años, las entradas para el primer partido de local ante Colombia no se han vendido con la facilidad acostumbrada. Por eso, la Selección tiene una primera gran tarea por delante: volver a recuperar el entusiasmo del hincha. Es curioso: las clasificatorias que comienzan son, matemáticamente, las más fáciles de la historia. De diez equipos en competencia, seis irán de manera directa al próximo mundial. Y el séptimo podrá jugar un repechaje.

Pero el momento de nuestro representativo plantea más dudas que certezas. Hasta ahora el trabajo de Eduardo Berizzo está en deuda. Y su cargo estará en juego en los primeros cuatro partidos de las eliminatorias. Nada asegura que llegue a diciembre de no mediar una buena cosecha de puntos en esta primera etapa. Porque el entrenador es el único mecanismo de cambio que le está quedando al Presidente de la ANFP. Pablo Milad está severamente cuestionado por su manejo a la cabeza del fútbol chileno.

Acorralado por la crisis económica en la corporación que dirige, los eventuales malos resultados en cancha del equipo de todos podrían empujar también su caída. En el lenguaje directivo, la Selección Nacional es el equipo del Presidente, y de su éxito o fracaso depende directamente también su gestión. He aquí un gran dilema. Está clarísimo que la ANFP necesita de un cambio radical. De hecho, al fútbol chileno le urge una intervención externa, como la que ha insinuado el Ministerio de Justicia. Eso debiera estar al margen de lo que suceda en la cancha.

Pero en el fútbol, lo sabemos, mandan los resultados. No sólo Berizzo, sino que especialmente Milad, necesita de que a la Selección Chilena le vaya bien. Es, de alguna manera, su carta de salvación para mantenerse en el cargo e intentar revertir el oscuro panorama. Estoy del lado de los que piensan que Pablo Milad debe dar un paso al costado. Pero en ningún caso deseo que su salida esté relacionada con la derrota de la Selección.

La Roja debe estar siempre por sobre cualquier cosa. Por delante de cualquier jugador, por muy importante que sea, desde luego del entrenador del momento y, especialmente, por sobre los dirigentes de turno. La crítica es válida, porque el momento es preocupante. Pero todos queremos que a la Selección le vaya bien, porque el país necesita también de alegrías. En esto no hay que perderse: La Roja está primero y por sobre todo.