Columna de Fernando Tapia: “Téngase presente”
“Como saben, el fútbol también se juega fuera de la cancha. Por eso es saludable reconocer la deportividad que vimos en la penúltima jornada”, nos dice Fernando Agustín Tapia.
Cobresal o Huachipato, uno de estos equipos se proclamará campeón del torneo de la Primera División del fútbol chileno esta temporada. Un mérito en sí mismo si consideramos que en 90 años de historia, en los que se han disputado 106 trofeos de la categoría mayor, sólo en 21 ocasiones el título ha quedado en manos de cuadros de regiones.
Nunca ha sido fácil para las instituciones que no son de la capital romper con el predominio de los equipos de Santiago. Por eso, desde ya, se tiene que valorar los méritos de los dos clubes que han sabido llegar a la instancia definitiva, superando en la estadística a los que históricamente aparecen en este sitial. Otro tema es si el campeonato ha sido bueno, regular o malo.
La sensación que queda, más allá de la emoción que supone que todo se resuelva en la última fecha o en un partido de definición, es que el actual torneo no pasará a la historia por su gran nivel. Al contrario. Los recesos a los que fue sometido el torneo, producto de la ineficaz planificación de la ANFP, han resultado letales para contribuir a mejores rendimientos.
No hemos visto una gran expresión colectiva, una que nos haga ilusionar, por ejemplo, con propuestas tácticas novedosas, o la aparición de una figura excluyente que se imponga sin discusión como el jugador del año. Estará difícil la elección. Los problemas estructurales del fútbol chileno se manifiestan en la cancha, con un torneo de capa caída en la que se impondrá, simplemente, el más regular o el que cometió menos errores a lo largo del año. Insisto, constatar hechos no le resta méritos al que resulte campeón.
Ahora bien, como saben, el fútbol también se juega fuera de la cancha. Por eso es saludable reconocer la deportividad que vimos en la penúltima jornada. La “U” vendió cara su derrota ante Cobresal; Unión Española bajó nada menos que a Colo Colo en el Monumental; y Ñublense hizo sufrir a Huachipato hasta el último suspiro. Ojalá que los rivales de turno en la fecha final mantengan este principio, más allá de los intereses cruzados que malamente se han hecho costumbre en Chile.
Mientras Cobresal, equipo que tiene la primera opción de campeonar, deberá visitar a la Unión en Santa Laura, en el sur Huachipato recibirá a Audax Italiano.
El equipo del acero no oculta un fuerte vínculo de negocios con el representante Fernando Felicevich. Una alianza legítima que se transforma en preocupante luego de constatar que el empresario argentino es el controlador final de Deportes La Serena, como quedó probado este año.
En el cuadro granate, quienes aparecen legalmente como propietarios son el presidente Cristián Contador, y un enigmático abogado: Andrés Alessandri, que también es parte del directorio del club. ¿Cuál es problema? Bueno, que el abogado Alessandri apareció también en una de las últimas memorias del equipo de Audax Italiano como propietario de la empresa controladora, estableciéndose en las conversaciones de Whatsapp conocidas en detalle en el programa Informe Especial de TVN, un rol más bien de asesor del poderoso representante de futbolistas.
En otras palabras, Felicevich, socio de Huachipato, también podría tener un fuerte rol en Audax Italiano, el rival del cuadro sureño en la última fecha. Es despelote con la propiedad de los clubes en el fútbol chileno nos obliga a recordar lo nefasto de estos nexos. Al menos como un téngase presente.