Columna de Fernando Tapia: “La Garecaneta parte llena”
“Cinco goles en dos partidos, además de una buena cantidad de ocasiones ante Albania y la propia Francia, nos permiten proyectar con mejor cara el decisivo año”, dice Fernando Tapia.
En el fútbol, así como en cualquier actividad de la vida, no importa cómo se parte sino cómo se termina. Pero pucha que hacía falta una buena dosis de optimismo para comenzar esta nueva etapa en la Selección Chilena.
Los dos primeros partidos de la era de Ricardo Gareca arrojaron un triunfo y una derrota siendo, paradojalmente, la caída ante Francia, vice campeón del Mundo, el duelo que más ilusión provoca. Lo más relevante en todo caso es que el equipo dejó la clara sensación de que ha vuelto a ser competitivo, dejando atrás, insisto, apenas en este comienzo, la anemia de gol, que persigue a la Roja desde hace ya varios años.
Cinco goles en dos partidos, además de una buena cantidad de ocasiones ante Albania y la propia Francia, nos permiten proyectar con mejor cara el decisivo año en el que Chile deberá enfrentar una nueva Copa América y, fundamentalmente, retomar las clasificatorias sudamericanas, que es donde está centrado el principal objetivo. Con apenas un puñado de entrenamientos Ricardo Gareca logró darle funcionamiento al equipo, hacerlo jugar en bloques y resucitar algunas sociedades que parecían sepultadas en el tiempo. Apostó, con la resistencia del medio, al regreso de Eduardo Vargas. Y el delantero le respondió. Hizo uno ante Albania, y estuvo cerca de un segundo ante los franceses. Punto para el “Tigre”, que recalcó que la autoridad que le da el cargo le permite tomar decisiones en base al gusto personal.
Convenció además a Mauricio Isla para regresar a la Selección. Y vaya que acertó, porque en la cancha volvimos a ver en varios pasajes la reedición de su sociedad histórica con Alexis Sánchez. Y empoderó a los dos mejores jugadores jóvenes que han surgido muy a cuentagotas en el fútbol chileno en los últimos años: Darío Osorio y Marcelino Núñez. Buen nivel de ambos, especialmente el del ex jugador de la “U” que certificó su crecimiento futbolístico tras su primera temporada en Europa.
Sin embargo, hay también muchas cosas por corregir. Francia, casi a media máquina, desnudó problemas defensivos. El respaldo a Claudio Bravo, y la consiguiente marginación en ambos partidos de Brayan Cortés, ha sido su decisión más discutible. Con el mismo pragmatismo que ha pregonado, Gareca podría rever su decisión pensando en los partidos por los puntos y considerando la poca continuidad del capitán en el Betis. Hay aquí otra lectura, la del nuevo liderazgo interno que quizás quiere imponer el seleccionador.
Esta vez no estuvieron ni Arturo Vidal ni Gary Medel, dos jugadores fundamentales de la época de oro, a quienes el técnico no ha descartado para nada. Su flexibilidad quedó confirmada con el llamado de urgencia para Brereton, quien finalmente terminó siendo considerado en ambos partidos.
El mensaje para los que no estuvieron en esta primera fecha doble lo resumieron Alexis Sánchez y Darío Osorio en sus declaraciones. Mientras el primero recalcó que “ahora todos corren, y eso era lo que hacía falta”, el segundo señaló que “no hay mala vibra en el grupo”. La gente vuelve a confiar. La “Garecaneta” partió llena.