Columna de Fernando Tapia: “El todo o nada de la ANFP”
“Clasificar al Mundial no es sólo un anhelo, sino que también una necesidad de sobrevivencia. La FIFA entregará un premio cercano a los US$ 10 millones a cada Federación”, dice Fernando Tapia.
Una fuente de la ANFP le dijo lo siguiente a Pauta de Juego: “No sé cómo contratamos a un técnico que no podemos pagar”. Según trascendidos, el salario del seleccionador nacional Ricardo Gareca es de US$ 2,8 millones anuales. La cifra, en verdad, no es una locura pensando en el estatus del entrenador, y en el propio mercado sudamericano.
El problema grave es otro, y está relacionado con la situación financiera y económica por la que atraviesa el organismo que rige los destinos del fútbol chileno, y la amenaza latente que suponen dos fallos que podrían poner en jaque la continuidad de toda la actividad. La posibilidad de la quiebra es real, de no prosperar los recursos de apelación en los juicios, los necesarios acuerdos con los demandantes, además de urgentes medidas de mejor gestión.
Hace unos días el funcionario Rodrigo Robles fue despedido de su cargo de gerente de Selecciones, instalando un clima interno de máxima preocupación entre los trabajadores a sueldo de Juan Pinto Durán, la sede de Quilín y el complejo Fernando Riera. Los rumores de despidos masivos se multiplican por las instalaciones dependientes de la ANFP y la Federación de Fútbol, que en Chile, sabemos, son la misma cosa. Lo cierto es que en la ANFP no hay plata, y la contratación de Ricardo Gareca, junto con enmendar el rumbo deportivo, tiene adosado otro objetivo no menos importante: intentar volver a revalorizar el producto selección, a esta altura la única esperanza de salvación económica.
Clasificar al Mundial no es sólo un anhelo, sino que también una necesidad de sobrevivencia. La FIFA entregará un premio cercano a los US$ 10 millones a cada Federación clasificada a la Copa del Mundo. La bolsa ya está comprometida: el 50% irá a los bolsillos de los jugadores y la otra mitad podría servir para pagar el sueldo del técnico y sus colaboradores. Pero mientras tanto, el panorama se oscureció todavía más con el fallo del Tribunal de la Libre Competencia contra el CDF -actual TNT- por abuso de posición dominante en el mercado televisivo entre los años 2017 y 2020.
La multa alcanza los US$ 27,6 millones, de los cuales la ANFP debería asumir cerca de US$ 11 millones como deudor solidario en su calidad de propietario final de los derechos del fútbol. Por si fuera poco, a más tardar la primera quincena de Julio, debiera conocerse el fallo del árbitro de la Cámara de Comercio de Santiago, que estudia las demandas que tiene enfrentada a la ANFP con su principal socio comercial, precisamente la cadena TNT. La empresa, que tiene los derechos de transmisión del fútbol chileno hasta el año 2033, solicitó una indemnización de cerca de US$ 40 millones por las seis fechas de la primera división y la Primera B que no se jugaron en medio del estallido social, además de una Copa Chile completa que fue suspendida producto de la pandemia.
En agosto del año pasado, la directiva de Pablo Milad decidió destituir de su cargo al entonces gerente de finanzas de la ANFP, René Brahm. La razón: sus informes fueron catalogados de pesimistas y responsables de sembrar el terror. Y la verdad es que el panorama es para estar a lo menos asustados. En la cancha y de la mano de Gareca, la selección vivirá un año decisivo en lo deportivo, de cuyo éxito también depende buena parte del futuro económico del fútbol chileno. Una apuesto del todo o nada de la ANFP.