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Columna de Fernando Tapia: “A llorar a la FIFA”

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Pauta
POR Equipo Radio Pauta |

“La reforma que se discute en el Congreso de ninguna manera es una intervención política en materias deportivas de la Federación; es nada más y nada menos que un legítimo recurso de perfeccionamiento, necesario y urgente, del marco regulatorio de la actividad”, afirmó Fernando Agustín Tapia.

Desde España Pablo Milad amenazó al Estado de Chile: de prosperar la reforma a las Sociedades Anónimas Deportivas, que entre otra cosas propone la necesaria separación de la Federación de Fútbol de la ANFP, pueden venir las penas del infierno por parte de la FIFA al, supuestamente, existir una intervención política de la actividad.

La declaración del alto dirigente no es más que el último recurso, ya desesperado, ante el avance de la Ley en el Congreso, aprobada en general en el pleno hace una semana. La declaración de Milad pretende confundir a la opinión pública, y especialmente a los Parlamentarios.

En efecto ha sido la propia FIFA la que sugiere que las ligas profesionales estén separadas de las respectivas Federaciones. Así por ejemplo ocurre en los países del primer mundo futbolístico: En Inglaterra, España, Italia, Alemania e incluso en Argentina son entes que funcionan de manera independiente.

De hecho así mismo se la ha recomendado desde la más alta autoridad del fútbol mundial a la propia Federación chilena desde hace varios años, pero en nuestro país los dirigentes han optado por patear la pelota al córner.

Dilatar en los hechos la separación con la ANFP le ha permitido a esta última, que representa los intereses de los clubes, entidades privadas, ser subvencionadas permanentemente con los recursos que proveen las Selecciones Nacionales.

Esto es lo que en el fondo defiende Milad: los millones de dólares que se recaudan gracias a los derechos comerciales y de televisión de las diferentes selecciones: masculina, femenina y juveniles. Recursos que en definitiva han ido a parar a las cuentas de los clubes.

Pero hay otro aspecto que explica la fuerte amenaza del Presidente de la ANFP. El proyecto de reforma incorpora la incompatibilidad de cargos entre ambos organismos, es decir, un dirigente de la Federación no podrá ejercer función alguna en la Asociación Nacional, que pasaría a llamarse Liga Profesional de Fútbol.

Hoy Milad es el presidente de ambas instituciones, pero gracias a su puesto en la Federación recibe un suculento sueldo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) en su calidad de integrante del Comité Ejecutivo y Vicepresidente de la entidad.

Es decir, el Presidente de la ANFP está defendiendo en los hechos su propio salario. Terminar con los conflictos de interés en el fútbol es también el propósito de la reforma, de tal manera de avanzar en la transparencia de la actividad.

El Estado de Chile, a través de su Congreso, está en su pleno derecho en mejorar el marco regulatorio del deporte profesional. Incluso está en sintonía con la sugerencia de la propia FIFA. Es cierto que durante décadas se utilizó el recurso de la amenaza del castigo internacional para mantener la maquinaria de poder paralelo del organismo mundial y sus dirigentes, traspasando un costo político y de popularidad a quien se atreviese a cruzar la frontera de la inmunidad en el fútbol.

Eso sirvió, en gran medida, para que dirigentes corruptos se llenasen los bolsillos sin que nadie pudiese tocarlos. Hasta que vino el FIFA Gate, y ya sabemos la historia. La reforma que se discute en el Congreso de ninguna manera es una intervención política en materias deportivas de la Federación; es nada más y nada menos que un legítimo recurso de perfeccionamiento, necesario y urgente, del marco regulatorio de la actividad.

Los Parlamentarios no deben ceder ante la amenaza y la extorsión. A Milad y al Consejo de Presidentes de la ANFP, los mismos que se resisten a los cambios, sólo les queda ir a llorar a la FIFA.