Columna de Fernando Tapia: “Una oferta peligrosa”

“Hoy sobre el escritorio hay un nuevo ofrecimiento. Muy tentador. Es el grupo Caliente de México, un conglomerado empresarial propietario de la casa de apuestas más grande de ese país”, dice Fernando Tapia.
La ceremonia del aniversario número 70 del Club O’Higgins, realizado en el teatro regional de Rancagua, tuvo sabor a despedida. Junto con el reconocimiento a 70 personalidades ligadas a la historia de la institución, hubo un especial homenaje para la cabeza de la familia que controla el cuadro celeste desde hace 20 años. Ricardo Abumohor Salman, expresidente de la ANFP, y que llevó al equipo a conseguir su primer y único título en la primera división en 2013, además de liderar la construcción del Monasterio Celeste, un campo deportivo de lujo para el club y para el fútbol chileno, tomó el micrófono para sincerar el momento institucional.
O’Higgins necesita con urgencia el aporte de nuevos capitales, de nuevos socios, que le permitan dar el salto de calidad, pero que también le den un respiro financiero a sus actuales propietarios, que sienten que el club no está compitiendo en igualdad de condiciones, al constatar que cada vez son menos las instituciones que desarrollan proyectos deportivos con una mirada social, y en donde se ha impuesto el negocio puro y duro. Aunque se retiró hace unos años de toda actividad directiva, Ricardo Abumohor ha seguido siendo un actor relevante con sus opiniones y consejos, guiando en decisiones relevantes a sus hijos y a su hombre de confianza, Pablo Hoffmann, quien ejerce la presidencia de la institución. “He mentido mucho en mi vida,vendí algodón por poliéster, pero ya no estoy en edad de no hablar con la verdad”, dijo Abumohor en la ceremonia.
O’Higgins lleva cuatro años en venta. Hasta ahora la familia se ha negado aceptar ofertas de empresarios o grupos que no den garantías de transparencia o que muestren poca disposición a invertir en un proyecto de largo plazo. De hecho, hace unos meses, el propio Ricardo Abumohor me reconoció en una entrevista que rechazó la oferta de un grupo ruso que derechamente propuso una operación de lavado de dinero. Pero ya no hay más margen para seguir esperando.
Hoy sobre el escritorio hay un nuevo ofrecimiento. Muy tentador. Es el grupo Caliente de México, un conglomerado empresarial propietario de la casa de apuestas más grande de ese país, con redes de casinos incluidos, y que ya controla tres equipos de fútbol – Xolos de Tijuana, Dorados de Sinaloa y Gallos Blancos de Querétaro- además de un equipo de Béisbol y otro de fútbol americano (ambos de la liga mexicana). Hablamos del empresario Jorge Hank, perteneciente a una de las familias más poderosas de México, y que ha estado envuelta en múltiples controversias, incluyendo acusaciones de lavado de dinero, contrabando y vínculos con el crimen organizado, aunque jamás nada ha sido probado. La oferta por O’Higgins fue allegada nada menos que por el representante de futbolistas argentino, Christián Bragarnik, gerente deportivo de los Xolos de Tijuana, y socio en Chile de los hermanos Pini, dueños de Unión La Calera.
Las palabras de Abumohor deben ser interpretadas como un último y desesperado llamado a la comunidad rancagüina. Sabe que no debería aceptar, pero ya no hay tiempo para seguir esperando. Con voz quebrada prometió que cualquier decisión será consultada con los socios e hinchas. Uno de los últimos bastiones de la resistencia está a punto de caer ante una oferta tentadora, pero peligrosa. Muy peligrosa.