Economía

Sube brecha de ingresos entre hogares pobres y ricos en últimos cinco años

Imagen principal
POR Marcela Gómez |

Si en 2012 los hogares más acomodados tenían 8,7 veces el ingreso de los más vulnerables, ahora la diferencia es de 13 veces.

Entre 2013 y 2017, el ingreso promedio per cápita de los hogares urbanos más vulnerables casi no tuvo variación, ya que pasó de $90.020 a $91.477. En el mismo periodo, ese indicador registra un verdadero salto para los hogares urbanos más acomodados, cuyo ingreso promedio avanzó de $787.814 a $1.195.008. Es decir, si hace cinco años la diferencia en ingreso per cápita de los hogares del primer quintil (más pobre) con los del quinto (más rico) era de 8,7 veces, ahora esa diferencia se ha extendido a 13 veces.

Los datos provienen de la VIII Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) que difundió este lunes 25 de junio el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), que mide el ingreso y gasto en consumo de los hogares de las 15 capitales regionales y áreas de alta concentración urbana. Estos datos se emplean para elaborar la canasta de bienes y servicios más demandados por los chilenos, con la cual se calcula la variación de precios de la economía (IPC). Además, se usa para actualizar las líneas de pobreza y otras medidas empleadas en las estadísticas oficiales de Chile.

La VIII versión de esta encuesta se aplicó a 15.239 hogares entre el 1 de julio de 2016 y el 30 de junio de 2017 y entre sus principales resultados arrojó que el gasto promedio mensual de los hogares censados asciende a $1.121.925. Este promedio abarca desde los $595.114 que gastan los hogares del primer quintil a los $2,1 millones del quinto quintil. Al emplear la variable “quintiles” el INE advierte que ésta “corresponde a una variable de ordenación que indica en que 20% de la distribución de los ingresos per cápita se encuentra el hogar y no a una variable de estratificación socioeconómica”.

Si se consideran los ingresos de los hogares, los datos revelan que el promedio nacional es de $1.193.456, pero estratificando según el ingreso per cápita del hogar sólo el quinto quintil tiene un ingreso promedio mensual disponible superior a sus gastos: los tres primeros quintiles declaran gastos superiores a sus ingresos, mientras que en caso del cuarto quintil sus ingresos superan en apenas $18 mil mensuales a sus gastos.

Otros resultados

El INE informó que los mayores gastos de los hogares están en alimentos y bebidas no alcohólicas (18,7% del gasto), transporte (15,2%); vivienda y gastos en servicios básicos (14,3%); salud (7,6%); recreación y cultura (6,8%), y educación (6,5%). Comparada con la anterior EPF, que se efectuó entre 2011 y 2012, se registraron aumentos estadísticamente significativos en gasto en restaurantes (que pasó del 4,2% del presupuesto a 6,5%), y salud, que subió de 6,3% a 7,6%. En cambio, educación disminuyó de 7,9% a 6,5% entre ambas encuestas, mientras que transporte pasó de 16,4% a 15,2%.

Según la VIII EPF, los hogares donde hay al menos un adulto mayor gastan más que el resto de los hogares tanto en alimentos y bebidas no alcohólicas (21,7% versus 15,3%) como en salud (10,7% versus 6,8%). Por el contrario, gastan menos en vestuario y calzado (2,6% versus 3,8%), transporte (13,2% versus 15,7%) y restaurantes y hoteles (5,3% versus 7,6%).

El INE también apuntó que el 62,4% de las personas que son sustentadoras principales de los hogares -a nivel total de hogares de capitales regionales- son hombres, mientras que 37,6% son mujeres. Estas diferencias son similares tanto en el Gran Santiago, donde 61,9% de los sustentadores son hombres y 38,1%, mujeres, como en el resto de las capitales regionales, donde las cifras llegan a 63,0% y 37,0%, respectivamente.

Al considerar la estructura del gasto promedio mensual de los hogares unipersonales según sexo, el estudio reflejó que las mujeres adultas gastan más que los hombres adultos en alimentos y bebidas no alcohólicas (15,5% versus 11,7%) y salud (9,9% versus 5,7%). En cambio, los hombres gastan más que ellas en transporte (17,5% versus 9,9%), restaurantes y hoteles (9,9% versus 6,0%) y bebidas alcohólicas, tabaco y estupefacientes (2,4% versus 1,2%).