Economía

La industria de videojuegos lidera las ventas de todo el sector de entretenimiento mundial

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POR jorge Román |

Este año, se espera que las ventas relacionadas con videojuegos superen los US$ 138 mil millones. Un solo título, Grand Theft Auto V, acumula más de US$ 6 mil millones.

A comienzos de la década de 1980, floreció lo que hoy se conoce como la primera era dorada de los videojuegos. Fue gracias al impacto sociocultural de títulos como Donkey Kong, Pac Man o Space Invaders que un simple entretenimiento electrónico pasó a transformarse en el hobby más popular de todos, a tal punto que los videojuegos estaban en todos lados, más allá de los salones de entretenimiento y las consolas domésticas. Televisión, cine, revistas, juguetes, cómics. Los videojuegos estaban presentes en cualquier esquina y las ganancias de esta industria que recién florecía alcanzaban cifras interesantes que superaban los 15 mil millones de dólares. Pero todo se vino abajo con el famoso crash de 1983, un fenómeno que implicó que toda esta creciente industria se fuera estrepitosamente al suelo.

Lo anterior se debió a una sobresaturación de títulos, muchos de ellos de dudosa calidad. Eso, sumado a una burbuja económica y títulos emblemáticos que pasaron a ser íconos de esta caída –como la infame adaptación de E.T., el extraterrestre para Atari– hicieron que la industria colapsara y que las utilidades de todos los actores se vinieran a pique. Hacia 1985, las ganancias se habían reducido a apenas 100 millones de dólares. Y la industria de videojuegos, después de todo el boom, fue considerada prácticamente muerta.

Eso hasta que Nintendo arribó a América, a fines de la década, y la cosa resucitó. De ahí en adelante, a través de los noventa y el nuevo siglo, los videojuegos sí fueron creciendo a pasos sostenidos, a tal punto que hoy, 35 años después de ese crash, son considerados como la rama del entertainment más lucrativa de todas. Por lejos.

Hay que poner las cosas en perspectiva. El año 2016, la industria discográfica recaudó 16 mil millones de dólares, mientras que Hollywood amasó en taquilla poco cerca de 39 mil millones de dólares. Ese mismo año, la industria de videojuegos logró percibir más de 90 mil millones de dólares considerando venta de hardware, servicios, apps para dispositivos móviles y, claro, videojuegos.

En 2016, las película más taquilleras fueron Buscando a Dory (US$ 1.028 millones), Rogue One (US$ 1.056 millones) y Captain America: Civil War (US$ 1.153 millones). Todas de Disney. De nuevo, en comparación, el popular Grand Theft Auto V –el producto de entertainment más lucrativo de la historia– recaudó más de 815 millones de dólares… durante su pimera semana de ventas el 2013. En total, el juego de Rockstar Games lleva acumulados más de seis mil millones de dólares. Hasta  ese momento, la vara la tenía la película Avatar, de James Cameron, que aún es considerada la cinta más taquillera de todos los tiempos, con una recaudación total de 2.600 millones de dólares. Y para poner un caso de videojuegos un poco más reciente, durante el año 2015, el lanzamiento del Fallout 4 logró acumular 750 millones de dólares durante sus primeras 24 horas de venta a público. Y podríamos seguir. 

La nueva industria

Hoy, nadie duda de que esta industria sea ampliamente lucrativa, a partir de múltiples líneas de negocios, que van desde el mercado de videojuegos móviles a las cada vez más de moda competencias de e-sports a lo largo del mundo. 

El último reporte de Newzoo estimó en abril de este año que la industria de videojuegos amasará la friolera de 138 mil millones de dólares durante el 2018, donde más de la mitad de esa cifra va a provenir de dispositivos móviles. Visto desde otra perspectiva, los videojuegos digitales representarán el 91 por ciento del mercado global. Las ventas de juegos físicos, claramente entonces, van a la baja. En picada. Y si se proyectan las cifras, Newzoo estima que el año 2021 las ganancias de la industria podrían superar los 180 mil millones de dólares.

En términos regionales, Asia se mantiene como el mercado más grande de todos, seguido por Norteamérica y Europa occidental. América Latina se mantiene como el mercado más pequeño de la industria.

De todos modos, en términos más generales –y dejando un poco de lado el impacto de los videojuegos móviles–, la industria se concentra mayoritariamente en tres pilares fundamentales que, a la larga, son sus principales actores: Sony, Microsoft y Nintendo. Y los PC. Veamos.

Sony

La compañía japonesa hoy lidera la octava generación de consolas de videojuegos. Habiendo debutado con su actual consola, la PlayStation 4, en noviembre del 2013, hoy la plataforma se erige como la que más ha vendido durante esta generación. Según recientes reportes fiscales de venta por parte de Sony, actualmente se han vendido más de 82 millones de consolas alrededor del mundo desde su debut. No solo supera las expectativas de la compañía, sino que sobrepasará ampliamente las ventas de su antecesora, la PlayStation 3, que durante su ciclo total de vida llegó a mover poco menos de 84 millones de unidades. En comparación, Sony despachó 155 millones de unidades de PlayStation 2, lo que hasta el día de hoy la transforma en la plataforma más vendida de todos los tiempos.

Lo anterior cae poco después de que la japonesa revelara que la PlayStation 4 ya entró en su último ciclo de vida, ad portas de lo que eventualmente sería el anuncio de una nueva consola.

El éxito de la PlayStation 4, que casi supera en el doble a su competencia más directa, la Xbox One, se debe principalmente a una robusta biblioteca de títulos exclusivos –no disponibles en otras plataformas– que han ayudado a mover la consola de las vitrinas, gracias a muy buenos títulos como el God of War o la saga de aventuras Uncharted, además de complementos como su sistema de juegos en realidad virtual.

Microsoft

La Xbox One nunca logró alzarse con el éxito que tuvo su predecesora, la Xbox 360. Tampoco le ha ido mal. Actualmente, según reportes, la Xbox One lleva poco más de 40 millones de unidades vendidas. Según datos de la consultora NPD, en los últimos doce meses las ventas se han doblado, pero claro, eso no será suficiente para alcanzar a su competencia. Lo anterior es muy posible que haya ocurrido principalmente por los escasos y poco atractivo de sus títulos exclusivos.  

Sin embargo, gracias al reciente lanzamiento de la Xbox One X –consola que permite reproducir contenidos en 4K–, y modelos de suscripción como Xbox Game Pass (disponible en Chile), que permite acceder a una biblioteca de contenidos de descarga gratuita tras el pago de una cuota mensual (parecido a lo que podríamos denominar un “Netflix de videojuegos”), lo anterior podría variar levemente, aunque sería algo demasiado tarde.

Eso no quita que Microsoft, en la pasada feria E3, haya sido la primera empresa en revelar oficialmente que ya están trabajando en nuevas consolas pensadas para la próxima generación. En ese sentido, Phil Spencer, Jefe de Xbox, aseguró que ya se estaban preparando para la próxima batalla, en donde se prevé que de entrada habrá dos tipos de consolas: una más tradicional y otra, más sencilla, pensada para la reproducción de juegos vía streaming. Habrá que esperar al menos hasta el 2020 para conocer las posibles sorpresas de Microsoft.

Nintendo

La otra compañía japonesa dedicada a los videojuegos las ha tenido de dulce y agraz durante esta generación. Primero con la sucesora de la exitosísima Wii, la Wii U, que en términos de aceptación por parte de la audiencia, pero principalmente por ventas, resultó ser un completo fiasco. Así, en marzo del año pasado, la compañía -hoy a cargo de Shuntaro Furukawa– anunció algo inédito: una nueva consola, bautizada como Switch, que esta vez sí volvió a llenar las arcas de la empresa.

Considerada una consola híbrida que permite ser llevada en el bolsillo o ser conectada a un televisor indistintamente, la Switch rápidamente se ha convertido en la consola más requerida de los últimos meses, gracias también a una sólida biblioteca de juegos exclusivos como The Legned of Zelda: Breath of the Wild o Super Mario Odysssey, además de darle cabida a juegos de distinta índole y, especialmente, a títulos independientes.

Lo anterior, sumado a la popular demanda por las viejas consolas de Nintendo que fueron reeditadas en formatos “mini”, han ayudado a que Nintendo nuevamente sea una fábrica de yenes. Es más, durante el pasado mes de junio, la NES Mini, que debutó en tiendas en 2016 y se agotó como pan caliente a las pocas semanas, volvió a estar a la venta en Estados Unidos y, durante ese mes, se transformó en la consola más vendida, superando a todas las de la actual generación.

PC

Mucha gente considera que el PC es hoy la mejor plataforma para jugar videojuegos. Esto por múltiples factores: posibilidad de modificación y personalización de hardware, superioridad técnica y gráfica, posibilidad de accesos a modos online sin desembolsar dinero y, principalmente, acceso a una vasta biblioteca de títulos de todo tipo que hace palidecer a cualquier consola. Es cierto, además, que un buen PC puede costar mucho más que una consola, pero también es verdad que los valores de un videojuego para PC, junto con las múltiples ofertas en Steam y diversos paquetes que aparecen durante el año, hacen que los juegos sean mucho más baratos.

Sin embargo, tras la época dorada que tuvieron los PC como plataforma de juego –entre sus otros usos, claro está– a fines de los noventa y comienzos del nuevo siglo, los computadores bajaron drásticamente su popularidad ante la avanzada de las consolas y la posibilidad de juego en alta definición.

A pesar de lo anterior, este año las ventas de PC levantaron cabeza, por primera vez en seis años. HP, Lenovo, Dell, Apple y Acer, los cinco mayores actores de la industria de computadores, reportaron ganancias durante este cuarto y una estabilidad en ventas. En gran medida, según datos de la consultora Gartner, esto se debe a la renovación de máquinas por el advenimiento del sistema operativo Windows 10, lo que debiera declinar en el próximo par de años. Pero sería ingenuo desconocer que este nuevo auge también le debe bastante al consumo de videojuegos.

Como sea, lo importante es considerar que, independiente de la plataforma donde se juegue, los videojuegos claramente son hoy la más popular y lucrativa forma de entretenimiento.