Impuesto a las personas: el invitado de piedra al debate tributario
La idea de subir la tasa que pagan las personas, que se redujo en la reforma de 2014, la planteó el presidente de la CPC a título personal y fue replicada por el exsenador Andrés Zaldívar. Pero no tiene respaldo en el oficialismo ni el empresariado.
Todo apunta a que el debate legislativo del proyecto de modernización tributaria no se iniciará pronto, ya que la primera semana de septiembre el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, estará en Londres encabezando el Chile Day y además se debe tramitar un nuevo reajuste al salario mínimo.
Pero el debate público sobre el tema tributario sigue otro cauce. Y ya comienzan a aparecer fórmulas alternativas sobre lo que bien podría ser el “corazón” de la iniciativa: la reintegración total del sistema tributario, lo que significa que al pagar sus impuestos personales, los dueños y socios de las empresas puedan imputar como crédito (descontar) el 100% del impuesto que pagó la empresa. Esta medida, según el informe financiero del proyecto, implica una baja de la recaudación en régimen de US$833 millones.
Sin embargo, gracias a la más que compensación proveniente de la instauración de la boleta electrónica, por su efecto en la menor evasión, así como en menor medida la aplicación de impuestos digitales y verdes, el mismo informe prevé un alza neta en la recaudación de US$428 millones anuales en régimen.
No obstante, han surgido críticas desde la oposición. Hay quienes ven que la reintegración beneficia al segmento más acomodado del país y el costo se distribuye entre toda la población a través de la menor evasión fiscal del IVA asociada a la obligatoriedad de la boleta electrónica. También se han planteado dudas sobre la recaudación proyectada por el uso de la boleta electrónica. En el oficialismo, en cambio, destacan que esta reforma hace justicia “horizontal” (quienes ganan lo mismo tributarán parecido) y “vertical” (quienen ganan más, tributarían más).
Entrando al fondo del debate, en una entrevista con La Tercera el presidente de la CPC, Alfonso Swett, planteó a “título personal” que debido a la importancia de reintegrar el sistema tributario, “si hay que sacrificar el que los dueños tengan que pagar más impuestos, yo estoy disponible”. Sus palabras generaron inquietud en el empresariado, porque es un tema que no estaba en la discusión y que no es parte de las definiciones que ha adoptado el gremio. Las ramas que integran la CPC han declinado referirse a los impuestos personales en específico y han reiterado que la vocería en materia tributaria la lleva la propia confederación.
El tema ya se instaló y a ello contribuye lo que señaló el exsenador Andrés Zaldívar, que cumplió un rol principal en el trámite de la reforma tributaria de 2014. El exparlamentario declaró en El Mercurio que para compensar la integración se puede aumentar el impuesto a las personas a una tasa de 40%.
¿Por qué el impuesto personal?
El impuesto a las personas naturales que perciben ingresos de distinta naturaleza se denomina Global Complementario y tiene hoy una tasa máxima de 35% luego que la reforma de 2014 la redujera desde el 40%.
Este impuesto deben pagarlo todos los años quienes tienen rentas imponibles que superen los $7,6 millones anuales en 2018 (bajo ese monto está exento) y la tasa aumenta progresivamente a medida que la base imponible aumenta. Esto implica que la tasa no se aplica a toda la renta como un todo, sino por tramos, de modo que la mayor tasa sólo recae en quienes tienen una renta anual que supere los $67, 6 millones anuales.
En su informe sobre Chile emitido en febrero pasado, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) advirtió que, a nivel local, el impuesto a la renta de las personas genera una baja proporción de los ingresos totales del Fisco debido a que la base impositiva es muy estrecha. “Casi el 76% de los contribuyentes están exentos y el tramo superior es aplicable únicamente a los individuos con rentas muy altas. Como resultado de ello, el impuesto actual a la renta de los individuos tiene una muy escasa capacidad redistributiva en Chile”, señaló.
La entidad comentó que, si se introdujeran “cambios significativos” en la tributación de las personas, “sobre todo reduciendo las bandas sobre las que se grava la tasa de este impuesto y la tasa aplicable a las rentas más altas, se podría conseguir un aumento de los ingresos del 1,3% del PIB”.
Las conclusiones no son novedad en el mundo académico y tributario, donde hay conciencia de que el tramo exento es alto si se relaciona con el nivel del ingreso mínimo o promedio, y que debido al cobro por tramos de ingreso “se demora mucho” en gravar a los más altos. Un informe de la OCDE situó a Chile como la economía con la menor tasa impositiva personal neta promedio en una muestra de países de ese bloque, y que mide la suma del impuesto sobre la renta personal más las aportaciones a la seguridad social del trabajador.
En sus reflexiones sobre su gestión como ministro de Hacienda, el economista Rodrigo Valdés (hoy asesor técnico de la oposición) aportó evidencia adicional, extraída del proceso de recaudación del Impuesto Sustitutivo al FUT que buscaba acelerar la tributación sobre los recursos mantenidos en ese fondo. “La realidad es que las rentas del capital pagan una tasa relevante a nivel corporativo, pero casi insignificante a nivel de personas. Esta realidad también se aprecia en el porcentaje de contribuyentes que, recibiendo dividendos, están en los tramos más altos de impuesto global complementario: menos de 5% de los que reciben dividendos están en los tramos sobre 35%”, afirmó.
Debate político
En el Ejecutivo optaron por no comentar. El ministro Felipe Larraín ha sido cauto en no abrir más temas que los muchos que ya tiene la modernización tributaria y menos entrar en controversias públicas con el empresariado, donde lidian con la pública discrepancia que este asunto ha generado entre los presidentes de la CPC y la Sofofa.
Quienes sí entregaron su visión fueron los senadores del oficialismo integrantes de la Comisión de Hacienda. “La modernización tributaria es bastante neutral fiscalmente e incluso en régimen genera un pequeño excedente. Es legítimo que se planteen diversas fórmulas para compensar la integración, pero creo que la fórmula ideada por el Gobierno es más adecuada que pensar en subir el impuesto a las personas”, afirmó el senador Juan Antonio Coloma (UDI), quien dijo que no respalda un eventual aumento de esa tasa.
El senador José García Ruminot (RN) planteó que “la tasa marginal del Global Complementario se bajó de 40% a 35%, para igualar las tasas y evitar que se buscaran fórmulas de organización jurídica con el solo propósito de pagar menos impuestos. Me pareció que ello fue un gran avance en equidad tributaria. Por eso mismo pienso que se debe mantener así”.
Es improbable que este tema se cierre rápido. En abril pasado, cuando el Presidente Sebastián Piñera ni siquiera había descartado la rebaja a la tasa corporativa, el abogado y exdirector del SII Ricardo Escobar planteó que la reforma tributaria de 2014 le había “bajado los impuestos a los más ricos” al recortar la tasa del tributo personal. “Si me preguntan por bajar el impuesto corporativo, me parece lógico. ¿Significa menor recaudación? Sí. ¿Cómo se compensa? Fuera de mayor crecimiento, lo único que queda es subir impuestos a las personas más ricas”, declaró.