La alianza público privada que propone el gobierno para derrotar la pobreza
El Presidente Sebastián Piñera lanzó 16 mesas de trabajo para buscar soluciones de largo plazo a las carencias específicas que enfrentan varios grupos vulnerables.
El Presidente Sebastián Piñera trazó una nueva meta altamente ambiciosa y que excede su período de gobierno: que en Chile no exista más pobreza.
Para lograr ese objetivo, a todos los esfuerzos en curso se suma un nuevo programa denominado “Compromiso País, para que ningún chileno se quede atrás”. Se trata de mesas de trabajo integradas por autoridades de gobierno, empresarios, académicos y la sociedad civil que buscarán dar solución a 16 grupos que tienen carencias y déficits, que les impiden integrarse plenamente a la sociedad y lograr sus objetivos.
“Si entregamos lo mejor de nosotros mismos, si aplicamos buenas políticas, si nos comprometemos con el corazón, si hacemos realmente de esta una causa que mueva, conmueva, motive y movilice a todo un país, vamos a ser capaces de derrotar la pobreza y darles una respuesta verdadera a estos grupos dentro de los próximos 10 a 12 años, que es la meta que nos hemos fijado”, afirmó el Jefe de Estado al anunciar la iniciativa.
El nuevo programa
El ministerio de Desarrollo Social coordinó el proceso para seleccionar los 16 ejes en que se basa el Compromiso País. Ello se tradujo en la construcción, mediante una metodología participativa con las organizaciones sociales, de este nuevo mapa de la vulnerabilidad de Chile. De este modo se identificó a los grupos que sufrían exclusión y pobreza multidimensional, y que debían ser objeto prioritario de las políticas públicas y la preocupación privada, tanto en materia de recursos como de esfuerzos de integración.
La fórmula se diferencia de la estrategia impulsada por el Mandatario apenas el asumir su mandato, centrada en grandes Acuerdos Nacionales en materias de relevancia nacional. Primero, aunque en ambas iniciativas se constituyen mesas de trabajo de integración transversal y amplia, en este Compromiso País no figuran parlamentarios, alcaldes u otros representantes electos. En segundo lugar, esta nueva iniciativa aborda problemas acotados y no grandes desafíos-país. Por ejemplo, se buscarán fórmulas concretas para enfrentar el problema de 2,3 millones de personas que viven en entornos en los que existe tráfico de drogas, balaceras o disparos. Esto dista de las 150 medidas con las que concluyó el pasado 19 de julio el Acuerdo Nacional por la Seguridad.
Tras el lanzamiento por parte del Presidente Sebastián Piñera, cada grupo comenzará su trabajo con la meta de trazar soluciones para reducir de modo sostenible el número de personas o familias afectas a la condición de vulnerabilidad específica.
Cada mesa está integrada por el ministro del área y representantes de la academia, el sector privado, los grupos afectados y la sociedad civil. La idea es que sesionen a modo de directorio, estableciendo prioridades, metas, plazos y haciendo seguimiento de las propuestas.
Inicio de un camino
Entre los integrantes de las 16 mesas de trabajo, la percepción compartida es que se está iniciando un desafío de gran envergadura que se debe encarar con un trabajo compartido.
“Se ha reconocido un sentimiento social y una necesidad muy profunda de trabajar juntos, porque ni el Estado, ni los privados ni las organizaciones de la sociedad civil podemos dar aisladamente una respuesta a un fenómeno que es complejo y que requiere de los aportes de cada uno. Es un signo país también: necesitamos unirnos en torno a grandes propósitos”, afirmó María José López, directora ejecutiva de la Fundación Con Trabajo, que busca mejorar la calidad de vida de personas con discapacidad cognitiva a través del empleo.
La economista de la Universidad Adolfo Ibáñez y presidenta de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Andrea Repetto, valoró la oportunidad de generar un “espacio de diálogo que no tenemos para conversar estos temas”. Enfatizó que se debe trabajar con sentido de permanencia, para generar propuestas de política de largo plazo “cuyo funcionamiento y éxito no dependa de quienes están hoy en cada grupo, de un empresario o una ONG específica; sino que sean medidas que queden instaladas como una solución de largo plazo y que puedan sumarse otros temas después”.
Desde la academia, el profesor del Instituto de Economía de la Universidad Católica y director del centro de investigación J-PAL LAC, Francisco Gallego, valoró que los esfuerzos se concentren en dimensiones “muy concretas y que tengan un número, lo que permite ir haciendo seguimiento de estos desafíos en el tiempo”. Añadió que es probable que de las mesas surjan propuestas “que sería conveniente que puedan implementarse a una escala pequeña, para probarlas, ir aprendiendo de su funcionamiento y luego ver si se pueden implementar a nivel país”.
Agregó que mucho del éxito de las políticas se juega en el detalle, ya que “en el papel se pueden ver soluciones muy bonitas, pero cuando se implementan a gran escala cambian”. Dijo que por eso “es bueno tener en mesas gente de la sociedad civil, que ya tienen la visión de lo que ocurre en el mundo real, por así decirlo”.
El presidente de la Fundación América Solidaria, Benito Baranda, valoró la iniciativa y pidió “avanzar rápidamente en estos temas para que podamos sumar otras situaciones de grupos que lo están pasando mal, para que no se nos queden atrás”. Entre estos, mencionó a las personas con discapacidad y a las madres adolescentes y sus hijas e hijos, “ya que enfrentan obstáculos muy grandes para integrarse plenamente a la sociedad”. También a los jóvenes “con mucho daño que están fuera del Sename, pero que tienen las mismas características y problemas de los que están dentro, y en número son tres o cuatro veces más. Si no trabajamos con ellos, los chicos del Sename van a seguir creciendo”.