El Gobierno propondrá un nuevo impuesto sobre los cigarrillos electrónicos
En entrevista con PAUTA, Jaime Mañalich confirmó que se busca que los famosos “vapeadores” estén sujetos a las mismas reglas que el tabaco corriente.
Los esfuerzos a nivel internacional para frenar el consumo de tabaco han tenido efectos. A raíz del endurecimiento de las regulaciones, la industria tabacalera ha debido encontrar alternativas, como los “cigarros electrónicos” o “vapeadores”. Si bien inicialmente se pensaba que esos nuevos productos no tenían mayores efectos nocivos para la salud, hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS) da cuenta de lo contrario.
Por eso, las autoridades nacionales han puesto en la mira esas alternativas y avanzarán en una nueva regulación a los vaporizadores, incluso tributaria, según confirmó en exclusiva a PAUTA el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Así, los ministerios de Salud (Minsal) y Secretaría General de la Presidencia (Segpres) trabajan en un proyecto de ley para que se “regule estos productos en forma idéntica al tabaco habitual”, adelantó Mañalich a este medio. Esto incluye, como detalló el secretario de Estado, homologar el régimen tributario y fijar las mismas restricciones para su comercialización.
A pesar de que la “cultura de vapear” proliferó con más fuerza los últimos años, Mañalich explicó que, cuando se desempeñó la primera vez como ministro, en 2010, ya se advertían inconvenientes, por lo que el ISP aprobó una resolución que estos productos “se encuentran catalogados como farmacéuticos”.
“Desde esa época hasta ahora, esto ha cambiado. Ya es claro: hay demasiada evidencia de que esto es una estrategia de la industria tabacalera para evitar las regulaciones con relación a los cigarrillos. En ese contexto, la preocupación mundial ha subido, porque en realidad el esfuerzo de la industria se ha concentrado en hacer marketing del vapeo y de productos derivados del tabaco. Esto a los jóvenes los transforma rápidamente en adictos, por las dosis de nicotina que contienen las cápsulas, que son equivalentes a cuatro, cinco cigarrillos”, detalló el secretario de Estado.
-¿Entonces esa resolución no fue suficiente?
“A pesar de la resolución exenta del ISP, en la práctica, después no hubo ninguna regulación que estipulara que esto estaba sujeto a receta médica, lo que fuere. No hay ningún control y se vende en Chile en cualquier parte sin ninguna regulación”.
“En mi opinión, es necesario que los productos derivados del tabaco converjan a una misma regulación y a una misma tributación, porque aquí hay una evasión tributaria gigantesca. Estos productos no tienen el mismo trato tributario que los cigarrillos, que tienen impuesto específico“.
La nueva regulación tributaria
Actualmente, se aplica un cargo de 0,0010304240 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) a cada unidad de cigarrillo (eso equivale a unos $50), además de un gravamen específico del 30% adicional al valor de la cajetilla después de otros impuestos.
También existe una tributación sobre cigarros puros (52,6%) y tabaco (59,7%), cuya aplicación se realiza “sobre el precio de venta al consumidor, incluido impuestos, de cada paquete”, señala el Servicio de Impuestos Internos.
-¿Cómo avanzarán en esta nueva normativa?
“He puesto formalmente en el Gobierno la propuesta de que haya una ley que regule estos productos en forma idéntica al tabaco habitual y que el régimen tributario que le afecte sea idéntico a todos los productos del tabaco. Estamos elaborando un proyecto de esa naturaleza entre Segpres y el Ministerio de Salud. Espero tener noticias antes de fin de año para poder presentarlo como proyecto de ley”.
-Uno va a cualquier parte y están estos productos, que por lo demás apuntan a un público nuevo.
“Sí. Ya esto está claro. Desde el punto de vista de la industria nunca tuvo como objetivo ser un producto de salida del consumo de tabaco, sino que básicamente es un giro de la industria a producir otros derivados que, como es claro, producen adicción. En Estados Unidos esto ha sido calificado como una epidemia, la OMS ha puesto ln ojo y ha hecho muchas advertencias. Creo que habrá una convergencia regulatoria en el mundo en el sentido de lo que estamos planteando”.
-¿Como ha sido recogido esto en el Gobierno?
“Lo han tomado bien”.
-Ministro, ya se han presentado mociones parlamentarias para regular estos productos. ¿No sería mejor patrocinar alguna de esas?
“Encuentro débiles esos proyectos. E insuficientes, sobre todo como mecanismo de control. Me preocupa muchísimo más el régimen tributario, porque es eso, el alza que se hizo al impuesto del tabaco durante el primer gobierno del Presidente Sebastián Piñera, la causa más importante de que el consumo de cigarrillos en jóvenes en Chile haya disminuido. Eso está demostrado en la evidencia mundial, que el motor más importante para controlar es el impuesto. Es un impuesto para la salud”.
“Además, cuando se trata de generar impuestos, tiene que partir de un mensaje del Presidente, no puede ser iniciativa parlamentaria. Por eso estamos trabajando en esto”.
-¿El proyecto también incluirá regulación a los puntos de venta de estos productos?
“Por supuesto. El proyecto que estamos trabajando hace una homologación completa. Y tiene que ver también con los saborizantes y con estas cápsulas que se rompen, las que incluso tienen agua para suavizar el efecto de la nicotina. Para mí, no hay ni puede haber ninguna diferencia ni desde el punto de vista del trato en la ley ni desde el punto de vista tributario en los productos derivados del tabaco”.
-Las tabacaleras están buscando traer estos productos a Chile, imagino que hacen lobby…
“Yo no los he recibido y durante la tramitación de la primera Ley de Tabaco del Presidente tampoco los recibí o fui víctima de ese lobby. Si hacen lobby, tienen que hacerlo a través de los canales oficiales. Evidentemente no es una tarea fácil, pero lo que se nos viene por delante, desde el punto de vista del riesgo a la salud, ya es completamente evidente. En las últimas encuestas del Injuv más del 20% de los jóvenes declara consumir habitualmente este tipo de productos”.