El shock que afecta al consumo podría estar diluyéndose
En Scotiabank ven que el temor a una recesión ha motivado que los hogares destinen más recursos a ahorrar para prepararse para las “vacas flacas”.
Uno de los barómetros de la salud de la economía es el comportamiento del consumo. Luego de crecer con fuerza en 2018, llegando a 4%, este año su desempeño ha sido mucho más moderado, creciendo 2,7% en el primer semestre del año, a tono con una economía más debilitada. Pero este escenario podría estar cerca de cambiar.
Según un análisis del equipo económico de Scotiabank, lo que hemos visto hasta ahora es que en medio de escenario económico más débil y con noticias preocupantes sobre la economía global, los hogares aumentaron su tasa de ahorro, en desmedro del consumo. Se trata de un “shock precautorio” que ha afectado los comportamientos de las familias.
“Hasta el tercer trimestre del 2018 los hogares desacumularon ahorros, pero desde el cuarto trimestre del 2018 comienzan a recuperarlos y el primer trimestre de 2019 aumentan 11% su tasa de ahorro. Los ingresos disponibles se desaceleran, pero el consumo se desacelera más”, explica el economista jefe de Scotiabank, Jorge Selaive.
Añade que ante el aumento de la incertidumbre y el pesimismo local, los hogares están prefiriendo mantener sus ingresos en activos menos líquidos, “señal de menor disposición a consumir, pero no de debilidad de los ingresos”.
Sobre cuándo podría revertirse este comportamiento precautorio, detalla que en la medida que se consoliden mejores cifras de actividad local y se estabilicen las tensiones externas, el pesimismo comenzaría a quedar atrás y el consumo repuntará con más fuerza.
Aunque en septiembre el Banco Central estimó que el menor dinamismo del consumo tendrá algo de persistencia por lo que no preveía cambios relevantes en el segundo semestre de 2019, en el Estado de la Hacienda Pública el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, fue más optimista.”Esperamos mejores cifras en consumo para el segundo semestre, en consonancia con lo que ocurrirá con el resto de la economía, que ya está mostrando más dinamismo”, apuntó. También destacó que los datos muestran que “la gente demanda más servicios y la proporción del ingreso que destinana bienes va cayendo”, lo que habla de una mayor sofisticación del consumo.