Axel Christensen: “El mundo está preocupado de otras cosas”
Para el ejecutivo para América Latina de Blackrock, el 18-O es un llamado para conversar y reestablecer confianzas, sin dejar de prestar atención a los debates legislativos.
Con la situación política en Argentina, los disturbios en Ecuador y las investigaciones de corrupción en Perú y los problemas económicos en Brasil, Chile parecía una isla de tranquilidad en un mar regional revuelto.
Sin embargo, las imágenes de los medios extranjeros mostraron un panorama distinto en la jornada del viernes 18 de octubre (18-O), lo cual para algunos podría ser una señal preocupante para los inversionistas extranjeros. Sin embargo, según Axel Christensen, director de estrategia de inversiones para América Latina de BlackRock, hay que ver los hechos con perspectiva.
–Con los hechos ocurridos este viernes, ¿cambia imagen de Chile ante los inversionistas extranjeros?
“Desde la perspectiva internacional, la atención está puesta en la votación sobre el acuerdo del Brexit. Incluso en un contexto regional, los hechos quedan por debajo de lo que pasó en Ecuador, donde el presidente se tuvo que ir a otra ciudad. Hay que poner las cosas en contexto: el mundo está preocupado de otras cosas en vez de la grave situación en Chile. Alguien una vez me comentó, ‘los países siempre enfrentan crisis, lo que nos interesa es cómo los resuelven’. Las próximas horas y semanas van a ser clave, porque acá hay un mensaje potente para todos. Es una oportunidad para conversar, en un contexto de tremendos destrozos, pero este es un llamado a que tenemos que sentarnos a conversar”.
–¿A conversar sobre qué?
“Primero, cuál es el iceberg que está debajo de esto. Las manifestaciones son la vandalización de frustraciones. Tal vez en el plano económico, debemos conversar de que algo hay en el sistema que genera mucha desconfianza. Acá hay un problema de confianza, que se manifiesta en el ámbito personal, en la relación entre la empresa y el consumidor, etcétera. A nivel local este es un llamado a tener conversaciones importantes, porque lo urgente muchas veces nos distrae”.
–Es una conversación en momentos en que estamos discutiendo de reformas económicas que también son importantes, como la Previsional, la Laboral y la Tributaria. ¿Qué tanto desvía esto la discusión legislativa?
“Sin duda es un riesgo. Los hechos ocurridos van a acaparar la discusión, el debate va a estar en torno a la receta para mantener el orden público, el costo de la vida. Hay que tener las dos discusiones, de eso se trata también el arte de gobernar. Abrimos una caja de pandora importante, pero tenemos que darles cierre también a los otros temas que veníamos discutiendo, porque hay gente esperando las reformas para tomar decisiones relevantes. El Gobierno y la élite van a estar tensionadas para seguir conversando y es importante que lo hagan, pero a la vez no distraerse de estos otros temas. Ese es el principal desafío”.