La nueva reforma tributaria se destraba con más impuestos
Gobierno y senadores de oposición acordaron establecer gravámenes adicionales a las propiedades y a los fondos de inversión privados, entre otras medidas.
Luego de que el ministro de Hacienda, Ignacio Briones, desechara “el corazón” de la reforma tributaria -como se llamó eufemísticamente a la reintegración- y se abriera a un diálogo con la oposición para reformular el proyecto de modernización tributaria, la iniciativa del Gobierno terminará dando un giro completo. Ya no será, como se definió al comienzo, una iniciativa fiscalmente neutra, que apuntaba principalmente a simplificar el régimen tributario y a aumentar la inversión, sino que pasará a ser ahora una reforma que busca recaudar recursos de forma progresiva, sumando nuevos impuestos a los segmentos más acomodados del país.
Fueron numerosas y largas las negociaciones que lideró el recién asumido jefe de las finanzas públicas con los senadores de la oposición. Y todo parece indicar que se llegó a un cierre definitivo. Pasadas las 20 horas de este martes 5 de noviembre, la autoridad confirmó que se logró un “acuerdo en principios generales”, el que se formalizaría en las próximas horas.
El marco, sostuvo Briones, implica avanzar hacia una “modificación tributaria que recaude y lo haga en forma progresiva, que sea muy propyme, con incentivos potentes a la inversión y que ayude al adulto mayor”.
Aunque declinó entregar mayores detalles -pues “todo está en desarrollo”, argumentó-, Briones admitió que la propuesta que planteó el Gobierno busca “obtener ingresos de quienes tienen más”, los que permitirán financiar en forma sustentable en el largo plazo las medidas de la agenda social propuesta para enfrentar la crisis.
Las medidas
El ministro de Hacienda informó que el acuerdo considera incluir, entre otros temas, una “sobretasa a las propiedades residenciales de mayor valor” -que serían aquellas con un avalúo fiscal superior a los $200 millones-, gravamen para cuya aplicación se generaría “una estructura que es muy creciente respecto del valor de esas propiedades”.
Al respecto, el senador Carlos Montes (PS) precisó que el “borrador de entendimiento” con el Gobierno implica una recaudación adicional de unos US$ 1.100 millones, la “que fundamentalmente recae a sectores mayores ingresos”. Para ello, dijo que además del impuesto al patrimonio físico se suma un nuevo tributo a los fondos de inversión privados (FIP), instrumentos que hoy no tributan por los retornos que obtienen, sino que sus utilidades tributan sólo cuando son percibidas por sus partícipes, sean personas personas naturales o jurídicas.
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Otra medida que se incluirá, según el parlamentario, será limitar la devolución de recursos por parte del Estado por concepto de pérdidas, con cierta gradualidad. Hoy, las pérdidas tributarias originadas en un ejercicio pueden usarse para rebajar el pago del impuesto corporativo, para solicitar devoluciones de impuestos pagados en períodos anteriores o por ultilidades en otras firmas de la cual se es dueño. El senador sostuvo que en el último ejercicio tributario se le devolvieron US$ 580 millones a 700 empresas con pérdidas.
Aunque hay otras medidas -como la integración solo para pymes o la limitación del crédito de IVA a la construcción-, estos tres componentes son los principales, dijo Montes. Por su parte, el presidente de la Comisión de Hacienda del Senado, Ricardo Lagos Weber (PPD), enfatizó que con este marco de entendimiento logrado con el Gobierno se garantiza “un énfasis claro en recaudación, que recae de manera muy fuerte en los chilenos de más alto patrimonio, manteniendo elementos positivos de proyecto anterior”.
De esta forma, hizo hincapié en que las medidas no van a afectar a nadie que sea dueño de propiedades o de un bien raíz que no tenga como pagar sus contribuciones. “Esto está pensando exclusivamente para quienes tienen los patrimonios más altos en Chile y eso es una muy buena señal”, destacó.
Entre los aspectos positivos, también citó las medidas propyme, boleta electrónica y normas de reinversión, como la depreciación instantánea y acelerada. También destacó que no se realizarán cambios a la Norma General Antielusión y que se cerrarán “forados que permitían la elusión en el pago de impuestos”.
Ahora, de todas maneras, la preocupación y atención de los legisladores de oposición se posicionará en cómo queda establecido el acuerdo en el papel. Será fundamental, indicaron, que la redacción del proyecto final refleje de manera fiel los consensos alcanzados.