Economía

La renovada relevancia de la flotación cambiaria en la política monetaria del B. Central

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El consejo del Banco Central actualizó su visión sobre la política monetaria . Crédito: Agencia Uno
POR Marcela Gómez |

Al actualizar su marco de acción fijado en 2007, la entidad ajustó la meta de inflación: será en torno al 3% en un plazo de dos años.

No se trató solo de actualizar, sino también de afinar el marco de política en que se desenvuelve incorporando también la transparencia, la rendición de cuentas y la comunicación efectiva de su accionar. Eso hizo el Banco Central al publicar el documento que guía su acción institucional como organismo autónomo, que reemplaza al original publicado hace 13 años.

Sin alterar el objetivo que establece su ley orgánica, de “velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos”, el Consejo del Banco Central reenfoca algunas tareas y perfila mejor otras, ratificando un objetivo contracíclico que busca reducir la volatilidad de la inflación y del producto. “El rol contracíclico es especialmente importante para una economía pequeña y abierta como la chilena”, declara el texto.

El remozado marco de política monetaria

Entre estos cambios, figura un ajuste a la forma en que se busca proteger la moneda con una inflación baja y estable. Para ello, desde 2007 la política monetaria busca mantener la inflación en un rango entre 2 y 4% anual, teniendo el 3% como meta operacional en el mediano plazo. Ahora existe un compromiso explícito de la autoridad monetaria de actuar de modo que la inflación anual fluctúe en torno a 3%, apuntando a que “en todo momento del tiempo e independiente del nivel actual de inflación, la proyectada a un horizonte de dos años se ubique en 3%”.

Otra novedad es que ahora el Banco Central, que preside Mario Marcel, declara que en la conducción de la política monetaria se basará no solo en este esquema de metas de inflación, sino que agrega la flotación cambiaria.

Si en el documento de 2007 el tema cambiario se reduce a una página en que se destacan las ventajas de la flotación respecto del régimen de rigidez del tipo de cambio, ahora la entidad ahonda en esas ventajas pero es explícita en reservarse la opción de intervenir en circunstancias excepcionales en el mercado cambiario, que son aquellos en que “el tipo de cambio experimenta una sobrerreacción con potenciales efectos adversos sobre la economía”.

El texto describe las fórmulas e instrumental que puede emplearse en estos casos y describe las cinco intervenciones cambiarias efectuadas desde 1999 a la fecha, en las cuales se actuó “con el objetivo de enfrentar sobrerreacciones que pusieran en riesgo los objetivos del BCCh, pero nunca teniendo como objetivo final un nivel específico del tipo de cambio”.

Alta efectividad

El documento también recoge varios ejemplos de la efectividad que ha tenido la entidad en el cumplimiento de sus metas. Como ejemplos, detalla que el promedio de la inflación anual entre 2001 y 2019 fue de 3,2%, muy cercano a la meta de 3%. Durante el mismo lapso de tiempo, la inflación anual prmaneció el 55% de los meses dentro del rango entre 2% y 4%.

Otra medición apunta a que en la medida en que la meta de inflación del Banco Central sea creíble, las expectativas de inflación que tiene el mercado a dos años plazo deberían permanecer ancladas a la meta de 3%, por mucho que la inflación efectiva se desvíe temporalmente de la meta. Desde 2001 a la fecha, la Encuesta de Expectativas Económicas que recoge la visión del mercado ha apuntado a 3% durante la mayor parte del tiempo. Entre 2001 y diciembre de 2019, el promedio de las expectativas de inflación a dos años ha sido 3,03%.