El Banco Central abre la puerta de la liquidez
La entidad no solo bajó a 1% la Tasa de Política Monetaria, sino que sumó medidas que estimulan el financiamiento de créditos para personas y pymes.
Era lo esperado luego de que la Reserva Federal y otros bancos centrales europeos tomaran medidas extraordinarias para enfrentar el golpe que el aislamiento exigido por el coronavirus tiene en la economía. El Banco Central realizó una sesión especial de política monetaria (adicional a la programada para el 31 de marzo) y anunció varias decisiones que buscan “facilitar el proceso de ajuste de la economía” ante la pandemia.
En su comunicado, el organismo afirma que el ritmo de avance de la enfermedad en el país, las medidas sanitarias ya adoptadas y lo que está sucediendo en otros mercados “sugieren que los impactos en las ventas y flujos de caja de las empresas afectadas podrían ser significativos, en particular para pequeñas y medianas empresas”.
En votación dividida, el Consejo recortó desde 1,75% a 1% la Tasa de Política Monetaria (TPM), su nivel más bajo desde mediados de 2010. La medida contó con el voto de los consejeros Pablo García, Joaquín Vial y el presidente, Mario Marcel; mientras que Rosanna Costa y Alberto Naudon aspiraban a rebajar el índice hasta 1,25%.
La anhelada liquidez
No hubo diferencias, en todo caso, cuando se adoptaron medidas adicionales para “asegurar el normal funcionamiento de los mercados de crédito y una transmisión efectiva del mayor impulso monetario”. Todo aquello se acordó por unanimidad.
Una de las iniciativas que analistas consultados estiman que va “a la vena” de asegurar el financiamiento de personas y empresas es el traspaso de recursos hacia los bancos, a una tasa igual a la de la TPM (hoy 1%) y a un plazo máximo de cuatro años, condicionado a que tales dineros se empleen en el otorgamiento de créditos.
Los montos que se transfieran a los bancos por esta fórmula no tienen un límite, sino que serán iguales al adicional de créditos que estas entidades efectivamente coloquen (teniendo como base de comparación las colocaciones informadas a fines de febrero). Las colocaciones son los préstamos de un banco a un cliente.
Este factor de ampliación será mayor para las colocaciones de menor tamaño, de manera de estimular especialmente los créditos de consumo y las colocaciones comerciales a pymes.
Las otras medidas buscan más bien asegurar que la banca se mantenga bien capitalizada, se iniciará un programa de compra de bonos bancarios por hasta US$ 4 mil millones, que es una fórmula que permite reducir el riesgo de los bancos a cambio de mayor liquidez. También se les permitirá que al optar a las líneas de liquidez en pesos puedan incluir los bonos corporativos que posean para cumplir los requisitos. Además, se extenderá el plazo del programa de venta de divisas hasta el 9 de enero de 2021, programa que actualmente solo se mantiene en cuanto a renovación de forwards.
Las medidas eran esperadas por el mercado. Fueron bien evaluadas en un contexto de alta incertidumbre sobre el impacto económico de la pandemia a nivel global y local, sobre todo porque el Banco Central anticipa que podría adoptar nuevas decisiones dependiendo de la evolución del escenario macroeconómico.
Hacienda reacciona
El ministro de Hacienda, Ignacio Briones, aplaudió las medidas que adoptó el Banco Central y recordó que existe una coordinación estrecha con la autoridad monetaria y con la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) para proveer liquidez al sistema financiero de manera de lograr que el impacto del coronavirus en la actividad sea transitorio.
La autoridad de Gobierno anunció que en los “próximos días” anunciará un paquete de medidas con mecanismos de liquidez “que permitan oficiar de puente para estos meses difíciles que se vienen” a las firmas más afectadas. Se incluyen medidas de tipo tributario que permitan a las empresas diferir el pago de ciertos impuestos y generarles liquidez de corto plazo, adelantó.
Briones también hizo un llamado a la calma a las personas, asegurando que el suministro de alimentos y productos sanitarios “no está en discusión ni puestos en riesgo”. Pidió “tener un gran sentido de responsabilidad en nuestros comportamientos individuales, que tienen efectos directos en el resto. Acaparar como si algo se fuera a acabar no contribuye ni a la tranquilidad colectiva ni al bien común, ya que todos necesitamos esos productos”.