Economía

Es un mal marzo para los fondos de pensiones. Pero esa no es la historia completa

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POR Cristián Rodríguez |

Incluso con la baja de 16% del multifondo A en marzo, esta alternativa acumula rentabilidad real de 148,4% en casi 18 años. Considerar esto es clave para evitar malas decisiones.

El episodio suele repetirse con cierta periodicidad. Y el libreto es más o menos el siguiente: brusca caída de los mercados accionarios, fuerte descenso de los fondos de pensiones más riesgosos -como el A y el B-, voces que emergen con duras críticas al sistema de capitalización individual, movimientos desinformados de miles de cotizantes y, una vez que los fondos comienzan a recuperarse, rentabilidades doblemente perjudicadas para quienes no logran volver a tiempo al fondo inicial.

Marzo de 2020 ha sido, hasta ahora, uno de los meses más negativos para los fondos de pensiones expuestos en renta variable. El fondo A -que invierte hasta 80% en instrumentos accionarios- bordeaba al 18 de este mes una caída de 16%, de acuerdo con los valores cuota publicados por la Superintendencia de Pensiones a ese día. A esa misma fecha, el selectivo IPSA acumulaba una merma de 30,2%.

Todo este escenario llevó a que durante las últimas dos semanas se produjera una “fuga” de cerca de US$ 2.000 millones (equivalente a un sexto del plan fiscal de rescate anunciado por el Gobierno para enfrentar la crisis) desde los fondos más riesgosos a los más expuestos en renta fija. “Lo que hemos observado es un movimiento de los afiliados hacia el fondo E en las últimas dos semanas”, admitió el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, en una entrevista con PAUTA Bloomberg, de Radio PAUTA. “Estamos viendo un desplazamiento fuerte al fondo E, muy fuerte”, agregó. 

Las cifras de marzo son muy negativas y amenazan con opacar el peor mes de los casi 18 años de historia de los multifondos: en octubre de 2008, en plena crisis subprime, el fondo A retrocedió 20%.

El antídoto: la información correcta

Las rentabilidades previsionales deben mirarse en el largo plazo. Y en una doble perspectiva. Primero, considerando la historia de rentabilidad de los fondos y no un mes puntual, por muy malo que sea. Y segundo, entendiendo que la pérdida acumulada durante un período particular -como ocurrió durante la crisis subprime, como sucede hoy con la pandemia del coronavirus y como con seguridad ocurrirá en algún evento futuro- tiene altas posibilidades de ser revertida en un horizonte de mediano y largo plazo.

“Situaciones similares se han presentado en diversas crisis por propagación de virus que han afectado negativamente la rentabilidad de los fondos. Sin embargo, en el pasado estos siempre se han recuperado”, asegura una carta enviada por AFP Habitat a sus afiliados este sábado 21 de marzo, en la que se detallan los impactos bursátiles de las epidemias SARS, gripe aviar, MERS, ébola, Zika y Covid-19.

“Hay un relativo consenso entre los expertos de que se trata de un fenómeno profundo pero transitorio. En algún momento esto va a pasar y las economías y las inversiones se van a recuperar. Lo mejor en estos casos, y se recomienda definitivamente, es no tomar decisiones apresuradas y ojalá mantenerse en los fondos, para que una vez que esta situación pase acceder seguramente a una recuperación de los valores que transitoriamente se han perdido. No es conveniente movimientos muy masivos producto de la coyuntura, porque desgraciadamente terminan haciendo una pérdida y pueden perder dos veces”, sostuvo Macías en PAUTA.

¿Por qué tanto énfasis con el largo plazo? Pues porque los ahorros previsionales no están pensados para una inversión de uno o dos años, sino de una toda vida: la futura pensión.

Cuánto han subido los fondos

La evaluación de largo plazo que recomiendan los especialistas parte por mirar los retornos que muestran los fondos de pensiones en horizontes amplios. Por ejemplo, desde que comenzaron a operar los multifondos, en septiembre de 2002.

Incluso considerando la baja de 16% mensual del fondo A, esta alternativa acumula una rentabilidad real -esto es, por sobre la inflación- de 148,4% en 17 años y medio. En ese período, la inflación suma 73,5% (tomando la variación de la UF entre fines de septiembre de 2002 y el 18 de marzo de 2020), por lo que el retorno nominal equivale a más que haber triplicado los montos (221,9%).

Otra opción es evaluar la rentabilidad real promedio por año: de esta forma, el fondo A suma retornos de 5,3% por sobre inflación cada temporada, superiores a todas las demás alternativas, que son menos intensivas en renta variable.

“Los fondos tienen una estructura temporal que hace que se combinen momentos de alza con otros de baja. Pero en el largo plazo domina un balance positivo. El ideal es que los mercados nunca bajaran, pero esto no es real. La economía real es compleja, y hay que buscar instrumentos que mitiguen los riesgos con buenas rentabilidades, como lo son los multifondos”, comenta Roberto Fuentes, gerente de Estudios de la Asociación de AFP.

Pero una duda razonable es preguntarse cuánto se demora la recuperación de una crisis, porque el largo plazo puede ser un horizonte con significados muy diversos y que varían según el tipo de cotizante. Y el ejemplo más fresco es la subprime.

En conversación con PAUTA Bloomberg, el superintendente de Pensiones recordó que en 2008 el fondo A cayó 40% anual. Pero al año siguiente recuperó todo lo perdido. El caso del B fue un poco más tardío: bajó 30% en 2008 y en 2009 ya había remontado 33%. “Entonces, probablemente puede suceder algo similar. En algún minuto (esto) va a pasar, aunque no sabemos la extensión de este fenómeno transitorio. Pero lo aconsejable es no tomar decisiones apresuradas, sin duda”, subrayó Macías.

El valor de la diversificación

¿Por qué el fondo A acumula un descenso de 16% durante marzo si la Bolsa chilena ha caído el doble en los mismos primeros 18 días? O menos que la bolsa brasileña, que lo ha hecho 35,7%. O que el índice más representativo de Wall Street -el S&P 500-, que ha bajado 18,8%.

Fuentes explica que la diversificación en instrumentos de inversión, categorías, mercados, monedas y emisores, entre otros aspectos, resulta decisivo para reducir riesgos y mitigar los impactos en períodos negativos. Por ejemplo, los fondos de pensiones que administran las AFP –y que son de propiedad de los trabajadores– están presentes en los mercados financieros de más de 50 países.

“En el extranjero, los fondos están invertidos en más de 25 bonos de gobiernos e instituciones internacionales, más de 50 índices, y en torno a 300 fondos mutuos y fondos de inversión, los cuales además están ampliamente diversificados”, complementa el ejecutivo de la entidad gremial. “Por dar otro ejemplo, los fondos están en cerca de 45 tipos de monedas, como el dólar estadounidense, el euro, el yuan, el real brasileño, el yen japonés, la rupia india, el dólar hongkonés, el peso mexicano, el won coreano, el dólar taiwanés, etcétera”, agrega.

En Chile, la exposición no es muy distinta: los fondos están presentes en activos de más de 100 empresas locales, 17 instituciones financieras, 15 gestores de fondos, Tesorería y Banco Central, por nombrar los más incidentes.