La economía se asoma a su punto más bajo y la minería arriesga sumarse a la caída
Tras el Imacec de -15,3% en mayo, en el mercado proyectan que las medidas restrictivas afecten la producción minera, que hasta ahora mantiene cierto dinamismo.
Considerando que hubo dos días hábiles menos que en igual mes de 2019 y que cerca del 40% de la población estuvo bajo cuarentena, el retroceso de 15,3% en la actividad económica en mayo, medida por el Imacec, fue levemente mejor de lo que esperaba el mercado (-17%, según Bloomberg). Pero ese sería casi el único punto positivo de este registro informado este miércoles 1 de julio por el Banco Central.
Si bien el crecimiento de 1,2% que mostró la minería es positivo, más aun frente a la caída de 17% del resto de los sectores, el punto que ahora preocupa a los analistas es que este desacople pierda sustento hacia adelante.
Si hasta ahora la minería ha seguido operando y ha podido aportar cierto piso a la caída de la actividad total, el avance de la pandemia en la zona norte, las cuarentenas y las medidas restrictivas más intensas en las faenas mineras (entre ellas, la paralización de la fundición y refinería de Chuquicamata) ralentizan la producción. Y ello afecta a la economía en su conjunto.
Según analistas, esto llevaría a caídas adicionales en los Imacec de junio y julio, advirtieron desde el mercado, aunque hay mucha dispersión en las proyecciones.
Bice Inversiones apunta a que mayores restricciones a la actividad minera podrían traducirse en caídas en torno al -20% en esos meses. Para junio, Banchile Inversiones estima un retroceso entre 15% y 17% y Scotiabank ve una contracción entre 15% y 16%, que dejaría a la economía “cerca del punto más bajo de este ciclo”.
La difícil salida
Aunque la economía parece tener espacio para seguir contrayéndose, eso también tiene límites. Santander sostiene que algunas actividades “ya se encuentran en los mínimos de operación, por lo que no pueden seguir retrocediendo”, basándose en el leve incremento mensual en la generación eléctrica junto con índices de movilidad que se han mantenido relativamente planos.
A eso se suma que, según los datos del INE, las ventas de los supermercados avanzaron 2,3%, “demostrando que hay componentes del consumo que crecerán a pesar de la imposición de las cuarentenas”, agrega Bice Inversiones.
El principio del fin ahora se ha desplazado a mediados del tercer trimestre, aunque con importantes grados de incertidumbre asociados a la evolución de la pandemia y sus efectos económicos. Desde Econsult proyectaron que “agosto y septiembre se prestan como fechas posibles para iniciar una reactivación, conforme el cambio de las condiciones climáticas entrega un escenario más favorable”.