Economía

La distancia récord entre el retiro programado y la renta vitalicia

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Agencia Uno
POR Cristián Rodríguez |

A partir de julio, la opción de pensión que ofrecen las AFP tiene una tasa de 4,32%, mientras que la tasa de las compañías de seguros de vida promedia 1,85%.

La tramitación en el Congreso del proyecto que posibilita el retiro de hasta el 10% de los ahorros que acumulan los trabajadores en las cuentas que administran las AFP ha copado el debate previsional en las últimas semanas.

Sin embargo, hay un tema de menor visibilidad que hoy es conversación obligada en la industria de pensiones. Ha comenzado a condicionar las decisiones de jubilación que toman quienes están en torno a la edad de retiro: se trata de las diferencias en las tasas de cálculo de los retiros programados y de las rentas vitalicias.

Los dos productos previsionales

Cuando un trabajador está a punto de pensionarse, puede optar entre dos grandes alternativas: el retiro programado o la renta vitalicia. Es cierto que estas dos opciones pueden mezclarse -de ahí surgen los productos llamados renta temporal con renta vitalicia diferida y renta vitalicia inmediata con retiro programado-, pero en definitiva son las dos categorías relevantes.

El retiro programado es una fórmula a través de la cual el jubilado recibe pagos mensuales de la AFP con cargo al saldo de dinero que mantiene en su cuenta de capitalización individual. En esta modalidad, el pensionado es quien asume el riesgo de longevidad y de rentabilidad de los fondos. El dinero siempre es de propiedad del afiliado, motivo por el cual su saldo constituye herencia en caso de fallecimiento.

La renta vitalicia es un producto distinto. En la práctica, el trabajador “le vende” el dinero ahorrado durante su vida a una compañía de seguros de vida, la cual a cambio se compromete a un pago mensual, en UF, hasta su muerte. Es decir, los riesgos de sobrevida y de rentabilidad son asumidos por el asegurador. Como el dinero ahorrado deja de ser de propiedad del pensionado y pasa a ser de la empresa, no es heredable.

El factor determinante

El riesgo de sobrevida -que en el primer caso lo asume la persona y en el segundo la compañía de seguros de vida- hace que las tasas de interés que determinan las pensiones sean siempre mayores para el retiro programado que para la renta vitalicia. Sin embargo, esta brecha no había sido nunca tan pronunciada como en la actualidad. Es un récord histórico.

La tasa de rentabilidad del retiro programado la calcula periódicamente una institución pública técnica -la Superintendencia de Pensiones-, mientras la de las rentas vitalicias son definidas de manera individual por las distintas compañías de seguros de vida que ofrecen este producto.

Y la Superintendencia de Pensiones acaba de reajustar sus cálculos: la tasa del retiro programado quedó en 4,32%, una distancia de 2,47 puntos porcentuales respecto del 1,85% ofrecido en promedio como tasa de venta de las rentas vitalicias, según información recogida por PAUTA.

Para dimensionar la distancia, la brecha entre ambas tasas se ubicaba casi en la mitad a inicios de año (1,3 puntos en enero) y llegaba a solo un cuarto de punto porcentual (0,25%) hace 12 meses.

Este escenario de creciente distancia ha hecho que muchas más personas elijan hoy la opción del retiro programado en detrimento de la renta vitalicia. Según las cifras oficiales a abril, apenas el 29% de los pensionados optó en 2020 por la modalidad que comercializan las compañías de seguros, contra el 59% del mismo período de 2019.

La situación del retiro programado es completamente inversa: pasó del 41% en los primeros cuatro meses del año pasado al 71% del mismo período actual.

¿Cómo se llega a ellas?

La tasa de interés que rige a las pensiones de retiro programado se define trimestralmente y se denomina tasa de interés técnica de retiro programado. En ella inciden dos factores: la tasa de interés equivalente, derivada de un vector de tasas de interés (que pesa el 80%), y la tasa de retorno promedio de la última década de los fondos C, D y E (que pesa el restante 20%).

La tasa de interés técnica ha subido bruscamente en lo que va de 2020. Durante el primer trimestre fue de 2,92; para el período abril-junio creció a 3,5%. Y ahora será de 4,32% hasta septiembre.

De acuerdo con la Superintendencia de Pensiones, este aumento -que incidirá en un incremento de entre 20% y 30% del valor de las pensiones de retiro programado y renta temporal– “se explica por el alza experimentada en los spread de los bonos corporativos (títulos de deuda de empresas nacionales)”. El regulador agregó que “esta situación se debe al alto nivel de incertidumbre en el mercado de capitales local, debido a la crisis económica provocada por la pandemia de Covid-19“.

Junto con la tasa de interés equivalente, también incide la rentabilidad de los fondos. Esta cifra se obtiene a partir de los retornos reales mensuales de los últimos 120 meses de los fondos C, D y E, anualizados. Estos retornos, a su vez, se ponderaron con la siguiente fórmula: 20% el C, 60% el D y 20% el E.

En contraposición, la tasa de venta de las rentas vitalicias se construyen en línea con el retorno esperado de los activos en los que invierten las compañías de seguros. Y estos son principalmente instrumentos de renta fija nacional, los que están entregando niveles acotados de retorno por diferentes razones, como la situación económica actual y la realidad de la política monetaria a nivel global.