El regulador del retiro programado entra al debate por la brecha con las rentas vitalicias
“Lo que está ocurriendo últimamente es un tanto anómalo”, dijo Osvaldo Macías. La diferencia de tasas entre ambos productos supera los dos puntos. Y cada punto implica 11% más de pensión.
La diferencia de tasas que se usan para calcular los retornos de las dos modalidades básicas de pensión -el retiro programado y la renta vitalicia- ha ido en aumento durante todo el año. Y llegó a su máximo a favor de la primera alternativa en julio pasado.
El tema es muy complejo. No solo impacta a los actuales pensionados por retiro programado, que han visto elevar sus mensualidades por el aumento de la tasa técnica que las define (y la desacumulación más veloz que eso supone), sino porque también condiciona las decisiones de quienes están pensando en jubilarse.
Cuando un trabajador opta por un retiro programado recibe pagos mensuales de la AFP con la que se pensiona con cargo al saldo de dinero que mantiene en su cuenta individual de capitalización. Trimestralmente, la Superintendencia de Pensiones reajusta la tasa con las que se proyecta la rentabilidad de los fondos. Con el paso de los años, los dineros van decreciendo, por lo que en esta modalidad es el pensionado quien asume el riesgo de longevidad y de rentabilidad de los fondos.
El caso de la renta vitalicia es distinto. El trabajador contrata este producto con una compañía de seguros de vida, la que le ofrece un pago mensual hasta el momento de su muerte, con una tasa de rentabilidad conocida de antemano (y que fija cada compañía por separado), pagadera siempre en UF para no perder poder adquisitivo con el aumento de la inflación. Acá el riesgo de sobrevida lo asume la compañía de seguros, por lo que la tasa de interés que paga es más baja que la ofertada por las AFP con el retiro programado.
Y ese es precisamente el problema que tiene hoy la industria previsional: la brecha entre la tasa de las rentas vitalicias (tasa de venta) y la proyectada por el retiro programado (tasa de interés técnica) nunca había estado tan separada. Según datos de la industria, la primera bordea apenas el 2%, mientras que la segunda llega al 4,32%.
El efecto en el monto de pensión
“La brecha es importante. Cada punto de diferencia implica como 11% más o menos de pensión. Entonces se dan diferencias muy altas cuando hay casi dos puntos porcentuales”, admitió el superintendente de Pensiones, Osvaldo Macías, en entrevista con Primera Pauta, de Radio PAUTA.
“Naturalmente la pensión de retiro programado debería ser más alta que la de renta vitalicia porque tiene más riesgos asociados. Ahora, lo que está ocurriendo últimamente es un tanto anómalo, porque la tasa de descuento del retiro programado lo que busca es que el consumo del saldo de la cuenta sea consistente durante todo el tiempo; o sea, ojalá que la persona cuando llegue al final de su vida no deje nada en la cuenta. Eso es lo ideal: que se haya gastado lo que tiene que gastarse”, agregó la autoridad.
La brecha actual de casi 2,5 puntos porcentuales está muy distanciada de la que había en el mercado hace apenas unos meses. Por ejemplo, la diferencia se ubicaba casi en la mitad a inicios de año (1,3 puntos en enero) y llegaba a solo un cuarto de punto porcentual (0,25%) hace 12 meses.
Las causas
A juicio de Macías, las razones de esta brecha actual tienen su origen en el convulsionado mercado financiero de los últimos meses. “Producto de la pandemia, las tasas de interés corporativas, o sea con riesgo sobre la tasa del Banco Central, se dispararon. Porque el mercado percibe más riesgosas a las empresas, hay más deudas y hay menos ventas. Y eso ha hecho que salten fuertemente las tasas de interés de retiro programado. Por eso están hoy tan despegadas de las tasas de renta vitalicia”, comentó el regulador, quien antes de este cargo fue durante dos décadas intendente de Seguros en la desaparecida Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), hoy Comisión para el Mercado Financiero (CMF).
Y complementó: “Lamentablemente se producen situaciones tan anómalas durante la pandemia que una de ellas fue esta: el explosivo aumento de los spread por riesgo”.
De todas formas, la recomendación de la autoridad para quienes analizan pensionarse en estos meses es a tener mucha cautela. “La persona tiene que ser cuidadosa de elegir. La tasa de retiro programado se va recalculando en el tiempo y si las tasas bajan, va a ir a la baja la tasa (técnica) y va a ir a la baja la pensión. Son los riesgos de ir al retiro programado; la renta vitalicia le da una pensión segura a lo largo de toda la vida”, comentó.
Otro filtro institucional importante que ayuda a los trabajadores a elegir de mejor manera su alternativa más idónea de jubilación es el Sistema de Consultas y Ofertas de Montos de Pensión (Scomp). Este mecanismo electrónico entrega un certificado en el que compara todas las ofertas de distintas compañías de seguros y administradoras de fondos de pensiones, con lo que el trabajador tiene un abanico amplio con diferentes opciones para elegir.
“Y le muestra la proyección del retiro programado, que es descendente. Y así la persona tiene sobre sus ojos las proyecciones. Pero el problema es que las personas prefieren el consumo presente en vez del consumo futuro. Y si ven una brecha en pensiones muy importante, eligen esa modalidad. Eso es lo que hemos visto a lo largo del tiempo y es difícil de contrarrestar”, admitió Macías.
La visión de las aseguradoras
En el gremio de las compañías de seguros proyectan que esta situación podría mantenerse en el tiempo. “No vemos un cambio sustancial en la estructura de tasas de interés en un futuro inmediato, de manera que nada hace pensar que este escenario vaya a cambiar en el corto plazo”, dijo el presidente de la Asociación de Aseguradores, Mario Gazitúa, frente a una consulta de PAUTA.
“En un par de años, cuando las personas vean que la pensión les empieza a bajar, es probable que varios decidan migrar hacia una renta vitalicia”, sostuvo.
Pese a esto, Gazitúa cree que el impacto en la industria será acotado, aunque con una caída pronunciada del número de rentas vitalicias contratadas este año. “Por ello las compañías van a disminuir sus nuevas inversiones, pero esto no afecta a las compañías de seguros, ni a quienes se han ido pensionando bajo la modalidad de renta vitalicia”, precisó el ejecutivo.