Doble carga para las mujeres: menos ingresos, pero más trabajo en el hogar
Según datos de la UC, hoy de cada 100 mujeres solo 37 trabajan o buscan un empleo. Además, ellas destinan nueve horas más que los hombres a cocinar, limpiar y cuidar a la familia.
Son datos que pueden parecer obvios, porque de tan naturalizados ya no sorprenden. Las mujeres no solo se están llevando la peor parte de la pandemia en términos laborales, sino que además han visto elevarse las horas que dedican al trabajo no remunerado en el hogar.
Así lo revela el Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, que incluyó preguntas sobre las responsabilidades familiares y de cuidado en el hogar en la realidad de los hogares en la encuesta de empleo de julio.
El economista David Bravo, quien dirige la entidad, detalló que la destrucción del empleo ha impactado más a las mujeres, que han perdido 28% de los empleos en los últimos 12 meses versus el 23% de los hombres. Lo mismo ocurre en la participación laboral: aunque poco antes de la pandemia las mujeres habían logrado superar el 50%, ahora ese indicador retrocedió a 37,5% versus 57,8% de los hombres. O sea, de cada 100 mujeres, las que trabajan o están buscando un empleo llegan a 37,5.
La situación se agrava para las mujeres más vulnerables. De acuerdo con los ingresos que los hogares registraron en 2016, la encuesta UC detecta que la brecha de ingreso por género supera los 10 puntos porcentuales en todos los niveles. En el quintil más pobre, el 36% de los hombres tiene empleo versus el 21% de las mujeres. En este segmento, cinco de cada 10 hogares tiene jefatura femenina.
Doble carga
Los cambios generados por la crisis sanitaria, además, están elevando la carga de trabajo de las mujeres en el hogar. Así lo revelaron los encuestados al detallar el tiempo que destinaron a la preparación de alimentos, tareas de limpieza, cuidado de niños y adolescentes, actividades con ellos, apoyo en tareas escolares y también ayuda a adultos mayores, enfermos o personas con discapacidad en sus necesidades.
La brecha de género en horas dedicadas a todas estas tareas existía ya antes de la pandemia, pero incluso el confinamiento y un leve avance de los hombres en asumir parte de la carga no logra reducirla significativamente.
Por ejemplo, según la encuesta hoy en promedio las mujeres dedican 17,8 horas semanales a cocinar, lavar la ropa y hacer aseo; mientras los hombres destinan 8,2 horas. Antes de la crisis sanitaria las cifras estaban en 16,4 versus 6,5 horas promedio respectivamente.
Las brechas para el resto de las actividades son similares, excepto cuando se trata del cuidado de otros adultos en el hogar: ahí no hay cambios relevantes y la tarea sigue en manos de las mujeres.
Apoyos difrenciados
Al comentar estos resultados, la coordinadora de ONU Mujeres en Chile, María Inés Salamanca, dijo que la pandemia está profundizando las desigualdades existentes.
“Vemos un incremento en la brecha de género que es alarmante, en cuanto a la carga que la sociedad pone sobre los hombros de las mujeres. Ellas dedican nueve horas semanales más que los hombres al trabajo doméstico no remunerado”, sostuvo. También llamó a seguir la estrategia “de las ‘Tres R'”: reconocer, reducir y redistribuir el tiempo que se destina a tareas del hogar y de cuidado.
“Estamos estudiándolo y probablemente van a tener algo innovador”, dijo la subsecretaria de la Mujer, Carolina Cuevas, al ser consultada sobre futuros subsidios con enfoque de género para apoyar la creación de empleo en la fase de reactivación. Añadió que también se están haciendo diseños y propuestas en materia de cuidado, “porque sin salas cunas ni colegios quienes se van a quedar atrás son las mujeres”. Adelantó que habrá anuncios pronto.